VALÈNCIA. El expresidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) y presidente del grupo empresarial Importaco, uno de los primeros proveedores que optó por dedicarse casi en exclusiva a trabajar para los supermercados de Juan Roig, ha fallecido esta noche en Massanassa.
Nació en Beniparrell en 1942 y desde pequeño trabajó en el negocio familiar que fundó su padre, dedicado a la compra, venta y distribución de productos del campo. En compañía de su hermano, se especializó en los frutos secos, especialmente el cacahuete.
Pons fue el responsable de la alianza de Consum con Eroski, que años más tarde se acabó rompiendo, y durante ocho años estuvo al frente de la asociación que agrupa a los empresarios más inluyentes de la Comunitat Valenciana. Una temporada que sirvió para otorgarle una nueva estructura y convertirse en un referente patronal incluso frente a la organización vinculada a la CEOE, Cierval.
Vinculado a un movimiento surgido en los albores de la recuperación de la democracia en España, este empresario valenciano formó parte de un grupo de valencianos que desarrollaron una intensa actividad social, política y también económica.
Pasado su tiempo en el grupo de presión empresiarial, Pons inició una discreta retirada de la primera fila de la actividad pública. Dejaba tras si una AVE con mayor credibilidad de lo que la cogió y volvió a concentrarse en su negocio.
Así hubiera seguido de no ser porque la crisis de Bankia se cruzó en su camino. A finales de 2011, la crisis del banco común formado por Caja Madrid y Bancaja vivía uno de sus peores momentos hasta entonces. Rodrigo Rato, entonces presidente de la entidad financiera, había forzado la marcha de José Luis Olivas de la vicepresidencia.
Sin embargo, el paso de Pons por Bankia y por Iberdrola, entidad de la que fue consejero en nombre del banco, fue efímero. La intervención formal del banco y la llegada de José Ignacio Goirgolzarri provocó un cambio total en los órganos de gobierno. Y Pons salió sin hacer ruido.