ELCHE. Han sido días intensos en torno al Palmeral por su vigésimo aniversario como Patrimonio de la Humanidad tras la declaración de la Unesco. Días en los que se ha hablado del camino que queda por recorrer en los usos tradicionales, el riego o su mantenimiento, y que este no puede ser únicamente municipal, sino incorporar a otras administraciones, o del avance hacia un módulo de palmerero que va más allá de la poda. También se ha incidido en la necesidad de redactar el Plan de Uso y Gestión, herramienta fundamental. Sin embargo, no tanto de otra herramienta local, el Plan Especial de Protección, que después de varios borradores, puede caducar si no se presenta la redacción final caducará.

La Lotup establece en su Artículo 51.6 lo siguiente: 

El documento de alcance del estudio ambiental y territorial estratégico caducará si, transcurridos dos años desde su notificación al órgano promotor, éste no hubiere remitido al órgano ambiental y territorial la documentación referida en el artículo 54 de esta ley. Este plazo podrá prorrogarse justificadamente por otros dos años más.

A este respecto, desde el Consistorio sí se entregó el borrador del Plan Especial al que hace referencia el Artículo 54, pero aún no se han incluido las correcciones establecidas por las otras administraciones competentes (Vivienda con el Patricova, el impacto paisajístico o el Patae, Agricultura, Urbanismo...). A la sazón, son estas consideraciones con las que se debe configurar el plan definitivo para su aprobación.

Fue en el pasado agosto de 2018 cuando empezó la tramitación ambiental del documento de alcance del Plan Especial de Protección del Palmeral —de carácter urbanístico— como el borrador del propio plan ante el Consell. Un trabajo que se hizo en la legislatura pasada bajo la responsabilidad del entonces edil de Urbanismo José Manuel Sánchez. Ambos documentos pasaron los trámites pertinentes con la consulta pública por las afecciones y administraciones afectadas (Educación, Cultura, Política Territorial...).