ALICANTE. Otro capítulo en la batalla vecinal contra las molestias generadas por ruido en el Centro de Alicante. Esta vez contextualizada en las Fiestas de Fogueres de 2018 a cuenta de la actividad desarrollada en el llamado racó de Gabriel Miró. El Ayuntamiento de Alicante acaba de denegar el pago de la compensación económica reclamada por una residente del Centro en concepto de responsabilidad patrimonial por el perjuicio que, en su opinión, le habría supuesto tener que ausentarse de su domicilio habitual y verse forzada a alojarse en un hotel durante los días de fiestas "con el fin de evitar las molestias y ruidos que se producen durante las fiestas de Hogueras".
En concreto, en esa petición, cursada a título individual por Alcázar Moreno (presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro) el pasado 24 de septiembre, planteaba que se le indemnizase con 406 euros: los gastos de alojamiento durante su estancia en un establecimiento hotelero de Mojácar (Almería) entre el 21 y el 25 de junio. En esa petición, se relata que, en los días previos a les Fogueres, miembros del colectivo de residentes habían mantenido una reunión con el concejal de Ocupación de Vía Pública, José Ramón González (PP), en la que habían expresado su preocupación por la publicidad difundida en relación a la programación musical que se había previsto para las noches de las fiestas en dicho "autodenominado racó" que los vecinos insistieron en tildar de "discoteca". En esa misma reunión, los residentes solicitaron conocer qué tipo de autorización se había concedido para esa actividad, en la que se preveía la actuación de un dj.
La respuesta a esa petición de reclamación patrimonial llegó el pasado 5 de noviembre a través de una notificación en la que, con el aval del servicio de Asesoría Jurídica Municipal, se desestimaba la indemnización solicitada. En esa notificación se argumentaba que, de acuerdo con el artículo 32 de la Ley 40/2015 de Régimen Jurídico del Sector Público, "los paticulares tendrán derecho a ser indemnizados por las Administraciones Públicas correspondientes de toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, salvo en los casos de fuerza mayor o de daños que el particular tenga el deber de soportar de acuerdo con la Ley".
La resolución concluye que las molestias vienen motivadas por un acontecimiento de especial relevancia social cuyas consecuencias son socialmente admitidas por los vecinos
En la notificación se insistía en que "el supuesto planteado viene a recoger las molestias que se producen a los vecinos de Alicante durante la celebración de las fiestas mayores de la ciudad, fiesta de gran arraigo popular y de hondas tradiciones, con repercusión internacional, que año tras año se repite". En el escrito se asume que en los días de fiestas se genera "mayor ruido provocado por los eventos que se celebran, el bullicio de vecinos y visitantes que deambulan por la calle, etc.". "Ciertamente esto esa así, pero tales molestias, vienen motivadas por un acontecimiento de especial relevancia social y económica para la ciudad, cuyas consecuencias, aunque obviamente de forma desigual, son socialmente admitidas por los vecinos".
Sobre esa base, se concluye que: "Dadas las características de las molestias mencionadas, consideramos que estamos ante un daño que el ciudadano tiene obligación de soportar por encontrarse totalmente justificadas, legitimadas y aceptadas socialmente, y en consecuencia no se daría el requisito de antijuridicidad, elemento imprescindible para que pueda generarse responsabilidad de la Administración".
La residente que solicitó la indemnización señaló este lunes, en respuesta al rechazo municipal a satisfacer ese gasto de estancia en hotel, que presentaría el correspondiente recurso en vía administrativa antes de acudir al contencioso y añadió que animaría a seguir sus pasos a todos los residentes del barrio que se hubiesen sentido perjudicados por la actividad de "ese supuesto racó" y que como ella tuvieron que abandonar sus domicilios. "Quiero dejar claro que ni yo a título personal, ni la asociación de vecinos, tenemos nada en contra de las fiestas, pero de lo que nos quejamos no tiene nada que ver con ellas, no estamos hablando de un racó, estamos hablando de una discoteca en plena calle", insistió.