Hoy es 2 de noviembre

surrealista y crispado final por el articulado de una propuesta

El PSOE de Elche vive la soledad del decreto del remanente; al PP se le tuerce la jugada para que el pleno lo rechace

14/08/2020 - 

ELCHE. Último pleno del curso político en Elche; extraordinario, como todo lo que rodea estos meses de pandemia, aunque no tan atípico por un común denominador, un nuevo enfrentamiento entre gobierno y oposición, esta vez auspiciado por el acuerdo de la Femp y Hacienda, motivo por el cual se había convocado este pleno extraordinario por el Partido Popular, a quien le salió el tiro por la culata al no lograr que la mayoría del pleno se mostrara contra la adhesión, y cuya redacción confusa de una de las propuestas de acuerdo desencadenó la cohetà del 13 de agosto entre gobierno y oposición. Por su parte, el PSOE saboreó la soledad de haber sido la única formación que apoyó con sus votos a favor la adhesión al acuerdo, ya que sus socios Compromís se abstuvieron, como hicieron el edil no adscrito y Ciudadanos. PP y Vox rechazaron la adhesión con sus votos.

Compromís deja solo a sus socios de gobierno

Sobre estos últimos, precisamente en días atrás ya habían dejado claro que a nivel local no les parecía bien el acuerdo ya que se pervertía el sentido del municipalismo, aunque no habían desvelado su voto para este pleno, que en cualquier caso no sería vinculante ni decisorio, sino tan solo de debate, ya que la potestad de adherirse al pacto de los remanentes es del alcalde vía decreto. La posición de Compromís hacía pensar que podía ser un voto negativo porque en Madrid Baldoví ya había mostrado sus quejas por la propuesta, y en la Diputación alicantina habían votado en contra. Sin embargo, aunque no votaron en contra de sus socios, con los que han cosido un bipartito estable, se abstuvieron, dejando al PSOE solo. Lo mismo que ocurrió en el pleno anterior con la moción de Compromís para quitar la nomenclatura de Juan Carlos I a una avenida, aunque cambiando la tornas (el PSOE votó entonces en contra). 

Precisamente cuando registraron la convocatoria del pleno extraordinario, en el seno del Partido Popular ya habían advertido del voto en contra de Compromís en la institución provincial, buscando esa división en el bipartito y que los de Esther Díez votaran en contra del acuerdo, mostrando al PSOE como único partido valedor de este pacto de entrega de 9 millones de remanente como préstamo a cambio de unos 3,5 millones y el retorno con intereses de esos 9 millones en un plazo de entre 10 y 15 años. Sin embargo, el PP no tuvo esa imagen, dado que al final Compromís se abstuvo, por lo que no fue tan clara, aunque en cualquier caso el PSOE fue el único que votó a favor. Y en ningún momento se había planteado que votaran en contra del acuerdo, como sí hicieron los socialistas de Denia

El PP no logra aunar al resto en torno a su posición

No obstante, quizá otra sorpresa para los de Ruz fue que tan solo Vox votó rechazar del acuerdo. Finalmente, tanto el edil no adscrito Eduardo García-Ontiveros como la portavoz de Ciudadanos Eva Crisol se abstuvieron, pidiendo eso sí una modificación del acuerdo y que se flexibilice el techo de gasto de las administraciones municipales. Así, los socialistas fueron los únicos que dieron el "sí" a la adhesión al pacto, justificando que puedan utilizar parte del remanente bloqueado por el techo de gasto para cuestiones como cultura, movilidad sostenible, urbanismo o materia social. Pero renunciarían a 9 millones de Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) para el próximo año; es decir, inversiones delimitadas, pero 9 millones, a cambio de 3,5 con un marco de actuación más amplio. Si finalmente sale adelante el acuerdo a nivel nacional, difícil por la fuerte oposición que ha encontrado, es una carta que se le puede volver en contra y que la oposición utilizará el resto de la legislatura. 

Esa es la propuesta del Gobierno a cambio de quedarse con los ahorros municipales, algo de lo que todos repitieron una vez más su argumentario de estos días. Un "chantaje", dijo Ruz. Además de desbloquear parte del remanente, la adhesión a la propuesta de Hacienda supone no tener que cumplir el techo de gasto este año y 2021 y un mayor plazo para ejecutar las IFS consignadas durante este año, de las que aún queda una parte que ejecutar de los 17 millones de euros

Un articulado confuso propicia el último enfrentamiento del curso

Por último, a un pleno anodino en el que se repitió el previsible argumentario por cada una de las partes, con todo tipo de acusaciones sobre la ley de Montoro, las deudas de las arcas en el Ayuntamiento antes de la entrada del PP, o incluso el Ministerio de Sanidad, un confuso articulado en una de las propuestas de acuerdo llevadas al pleno por los de Ruz generó el enfrentamiento más surrealista de los que han tenido lugar este año. Rezaba así:

3. Someter a votación de la Corporación Municipal la adhesión por parte del Excelentísimo Ayuntamiento de Elche a la propuesta formulada por el Gobierno de la Nación con la FEMP respecto al remanente de Tesorería de 2019. 

Una propuesta que nadie votó en el momento, ni siquiera el PP, fruto de la confusión, porque ateniéndose a la literalidad, como se hace con las propuestas de acuerdo o mociones, se estaba pidiendo votar a favor o en contra de votar en el pleno la adhesión o no al acuerdo, y no el fondo de la cuestión. Así lo interpretaron al menos PSOE y Compromís. El PP defendía que lo que querían que se votara era la adhesión o no al acuerdo, en resumen. Algo para lo que tenían una propuesta posterior que votar, más clara y sencilla respecto a qué se estaba votando:

4. Rechazar el Real Decreto Ley 27/2020 de 4 de agosto del Gobierno de España

Así pues, tras no aclararse con qué se votaba en la tercera propuesta que había presentado el PP, donde Ruz incluso pidió al Secretario que lo aclarara —cosa que rechazó el alcalde—, se hizo un receso para discutir sobre qué se iba a votar. Finalmente, se votó, aunque cada uno interpretando lo suyo: todos en contra, la oposición interpretando que querían que Elche se sumara a este pacto, y el bipartito que no se votara que la decisión fuera del pleno, ya corresponde al alcalde. 

Pasado el trámite, se votó el punto 4, que era nítidamente claro sobre el fondo de la cuestión, adherirse o no, y ahí fue donde solo el PSOE votó en contra de rechazar el decreto, es decir, apoyarlo. PP y Vox votaron rechazar el acuerdo, y el resto de grupos y el edil no adscrito se abstuvieron. Después de esto se votó por unanimidad un último punto de mero trámite, como el propio pleno, levantando la sesión rápidamente, y con una foto global insatisfactoria porque ni PSOE ni PP rentabilizaron el pleno. Los primeros vieron que están solos en esto, y los segundos que no todos muestran un rechazo frontal a la adhesión al decreto.

Algo que no evitó un último cruce de acusaciones para culminar el último pleno del curso político. Ruz calificó de "caciquil" la actitud del alcalde por no permitir consultar al Secretario sobre el punto de marras y por no permitirle autoenmendarla para hacerla más esclarecedora, cuando sí se había permitido a Crisol enmendar uno de los puntos planteados por el PP. El alcalde defendió que las enmiendas se presentan a las mociones por escrito antes del inicio de la sesión y no al orden del día del Pleno una vez iniciado el mismo, además de señalar las intervenciones "broncas" y "fuera de tono de Pablo Ruz". En definitivas cuentas, el 13 de agosto no hubo Nit de l'Albà, pero sí una cohetà final en el último pleno hasta septiembre.

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