SAN VICENTE DEL RASPEIG. En medio de la más que evidente división que sufre el PSOE de San Vicente se han producido los cambios. José Luis López Perona, el número once en la lista a las elecciones, ha tomado posesión durante la mañana del miércoles 31 de marzo como relevo de la ya exconcejala Belén Arques, quien renunció a su acta "sobrepasada" por los problemas internos del grupo municipal socialista.
Según han confirmado fuentes políticas a Alicante Plaza, el nuevo edil se mantiene en la cuerda de José Luis Lorenzo, mayoritaria en el número de seguidores y seguidoras dentro de la corporación y del grupo municipal. En el pleno extraordinario, López Perona ha jurado "cumplir fielmente las obligaciones del cargo de concejal del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del estado".
Por su parte, el alcalde, Jesús Villar, ha deseado al nuevo concejal lo mejor en esta nueva etapa donde se cumple con un "trabajo beneficioso para los vecinos y las vecinas de San Vicente del Raspeig". La tensión y las malas relaciones entre Villar y Lorenzo han desencadenado acciones como la retirada del sueldo y las competencias a quien un día fuera teniente de alcalde, portavoz y edil de distintas concejalías. Un cese que también salpicó a Ana Belén López, quitándole el cargo de jefa de prensa por "falta de confianza", según alegó Villar.
Y es que, como publicó este medio, ambos estaban dentro de grupos de WhatsApp paralelos -junto con otros concejales y concejalas, así como miembros del PSOE de San Vicente- en el que se filtraban documentos y se tomaban decisiones al margen del alcalde e, incluso, se conspiraba contra él. En una de las conversaciones, Lorenzo llegó a manifestar ser "copartícipe de esta mentira de proyecto que encabeza un alcalde en el que no creo y cada vez va a peor".
El contrataque del grupo municipal socialista ha llegado un mes después, cuando se ha acordado colocar a José Luis Lorenzo como representante en las comisiones informativas que se celebran previas al pleno para estudiar y tratar los asuntos que se incluirán en el orden de la sesión plenaria del mes. De esta forma, se otorga a Lorenzo cierto poder tras perder las competencias y el sueldo de concejal. En estas reuniones, el edil tiene poder decisorio, ya que su voto representa el de los diez concejales de la corporación, incluido el alcalde.
A partir de enero, los clubes de San Vicente podrán empezar a utilizar las instalaciones para sus entrenamientos.