Los ediles de Alicante, en un pleno municipal, en imagen de archivo. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. El primer año completo del mandato municipal (2019-2023) concluye con un aumento de la tensión política entre el equipo de Gobierno (PP y Cs) y las cuatro formaciones que ejercen funciones de oposición, PSOE, Unides Podem, Compromís y Vox. La negociación del presupuesto y el debate paralelo sobre la ordenanza de convivencia cívica han deparado las últimas escaramuzas (con su postrera escenificación de acercamiento) en un proceso que se intensificó después del verano, una vez certificado el pacto sobre la comisión de la recuperación de Alicante aprobado en julio.
En ese recorrido, y pese al paréntesis que supuso el periodo de confinamiento, los cuatro grupos opositores no han dejado de recurrir a uno de los mecanismos que consideran más eficaces para controlar la acción de gobierno y, al tiempo, poder plantear sus propias iniciativas: la constitución de comisiones municipales no permanentes para tratar sobre todo tipo de asuntos relacionados con la gestión municipal.
Así, se han creado órganos políticos para el análisis de varias contratas municipales, como la de la limpieza viaria y recogida de la basura, o la dedicada a la limpieza de colegios y edificios municipales, o sobre el estado del patrimonio cultural e histórico de la ciudad, por ejemplo. Sin embargo, existen otras comisiones aprobadas por la mayoría de representantes del pleno (en la mayoría de los casos, con el voto favorable del propio bipartito tras la introducción de algunas enmiendas) que no han llegado a constituirse, al margen de otras que sí se han creado, pero solo se han reunido en una ocasión.
La lista es larga, pero un buen punto de inicio podría ser, precisamente, la comisión sobre el cumplimiento de los acuerdos de pleno. El acuerdo de creación se aprobó a iniciativa del PSOE con la intención de velar por la ejecución de las decisiones aprobadas en el máximo órgano de representación política de la ciudad. Sin embargo, hasta ahora no se le ha dado desarrollo.
Tampoco se han constituido la comisión sobre el Plan Especial de Tabarca o la de vigilancia y salvamento, también promovidas por el PSOE desde hace meses. Como tampoco se ha creado la comisión sobre la contrata de mantenimiento de zonas verdes, igualmente a propuesta socialista, aunque mucho más reciente (se aprobó en el pleno de diciembre).
Algunas comisiones no se han creado pese a aprobarse hace un año, y otras solo se han reunido en una ocasión
Respecto a las propuestas registradas por Unides Podem, nada se sabe de la comisión sobre el Plan de Igualdad. Y por lo que respecta a las planteadas por Compromís, tampoco se ha constituido la comisión sobre la existencia de posibles responsabilidades en la tramitación del PGOU investigado en el caso Brugal. La coalición valencianista también ha planteado al menos la creación de otras dos comisiones, aunque lo cierto es que no ha existido tiempo material para que puedan reunirse, puesto que quedaron aprobadas este diciembre. Se trata de la comisión sobre los elementos patrimoniales de la ciudad que no están reconocidos como Bienes de Interés Cultural (BIC) y de la comisión sobre la planificación de los fondos europeos de la reconstrucción.
Además, entre las comisiones que solo se han reunido en una ocasión, se encuentran la dedicada al estudio de las relaciones de interacción Puerto-Ciudad; la comisión para el estudio de la modificación del Plan Especial del Centro Tradicional; la comisión sobre el Plan Integral de la Zona Norte o la comisión sobre las Partidas Rurales, creada a iniciativa de Vox.
Y al margen de ello, se da la circunstancia de que tampoco se ha reunido otros foros de representación política y social, como el Consejo Económico y Social de la ciudad, o el Consejo Local de Comercio, entre otros.
