ALICANTE. Marcha atrás. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, del Partido Popular (PP), rectifica y retrocede sobre sus propios pasos respecto a la regulación de los horarios de las terrazas de la hostelería con el propósito de reestablecer puentes con Compromís: la formación con la que había pactado la Ordenanza de Ocupación de Vía Pública para que quedase aprobada el pasado julio.
Ese acuerdo se fraguó después de que Vox hubiese retirado su apoyo al texto por el desencuentro suscitado con los populares en torno a la incorporación de autorizaciones para los llamados puntos violeta (los voxistas pedían que esa nomenclatura se sustituyese por puntos de información respecto a todo tipo de delitos, no solo los relacionados con las agresiones sexuales). Y, salvo sorpresa, será el mismo pacto que se reproducirá en el pleno de noviembre, con lo que la normativa concertada entre populares y valencianistas será la que quede aprobada de forma definitiva.
¿Consecuencias prácticas? La primera, que el horario especial de verano para el funcionamiento de los veladores quedará delimitado entre el 1 de junio y el 15 de septiembre, y no entre el 15 de junio y el 15 de octubre como había llegado a defender el PP tras admitir una alegación registrada por las asociaciones empresariales de la hostelería (APEHA, ARA y Alroa). Y la segunda, que queda descartada la posibilidad de que el funcionamiento de las terrazas se alargase en medio hora adicional respecto al texto aprobado en julio, como pedía Vox en sus enmiendas a la alegación de los empresarios, que el PP planteaba incorporar a la ordenanza definitiva hasta ahora.
De este modo, por regla general, las terrazas podrán permanecer instaladas hasta la medianoche de domingo a jueves, y hasta la 1:00 horas los viernes, sábados y vísperas de festivo. Con ello, se consuma el recorte respecto al funcionamiento autorizado en la ordenanza aprobada en 2014 (todavía en vigor) por la que se establece que los veladores pueden permanecer en la vía pública hasta la 1:00 horas de domingo a jueves, y hasta las 2:30 los viernes y sábados.
En lo que respecta a la temporada de verano, con la actualización de la ordenanza, los horarios establecidos para el resto del año se amplían hasta la 1:00 horas de domingo a jueves, y hasta la 1:30 horas los viernes, sábados y vísperas de festivo. En la regulación vigente (aprobada en 2014) el horario de actividad durante el periodo estival se extendía hasta las 2:30 los siete días de la semana.
Además, se mantienen el resto de los puntos concertados entre PP y Compromís, como la posibilidad de que se instalen veladores en las bandas de estacionamiento de vehículos (siempre que la Concejalía de Tráfico valide cada situación caso por caso) excepto en el Centro Tradicional y Casco Antiguo, y la ampliación de la zona de seguridad en ese espacio en las proximidades de los centros escolares. Al margen de ello, se incorpora la posibilidad de que los establecimientos comerciales puedan instalar alfombras y elementos decorativos vinculados a la campaña de Navidad con la llegada del Black Friday: otra de las alegaciones presentadas tras el proceso de exposición al público aceptadas en el informe técnico de resolución de esas objeciones que PP y Compromís sí han decidido mantener.
Con todo, más allá de la regulación pura y dura, el movimiento del PP tiene otras implicaciones de carácter político. Su paso atrás respecto a la ampliación de la temporada de verano -que la misma concejala de Ocupación de Vía Pública, Cristina Cutanda, había defendido públicamente el martes como razonable- permite que los populares puedan recurrir a un aliado alternativo a Vox -su socio preferente hasta ahora- en el supuesto de que resultase necesario. La maniobra trataría de evitar una monodependencia de los votos voxistas para sacar adelante propuestas todavía pendientes de pasar por pleno como la Ordenanza de Ruido. O incluso los presupuestos.
Con la baza de Compromís, el PP no quedaría abocado necesariamente a ceder siempre ante las pretensiones que pueda imponer Vox como condiciones ineludibles para prestar su apoyo. Es justo el camino que llevó a los populares a pactar la Ordenanza de Ocupación de Vía Pública con los valencianistas.
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Y persiste el deseo de mantener esa vía abierta ante el supuesto de que se tenga que volver a recorrer en lo sucesivo con el propósito de que no llegue a trasladarse a la opinión pública que se mantiene una hipotética debilidad ante las exigencias de Vox. Máxime después de que, en el último mes y medio se haya acelerado el cumplimiento de los acuerdos incluidos en el pacto que se alcanzó con ese partido en enero para que pudiesen aprobarse los presupuestos de este año.
Entre esos compromisos se incluye la regulación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) sin nuevas restricciones ni multas, la instalación de sombrajes en calles comerciales, el refuerzo de recursos para la Policía Local, la instalación de surtidores de agua refrigerada en la vía pública, el impulso de una ordenanza específica sobre mercadillos, la creación de un aparcamiento de vehículos en junto al mercadillo de Babel o la puesta en funcionamiento de tres oficinas de asesoramiento distintas: una frente a la ocupación ilegal de viviendas, otra de apoyo al cuidador y otra de asistencia a la maternidad. Justo la que quedó inaugurada este miércoles, entre protestas de los partidos del eje progresista y colectivos en defensa de los derechos de la mujer.
Lo cierto es que la rectificación sobre la temporada estival a incluir en la Ordenanza de Ocupación de Vía Pública se produjo justo antes de que tuviese lugar el acto de puesta en funcionamiento de esa oficina. Los populares citaron a Compromís a un encuentro a primera hora de la mañana con el fin de sondear opciones de apoyo para que el horario de verano pudiese ampliarse hasta el 15 de octubre. Pero sus argumentos no convencieron a los valencianistas, que persistieron en la necesidad de favorecer el descanso de los residentes. De ahí que se optase por renunciar a la incorporación de esa alegación específica demandada por los empresarios de la hostelería, a pesar de que el PP podía haber forzado su aprobación haciendo uso incluso del voto de calidad del alcalde, ante la baja por paternidad del portavoz adjunto de Vox, Mario Ortolá.
Con ello, el PP podría seguir contando con la opción de negociar futuros acuerdos con Compromís, haciendo uso de una geometría variable -con acercamientos hacia las distintas aristas del espacio político- que también se ha intentado poner en práctica con el grupo municipal de Esquerra Unida Podem a la hora de promover la subida de los recibos de la basura (que se acabó aprobando provisionalmente con el voto de calidad del alcalde) para equiparar la recaudación al coste real del servicio.
De hecho, esa negociación estuvo a punto de cerrarse con un acuerdo en el que los populares llegaron a mostrarse dispuestos a relajar el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos con Vox con gestos como la posibilidad de no visibilizar el servicio de asistencia a la maternidad con la instalación de una placa específica bajo la denominación de oficina con ese destino, según señaló este miércoles la coordinadora de Esquerra Unida, Lucía Ibáñez, en la protesta convocada a las puertas del centro comunitario Plaza del Carmen en el que ha quedado instalada. No obstante, EU Podem acabó dando por rotas las conversaciones después de constatar que el PP no iba a asumir todas sus condiciones.