Los enfermos de ELA no se merecen una ley para ayudarles a acabar la vida con dignidad. El Gobierno bloquea la norma. Entretanto, miles de afectados y sus familias viven desesperados por la falta de ayudas.
Tan sencillo y tan complicado, así se nos presentan muchas veces los dilemas de la vida, los problemas personales o profesionales. También las soluciones, especialmente cuando vienen de un tercero y pensamos, “qué sencillo es decirlo, pero qué difícil ponerlo en práctica”.
Ver una película en que ganan los buenos es una inteligente manera de pasar la tarde. No por conocidas, las aventuras de D’Artagnan y los tres mosqueteros dejan de encandilar. Dumas nunca nos falla.