ELCHE. Después de la primera modificación presupuestaria por el coronavirus, de 5,4 millones de euros para poder invertirlos en cuestiones sociales y economía local, en la que se recortó en el área de mantenimiento de las pedanías, el bipartito volvió a pasar la tijera en las partidas rurales con la modificación más reciente y más pequeña, de 1,9 millones de euros para ayudas a alquileres de hostelería y pequeño comercio. También para cuadrar cuentas por el dinero que dejará de ingresar por congelación de tasas. Después de ambos movimientos, el equipo de gobierno volverá a recortar en las pedanías, pero esta vez en inversiones para este año, como la redacción de los nuevos centros sociales. Porque tiene que elaborar un Plan Económico Financiero.
Este plan tiene su razón para ajustar el presupuesto de 2020 y 2021 tras haber incumplido la ley del techo de gasto en 2019. Un incumplimiento de la normativa que curiosamente no llegó por gastar mucho más de lo posible, sino por haber sido excesivamente conservador en sus previsiones. Cada año, las cuentas municipales tienen unas previsiones de ejecución pero también de inejecución del presupuesto —por ejemplo, este año es de 14,7 millones, como contó este medio—. Y en 2019, el bipartito ejecutó más presupuesto de lo que había previsto, con cinco millones más de la cuenta. Como consecuencia, tendrá que elaborar este plan que presentará en el pleno de este mes para equilibrar las cuentas.
En ese sentido, con el objeto de dar cumplimiento a la regla del gasto en los años 2020 y 2021 se ha propuesto declarar parcialmente no disponibles las partidas de inversiones correspondientes a la construcción de diversos Centros socioculturales en las pedanías ilicitanas de Torrellano, El Altet y Los Arenales por un importe total de 300.000 euros para cada uno, que era lo que se había consignado este año para la redacción de los proyectos, que serán financiados con fondos propios.
Eso sí, se mantienen 100.000 euros para cada centro con los que poder contratar la redacción de los proyectos, lo que supondrá una repercusión positiva de 227.820 euros sobre el cumplimiento de la regla del gasto en 2020. También se declara parcialmente no disponibles diversas partidas del capítulo 1 por importe de 900.000 euros como consecuencia de la no ejecución parcial de la oferta pública de empleo prevista y de la ausencia de servicios extraordinarios motivada por la suspensión de las fiestas patronales de este ejercicio, que tendrán una repercusión positiva de 890.550 euros, aunque en la práctica el grueso de esa partida ya se trasvasó a las partidas de ayudas de sendas modificaciones presupuestarias.
Sobre estas modificaciones, en la segunda se sustrajo dinero para las pedanías del mantenimiento y mejora de caminos en las pedanías, del que se restan 50.000 y quedan 100.000, una partida que a principio de curso tenía una consignación de 350.000 euros, pero de ella también se extrajeron 200.000 en la primera reforma. Algo que causó entonces las críticas del PP. Si bien es cierto que hay en marcha o ya se han adjudicado distintos servicios de asfaltado para el término municipal, incluidas las pedanías. También se redujo dinero relativo al transporte a estas, con 120.000 euros, aunque la edil de Movilidad Esther Díez apuntó que era un dinero consignado para una posible mejora del convenio y que tampoco afecta.
Por último, desde el Partido Popular, que ha venido criticando desde la primera modificación estas reducciones presupuestarias a partidas relacionadas con las pedanías, señalan que "este ya es el tercer recorte", apunta el portavoz Pablo Ruz. Sobre estos centros sociales, que entran dentro del Plan Cuatrienal de Pedanías, el edil apunta a que "dificilmente va a ser la legislatura de las pedanías", aludiendo a uno de los eslóganes socialistas, y añade que con estas reducciones dinerarias no habrá apenas consignación para este año. "Si siguen incumpliendo, es más que probable que no se pueda cumplir con el proyecto en los próximos años dado que faltarán ingresos”, teniendo en cuenta el contexto de caída de ingresos que habrá en el próximo curso. En la práctica, lo que es claro es que los proyectos se atrasarán. Además, según el plan pedáneo, toca 1,5 millones para cada uno, o sea que son proyectos a medio plazo al menos.
Con estas medidas, que irán a la Comisión de Hacienda del lunes como previo al pleno, "una vez más vemos cómo las pedanías son unas de las grandes damnificadas", apuntando que con el recorte de los Presupuestos Participativos también se van gruesos de inversiones en estas partidas. Señala también el edil que no hay avances con la redacción de los centros sociales. Al menos con los de El Altet y Torrellano, como ha tenido constancia este medio, ya que fueron encargados a Pimesa, pero aún no ha habido apenas movimiento desde 2018. Del de Arenales esgrime Ruz que se hizo un proyecto en la época de Alejandro Soler, pero quedó parado. Según el alcalde, el de esta pedanía sería el que más cerca está de finalizar su redacción.