ALICANTE. Comienza una nueva etapa política en el Ayuntamiento de Alicante. Una en la que la segunda ciudad de la Comunitat va a estar regida por un gobierno de sólo seis concejales, los del PSOE, y que nadie sabe cuánto puede llegar a prolongarse. La renuncia de los cinco concejales de Guanyar a sus delegaciones, registrada este miércoles, pone fin al tripartito constituido tras las municipales de 2015 y deja el camino despejado a los socialistas para cumplir lo que varios de sus dirigentes locales han reconocido como un anhelo: poder gestionar la ciudad sin ataduras. La nueva portavoz del equipo de Gobierno, Eva Montesinos, abundó en ello al sostener -también este miércoles- que el PSOE no va a volver a gobernar con Guanyar bajo ningún concepto.
En esa exclusión no se mencionó a Compromís, aunque el alcalde, Gabriel Echávarri, ya había anticipado hace una semana -cuando se precipitó el abandono de los tres ediles nacionalistas- que a partir de ahora iba a mantener todo su empeño en trabajar por Alicante para que los ciudadanos juzgasen la labor de su gobierno cuando lleguen las municipales de 2019. Él, su grupo de concejales y su partido, han subrayado en las últimas semanas que no va a ser fácil. Y desde todos los grupos políticos de la oposición se les advierte de que sencillamente será imposible. Estos son los acontecimientos que se pueden esperar a partir de ahora.
-El reparto de competencias. La salida de Guanyar vuelve a exponer a Echávarri a reorganizar la composición del gobierno. Los primeros cambios representativos se conocieron ya este miércoles: Eva Montesinos, que ya ejerce de portavoz del Gobierno, se convertirá en vicealcaldesa, en sustitución del líder de Guanyar, Miguel Ángel Pavón; las tenencias de alcaldía se repartirán ordenadamente entre los seis ediles socialistas en función del puesto ocupado en la candidatura electoral; y Sofía Morales asumirá la presidencia del Patronato de Vivienda, hasta ahora en manos de Julia Angulo. El reparto de delegaciones que manejaba la plataforma electoral liderada por EU no se concretará hasta este jueves. Las dos responsabilidades de mayor trascendencia son Urbanismo y Limpieza: son las dos áreas en las que el PSOE quiere demostrar que las cosas se pueden hacer de otro modo a como se han manejado en estos dos años y en las que se juegan gran parte de su crédito. El objetivo es agilizar el funcionamiento de Urbanismo que, según los socialistas, hasta ahora ha estado bloqueado. Y corregir la imagen de suciedad en la escena urbana que, insisten, ya nadie niega.
Todo parece indicar que Echávarri aboga por no asumir ninguna nueva competencia. Es más, incluso estaría sopesando la posibilidad de renunciar a Fiestas. Según fuentes municipales consultadas, en las últimas 24 horas no se había comunicado nada a ningún concejal, pero se especulaba con la posibilidad de que Urbanismo recayese en manos de Carlos Giménez, que ya asume Recursos Humanos, Contratación y la Agencia de Desarrollo Local, y que Limpieza quedase bajo la responsabilidad de Montesinos (Turismo y Deportes, que también podría tomar Medio Ambiente) o Fernando Marcos (Seguridad y Memoria Histórica, que probablemente sumará Estadística). Sofía Morales (que dirige Hacienda, Patrimonio y ahora también Educación e Igualdad) podría tomar las riendas de Acción Social y Gloria Vara (Infraestructuras, Inmigración, Plaza de Toros, Comercio y Hostelería), sumaría Cultura. Protección Animal, muy posiblemente, quedaría suprimida de modo que sus funciones quedarían integradas en Sanidad.
-El primer pleno en solitario. Todo apunta a que el reparto oficial de delegaciones se conocerá al término del primer pleno con un gobierno del PSOE en solitario, que se celebra a primera hora de este jueves. Se trata de una sesión extraordinaria para aprobar la cuarta modificación de crédito del presupuesto de este año. En principio, la propuesta prosperará con los votos de PSOE, Compromís y Ciudadanos, siempre que se mantenga el sentido del voto de la comisión de Hacienda celebrada este lunes. Guanyar y PP se abstuvieron. Guanyar podría volver a reprochar a sus ya exsocios socialistas que no se haya incluido el suplemento de crédito necesario para complementar los sueldos de los jóvenes contratados en el Ayuntamiento a través del programa Avalem impulsado por el Servef.
