ELCHE. Después de varios meses, semanas y los últimos días, en los que el asunto del Palacio de Congresos de Elche que tiene que financiar la Diputación de Alicante ha vuelto a la primera línea, con el polémico informe solicitado por Cedelco a la UMH en medio, empiezan a aclararse algunas cuestiones. Al menos, por parte del Ayuntamiento, porque el Ejecutivo local ha dado más pinceladas sobre el proyecto que plantea, ya que tras varias reuniones y el énfasis de Carlos Mazón en la necesidad de llegar a consenso y a hacer estudios técnicos para clarificar ideas, el debate en diferido a través de declaraciones cruzadas y la respuesta del presidente de la institución provincial a la propuesta de acuerdo de Carlos González han acabado por mostrar varios ejes del bipartito.
Precisamente el alcalde hizo públicas el viernes las aristas sobre las que se cimenta su propuesta de Palacio de Congresos, respondiendo así a las peticiones de hace varias semanas de la Diputación de aclarar qué modelo se busca, y de forma implícita, superar los puntos propuestos por Mazón para seguir avanzando: circunscribir el proyecto al estudio de la UMH y buscar consenso con agentes sociales. Para González, esto no es necesario dado que tiene claro cuál es el proyecto que quieren, y se jacta que "la alternativa es aquellos que piden un informe porque no tienen proyecto".
La idea que maneja González es apostar por el turismo congresual y de negocios, el conocido como turismo MICE, y justifica que "tenemos experiencia acreditada en ello; sabemos qué necesita la ciudad". Mientras que la gran liga de las convenciones, congresos y este tipo de eventos se juega en Madrid y Barcelona, desde el bipartito quieren acaparar el 30% de los que se realizan a nivel nacional, en los que se baten el cobre ciudades de entre 200.000 y 500.000 personas. Casos de Vigo o Granada, entre otras capitales.
Pretende un Palacio de Congresos con una gran sala con aforo para 1.300-1.500 personas, "que sea flexible y polivalente según el evento", y que tenga anexas también salas más pequeñas y flexibles —especificando que es algo que no tiene el de Torrevieja—. Este tendría que tener a su vez una sala de exposiciones así como restaurante y un aparcamiento subterráneo de 500 plazas en rotación, es decir, de pago, que asevera, "junto al aparcamiento que hay a 50 metros para 400 plazas, harían casi 1.000". Cree que debería haber también una zona verde en el exterior y accesos, peatonalizar el entorno, "y que sea un espacio abierto a la ciudad, no una caja; una arquitectura singular que sea un icono local y también provincial". Para esas cifras, por otra parte, la planta hotelera de Elche cuenta con casi 1.500 plazas, contando las de todo el término municipal.
Asimismo, el mercado al que quiere dirigirse es, además del español, al francés, alemán, inglés y portugués, que es el que más peso tiene en la Costa Blanca. Buscando pescar entre sectores como el médico-sanitario, económico y comercial, al de la universidad, "un gran generador de actividad congresual", y a "emergentes" como el deportivo, "aprovechando todas las infraestructuras deportivas que tenemos", apuntaba. Unos perfiles, tanto de países como de sectores, que señalaba también Mazón en su visita a la ciudad el jueves.
Sobre la financiación, el primer edil exige que la inversión de la Diputación sea "del 100%, porque es un compromiso con la ciudad de Elche que hizo el expresidente César Sánchez", y añade que en cualquier caso no lo ve incompatible con buscar otras alternativas de financiación a las que ha hecho referencia Mazón —Generalitat, Gobierno, Europa o inversión privada—, aunque espera que "no se alteren los factores del proyecto, si no, sería desvirtuar el compromiso de la Diputación", especificando que no se pueden condicionar estas otras vías a la viabilidad del proyecto. De la gestión, el alcalde apuesta por una al 50% entre ambas instituciones.
Otra de las cuestiones que se precisaba en la Diputación era la de 2021 a la hora de armar el presupuesto, saber cuánto dinero consignar para un proyecto que hasta ahora era poco más que un Palacio de Congresos en abstracto y que parece tiene algo más de forma. Mazón tenía dudas sobre qué partida habilitar para las cuentas, y calculando un supuesto de un inmueble de unos 30 millones de euros, sobre la base del 7% como máximo que establecen los gabinetes de arquitectura para redactar los honorarios de proyectos así, González cree que "podría estar en torno a los dos millones de euros". No obstante, es una cifra que coger con pinzas, como advierte el regidor, ya que "para eso están también los técnicos de Diputación", añade.
Así pues, pide, como estaba también en el documento, que haya una línea presupuestaria para sufragar los honorarios de la redacción del proyecto, y que después siga ampliándose la inversión para 2022 y 2023, lo cual caería además en año electoral, y sería una medalla que poder colgarse. González quiere aprovechar la pandemia para hacer los deberes y salir a competir por este mercado cuando finalice la crisis. "Queremos ni más ni menos que el mismo trato que la Diputación con el Adda o el Marq, una equiparación".
