ELCHE. Desde el pasado mes de abril el Ayuntamiento de Elche asume el mantenimiento del tramo urbano de la Ronda Sur, después de que Carreteras del Estado haya transferido esta cesión pendiente desde hace años. Aunque no hay un coste estimado de cuál es la gestión anual que tendrá que acarrear anualmente la administración local, brigadas municipales ya se están haciendo cargo de distintas actuaciones, mientras que el departamento de Mantenimiento quiere 'arrancar' de los presupuestos municipales una partida de al menos 120.000 euros anuales para adecuar las zonas 'verdes'.
Esas zonas 'verdes', que en la práctica son ya espacios de tierra, es una de las prioridades que la concejalía quiere trabajar, dado que el Gobierno transfirió la gestión de la Ronda Sur con toda jardinería seca. "Lo que más requiere es el desbroce de espacios libres en acera norte y sur y en las rotondas", explica el concejal del área, Héctor Díez. De hecho, recientemente se han desbrozado dos rotondas, que tienen el obstáculo de ser grandes y no homogéneas con las del resto de la vía. Es una de las cuestiones que se quiere abordar: ir adecuando por fases el aspecto de la Ronda Sur en el tramo de gestión municipal, para que haya una sintonía. Por eso se va a pedir a la concejalía de Hacienda una partida de unos 120.000 euros anuales en los presupuestos para la EL-20. La idea es externalizar el servicio para firmar un contrato de varios años.
El concejal esgrime que hay que plantearse cómo urbanizar las rotondas que tiene la vía, si como se ha hecho con la antigua circunvalación sur, si hay que dejar las rotondas con tierra, como se ha hecho en la ronda norte, "o como la del cruce con la carretera del León, en Algoda, con tamarits, que son autóctonos. El aspecto cambia bastante". En cualquier caso, el planteamiento es evitar que por ejemplo en verano en el tramo de la Avenida de L'Altet dé la imagen actual de arbustos secos, "tenemos que ir ajardinándolo por fases". Aparte de uno dos o tres desbroces al año, los que correspondan.
El Ministerio ha entregado la Ronda Sur con casi todo muerto "y buena parte del goteo ni funciona". Este año, por ejemplo, "hemos hecho varios desbroces y trabajado sobre la rotonda de la entrada de la carretera de Santa Pola que es de las más emblemáticas, a lo mejor instalar una fuente no porque es es más caro, pero la idea puede ser algo afín para darle sentido", explica. Con todo, el edil justifica que es necesario externalizar porque no hay personal suficiente en Parques y Jardines para todo el trabajo que hay pendiente. No solo en la Ronda Sur, también en zonas y barrios en expansión, "como ocurrirá cuando se recepcionen sectores como el E-21".
Precisamente a día de hoy las brigadas municipales se encargan de gestionar todo ahora salvo el asfalto, que está en buenas condiciones. Del alumbrado se encarga el departamento de alumbrado municipal; del colector principal y bombeo en la zona del túnel, Aigües d’Elx; los sistemas de seguridad del túnel, Mantenimiento. Se hicieron varias reuniones con la Dirección General de Carreteras y se hizo la recepción de la ronda. Salvo la cuestión del desbroce y mantenimiento de las zonas 'verdes' que habrá que ajardinar, "el resto puede hacerse con medios públicos", señala Díez, en referencia a las brigadas municipales.
Así pues, está por ver qué partida se le otorga a la concejalía para el mantenimiento deseado de los bancales a los lados de la Ronda. Puesto que en Limpieza ya obtiene subidas importantes cada año con la implantación progresiva del 'quinto contenedor' del nuevo servicio de limpieza.
Sobre el final del ansiado tramo de escasos dos kilómetros de la Ronda Sur, el mes pasado al consellera de Política Territorial Rebeca Torró aseguró que se incluirá la finalización del mismo en los presupuestos de 2023 después de haber encontrado la forma para esquivar el permiso ambiental caducado: que el Ayuntamiento se constituya como órgano ambiental porque así lo permite el Plan General. Sin embargo, puede llevar más de la cuenta porque los 20 millones de euros de la obra a priori puede estar desfasado por el coste de las materias primas hoy, lo que puede requerir revisar el proyecto.