Guanyar ya se pronunció en ese sentido en el pleno ordinario de octubre, en una clara crítica a las decisiones del PSOE, y también ha discrepado de los socialistas en acuerdos adoptados en las últimas Juntas de Gobierno en las que han participado: se ausentaron a la hora de reasignar las competencias de Compromís, rechazaron la prórroga de la gestión de la Plaza de Toros y no secundaron la adjudicación de un contrato del Programa de Educación Permanente de Personas Migradas a una ONG (la Liga de la Educación) que consideran vinculada a militantes del PSOE. Guanyar ya se opuso a la concesión de un contrato previo a esa misma ONG en septiembre.
Todo parece indicar que el desmarque va a ser la tónica general en todos los plenos: Guanyar y Compromís no van a respaldar propuestas que se aparten de los principios establecidos en el pacto de gobierno de 2015. Y ambas formaciones van a aprovechar la mínima ocasión para emplazar a Echávarri a que presente su dimisión para que se pueda reconstituir un gobierno de progreso con otro concejal socialista al frente. El PP les ha brindado una oportunidad extra para hacerlo al forzar un pleno específico sobre la crisis municipal desatada tras la ruptura del tripartito. Como ha informado este diario, el primer edil baraja convocar esa sesión justo al término del pleno ordinario de noviembre, el día 30. E, igualmente, al menos Compromís, ya ha manifestado su exigencia de que se convoque el pleno sobre el estado de la ciudad, después de que su fecha oficiosa se haya aplazado ya en dos ocasiones.
-La búsqueda de los 15 votos. Los dos exaliados del PSOE ya han anunciado que no van a esperar ni un minuto para comenzar a negociar con los concejales de la oposición el voto número 15 que resulta necesario para promover la sustitución de Echávarri en la Alcaldía. Guanyar y Compromís consideran que esa es la única solución al problema; que debe alcanzarse lo antes posible (los nacionalistas hablan de inicios de 2018 y Guanyar también prevé acordar un plazo límite similar en asamblea) y que, además, es viable, en contra de lo que alega el primer edil para continuar en el cargo. Ya ha habido contactos previos en esa dirección e incluso Guanyar avanzó este miércoles que contaba con el respaldo de ese edil opositor: se trataría del exconcejal de Ciudadanos, Fernando Sepulcre, quien les habría expresado su disposición a apoyar ese relevo esta misma semana, en el transcurso de un acto público. Lo cierto es que tanto él como la también edil no adscrita, Nerea Belmonte, señalaron en sendas entrevistas concedidas a Alicante Plaza que no podían decantarse claramente por un posible sustituto de Echávarri en el caso de que llegase a plantearse un pleno de investidura.
-Todos quieren a Ciudadanos... y Ciudadanos se hace de rogar. De ahí que el objetivo de los dos exsocios de Echávarri sea el grupo municipal de Ciudadanos en busca de una mayor estabilidad para ese hipotético pleno de investidura de nuevo alcalde. Desde que estalló la crisis, la portavoz municipal del partido de Albert Rivera, Yaneth Giraldo, viene sosteniendo que la condición que resulta necesaria sigue sin existir: la renuncia del alcalde. De momento, desde su grupo se sostiene que no se tiene ninguna decisión tomada más que la de exigir la marcha del primer edil. Pero no hay nada más allá. En el caso de que se vaya a elección de un nuevo alcalde, el voto de sus cinco concejales se decidirá entre Madrid, València y Alicante. ¿Es posible un acuerdo con Compromís y Guanyar? Las fuentes del partido consultadas señalan que imposible no es, pero desde luego sería complicado. Y todo parece indicar que, si hay negociación, Cs venderá caro un hipotético respaldo al poner sus propias condiciones.
Por lo pronto, este miércoles Cs lo único que dejó claro es que el ofrecimiento del PP para facilitar su regreso a la Alcaldía con un acuerdo de investidura o de gobierno es un brindis al sol y sólo se abrió la puerta a sopesar su apoyo a una moción de censura. De hecho, retaron al PP a presentarla. El problema es que, hoy por hoy, no es viable con 8 ediles del PP y 5 de Cs. Se necesitaría la participación de Guanyar o de Compromís (los votos de los no adscritos no computan). Y nada parece indicar que ese supuesto vaya a darse.
-El caso Comercio y el despido de la cuñada de Barcala. Mientras se buscan esos 15 votos, las dos investigaciones en las que el alcalde se encuentra inmerso siguen su curso. Las defensas de dos de los procesados por el supuesto fraccionamiento de contratos de la Concejalía de Comercio -las del jefe de gabinete de Alcaldía, Lalo Díez, y del asesor de la concejalía, Pedro de Gea-, han presentado un recurso contra la desestimación de su última petición de prueba: la nueva toma de declaración del exjefe de servicio, Diego Agulló, y de la máxima responsable técnica del departamento, para que expliquen por qué no se opusieron a que la organización de las galas de entrega de premios de Comercio celebradas con anterioridad se contratasen con el mismo sistema que la que está bajo sospecha (entre otros pagos), mediante varios encargos por separado.