En cuanto a la ubicación, que es lo que más polémica ha generado, aunque Mazón insiste en que antes de entrar ahí hay que dejar claro qué se quiere, el alcalde dice tenerlo claro: "Estamos bien conectados con el aeropuerto, en J'hayton hay acceso directo a la carretera, está al lado el tren y está a 900 metros de la Plaça de Baix". Asegura además que apenas hay actualmente con el Plan General en la mano solares con una edificabilidad tan grande y cuyo suelo sea para dotaciones culturales. Obviamente González ya hizo difusión de forma interesada de un documento a favor de J'Hayton, dejando entrever que ese terreno es el único que recibe las condiciones. A ese respeto, aunque siempre se puede reparcelar o cambiar el uso de terreno, "si modificamos el Plan General para este asunto, dependeremos de terceras administraciones y todo se alargará aún más".
El alcalde no quiere estar a merced de los farragosos tiempos urbanísticos, ya que se pueden dar casos de suelo que son reserva escolar, por lo que habría que cambiarlo y consultar a la Conselleria si se puede, u otros cerca del palmeral complicarían la edificación por la aprobación de la Ley del Palmeral en ciernes —que ya está generando más conflictos en el E-16 o el solar de la Hiladora— por el impacto en el paisaje, una de las cuestiones que representa el solar de Candalix. Esgrime González que luego en estos terrenos se pueden encontrar 'sorpresas', en referencia a posibles cargas o que directamente tengan propietarios privados —como ocurre frente al Hospital, que ya está en marcha una promoción, y es una de las alternativas que le han puesto encima de la mesa al bipartito como alternativa—, lo cual podría significar expropiar y más trámites.
Por último, el primer edil también expresó el viernes su malestar por una 'invasión de competencias': "Cooperación sí, injerencias no", decía, al señalar que tenía la sensación de que se podía estar traspasando la "línea invisible que no se debe superar sobre la autonomía local", y que son cuestiones que ya "entran en otra esfera", en referencia a las propuestas de Mazón de contar con varias asociaciones empresariales y colectivos e intentar que la actuación se ciña al estudio de la UMH, que por otra parte puede aportar sobre todo en aspectos de gestión y economía, aunque no tiene departamentos de urbanismo, arquitectura o turismo, como sí tiene la UA, a quien su ayuntamiento ha encargado un estudio para su Palacio. No obstante, González no rechaza pedir algún informe técnico municipal o de otra índole si es necesario. Eso sí, no quiere circunscribir un "modelo y proyecto de ciudad a una decisión técnica, eso corresponde al gobierno". Pero también evita especificar si piensa presentar o someter su proyecto al Consejo Social, que en cualquier caso solo es consultivo.
Sobre el modelo de ciudad, desde el PP le reclaman que escuche, "debe reflexionar y no obcecarse en un emplazamiento concreto. Tienen que ser los informes técnicos los que establezcan cuál es el mejor lugar para hacer el nuevo palacio de congresos", apunta el edil Juan de Dios Navarro, también diputado en la institución provincial: "No puede ser una decisión unilateral del alcalde, tiene que ser una decisión de toda la ciudad".
Colateralmente, Aesec también salía al paso de declaraciones, pero de Mazón, con quien se reunieron el jueves por la mañana. Mientras que desde la Diputación se dijo en el comunicado que la asociación de empresas de servicios apoyaba el informe de la UMH, ellos matizaban: hay apoyo a un informe, pero que sea privado y no de la universidad porque "es intrusismo laboral". Un asunto que también está en debate en la asociación, que no quiere que se enquiste, pero que opina que la universidad no debería encargarse de estos asuntos, y también en el seno piensan que la Diputación debería hacer una mayor inversión en la ciudad frente a la presencia que tiene en la capital, y cuestionan que se haga otro palacio allí porque creen que van a competir inevitablemente entre ambos.
Con todo, ahora la pelota vuelve a estar en el tejado de la Diputación, ya que Mazón, a priori, ya tendría lo que pedía del alcalde: concreción. Al menos, más de la que había hasta ahora. Quedará por ver si vuelven a apelar al consenso y al estudio de la UMH, y si sirve la propuesta para el presupuesto de 2021. El Ayuntamiento le enviará un informe, según comentan fuentes municipales. Habrá que ver si en estos meses finales de año el entuerto, que empezó hace dos años, se desbloquea. Con la mosca en la oreja de tiempos pasados y obras faraónicas, si el proyecto es un éxito, tendrá muchos padres. Y muchos culpables si sale mal, máxime con unas elecciones en 2023, en el caso que los tiempos urbanísticos permitan atisbar un proyecto finalizando. Pero para eso aún queda, esto acaba de empezar. Es política. Y sobre todo, urbanismo.