ELCHE. Mientras que el palmeral sigue siendo objeto de debate en los últimos tiempos en la ciudad —la última, según adelantaba El País, que Icomos estudia una moción aprobada para PP y Vox para modificar la ley del bien Unesco—, a colación bien de la caída, tala o sustitución de las mismas, o de la legislación y su relación con el urbanismo, en el seno de la Junta Gestora sigue habiendo movimientos. Además de los proyectos que se han ido aprobando de cara a licencias que se tienen que analizar por la zona donde se ubican, se está avanzando en el Plan de Uso y Gestión del palmeral. Se espera que pueda estar operativo en un año.
En este sentido, precisamente a raíz del debate que ha suscitado la voluntad del equipo de gobierno de impulsar en Les Corts una modificación de la ley (apoyado por Cedelco) porque a su juicio constriñe el desarrollo urbanístico de la ciudad, la posición de algunos colectivos en la Junta, como Volem Palmerar o ADR Camp d'Elx, es que se desarrollen y desplieguen los planes inferiores para poder aterrizar la ley tal y como se pergeñó. Son varios los planes que la Ley propuso redactar, y de los que apenas se habla.
A este respecto, como ya contó este diario, se había empezado a trabajar a finales de 2023 con el índice que sentara las bases del mismo a nivel de gestión y usos que recoge la ley. Esta habla en términos generales, pero queda el desarrollo para la concreción de estos términos de cara al día a día. Según ha podido saber este medio, ya estaría hecho el pliego de condiciones de cara a la redacción final del mismo. El objetivo es que esté en marcha a un año vista. Con la vista también puesta en la colaboración con colectivos y entidades de fuera con las que se han ido estrechando vínculos como la Alianza de Paisajes.
No es el único aspecto relacionado con el palmeral que está en desarrollo o que podría estarlo en ciernes. Se ha venido hablando también de un vuelo de fotogrametría para georreferenciar el número de palmeras, altura o coordenadas, aunque al menos la cuestión de identificar y georreferenciar las palmeras, tal y como se especificaba en la ley autonómica, se dejará para el futuro adjudicatario del catálogo de protecciones.
Asimismo, el que por ahora está parado es el Plan Especial del palmeral, el que más se había venido pidiendo desde entidades y colectivos, y que desde la pasada legislatura se marcaba por el anterior Ejecutivo como prioridad. Con un permiso ambiental que tras no desarrollarse, caducó. Mientras que se habla sobre todo en el debate público sobre la hipotética modificación de la ley, el Plan Especial, más sensible precisamente por sus implicaciones urbanísticas, ha quedado ahora en un segundo plano. Aunque íntimamente vinculado con el deseo del bipartito de reformar la ley porque aborda las implicaciones urbanísticas. Así, al menos por ahora no hay certeza clara sobre cuándo podría ver la luz.
Lo que hay de fondo con este plan, o al menos como se ve desde algunas partes, es que si se redacta tal y como señala la legislación, no permitiría actuaciones tales como ampliaciones de inmuebles, sellados de suelo y otras pequeñas acciones. Y que sin embargo, a mayor escala, quizá podría afectar también a que no se permitan intervenciones en colegios, centros de salud o el Hospital General, entre otros, por estar enclavados en huertos históricos o zona de amortiguamiento. Con todo, la propia Generalitat Valenciana dio el visto bueno a la ampliación del bloque quirúrgico a pesar de estar en zona de amortiguamiento del palmeral aludiendo a que no había impacto en el paisaje. Bajo ese prisma, hoy por ejemplo no serían viables, a priori, el nuevo conservatorio o incluso el Palacio de Congresos.
En todo caso, hace un par de años al menos se envió al Ministerio de Cultura y Unesco información nueva sobre el plano del palmeral. No en cuanto a cambios de huertos y área buffer, sino de referencias cartográficas y ajustes técnicos, ya que el mapa de la Unesco para la declaración como Patrimonio de la Humanidad se tomó sobre una fotografía aérea, cuando el plano real actual es otro, ya que Facasa por ejemplo nunca ha sido un huerto de palmeras, aunque sí zona de continuidad. Y no figuraba en la lista. Otros huertos no se correspondían con los nombres reales como el mal llamado 'Huerto de la Estación'. Unesco solicita periódicamente información para ir actualizando datos sobre los bienes catalogados.