Según las fuentes jurídicas consultadas, ese recurso no paraliza los plazos para recurrir en apelación frente al auto de procesamiento (el paso previo al auto de apertura de juicio) ante la Audiencia Provincial. Ese plazo expira a mediados de la próxima semana. Las mismas fuentes precisaron que por el momento no consta que se haya registrado. En el momento en el que se presente, probablemente no quedará resuelto -como muy pronto- hasta dentro de cuatro o cinco meses.
También deben avanzar las diligencias por el supuesto despido irregular de la trabajadora interina cuñada del líder del PP, Luis Barcala, a partir de la declaración de los dos investigados: Echávarri y el edil de Recursos Humanos, Carlos Giménez. Tras su citación, el próximo 24 de noviembre, todo parece indicar que podrían solicitarse nuevas testificales (posiblemente, las de los técnicos que elaboraron el informe en el que se fundamentó el despido) antes de que la titular del Juzgado de Instrucción número 2 resuelva si archiva o prosigue con la investigación.
-El respaldo del PSPV. Sea como fuere, en la cúpula regional del PSPV se mantiene el apoyo a Echávarri tras el abandono de sus dos socios y, pese a que se admita que un gobierno en solitario con seis ediles no es la mejor situación posible, ese respaldo se mantendrá salvo que se dicte un auto de apertura de juicio frente al que no quepan más recursos. En ese momento, fuentes socialistas garantizaron que habrá decisiones: la dirección que encabeza Ximo Puig (quien se ve obligado a responder sobre el tema casi a diario y que reconoce que existe un problema de gobernabilidad del que no sólo responsabiliza al alcalde) trasladará a Echávarri que debe dejar el cargo.
Por el momento, el secretario de Relaciones Institucionales y Acción Territorial del PSPV, Carlos Fernández Bielsa, insistió este miércoles en que "el alcalde y los concejales socialistas están trabajando para impulsar la ciudad de Alicante y dar tranquilidad a los alicantinos y alicantinas y garantizarles que van a seguir trabajando en seguir aplicando políticas de izquierda y para las personas, que mejoren la vida de la gente". "En cualquier caso, el peor PP corrupto no volverá a gobernar en la ciudad de Alicante", añadió, en declaraciones a este diario.
-El candidato alternativo. En realidad, en las palabras de Fernández Bielsa está la clave de otro de los asuntos espinosos que deben resolverse para que se dé un cambio en la Alcaldía. Si Echávarri dimite, se necesitan los citados 15 votos. De ahí que el rechazo del PSOE a volver a formar gobierno con Guanyar que la socialista Eva Montesinos anunció tras la marcha de los cinco concejales de ese grupo cogiese por sorpresa incluso a sus propios compañeros de filas. Como poco, las fuentes consultadas señalaron que esa posición taxativa no se había tratado en el seno del grupo municipal. "El alcalde es el que tenemos y el PSOE no va a apoyar a ningún otro; pero si llegado el caso, tiene que dimitir, hará falta sumar apoyos, entre ellos los de Guanyar, porque lo que no se va a permitir es que el PP gobierne", señalaron fuentes socialistas. Así que no queda claro si las palabras de Montesinos fueron un error de cálculo o una posición consciente con la que todos o parte de los ediles socialistas estarían dispuestos a impedir un hipotético relevo de Echávarri.
¿Quién podría ser la persona elegida para ocupar el puesto de Echávarri si se diese ese escenario? Guanyar y Compromís vienen manifestando que ese candidato debe proponerlo el PSOE. Hasta ahora no han desvelado públicamente ninguna preferencia, aunque sí han dejado claro que no puede ser alguien inmerso en una investigación judicial y también han insinuado que Montesinos podría cumplir el perfil idóneo. Durante la vigencia del tripartito, ella ha sido la que ha ejercido de interlocutora entre el PSOE y sus socios. Y ella es, además, la número 2 de la candidatura del PSOE: para que se eligiese a cualquier otro miembro de la lista, ella debería renunciar a ser candidata en un hipotético pleno de investidura. El número 3 es Carlos Giménez y la número 4, Sofía Morales. De momento, Montesinos rechaza la posibilidad de optar al cargo. Sólo lo haría "si se produjese una situación muy excepcional y si me lo pidiese mi secretario general (el propio Echávarri) y mi partido", ha llegado a declarar.