ELCHE. El pasado lunes tenía lugar en el Centro de Congresos una reunión del grupo de trabajo que había venido compartiendo las ideas y necesidades sobre la industria y la innovación de Elche y comarca de cara a la Learning Factory en el edificio de Correos. Un encuentro con el presidente de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), Andrés García Reche, la consellera de Innovación, Carolina Pascual, y autoridades locales así como agentes sociales. La novedad era la presencia de Carsa, la empresa bilbaína a la que la AVI ha encargado diseñar el proyecto y su 'conceptualización' en un plazo de 18 meses. "¿Por qué 18 meses?". Una pregunta con mucha miga bajo la que subyace una realidad local, para proyectos en la ciudad, la lógica de pedir antes bajar al terreno se lleva al extremo. A veces hasta el punto de que pueda entorpecer o lastrar iniciativas.
La pregunta, formulada de forma clara, toca una situación recurrente en los últimos años con la inversión de administraciones ajenas: antes se necesita un estudio, o un estudio de largo alcance, como es el caso, en el que se quiere impulsar una pequeña oficina a corto plazo antes de la gran obra. Una suerte de apaño como el que se ha realizado con la Agencia Valenciana de Protección del Territorio (AVPT), en la que se han instalado unos pocos funcionarios por el momento. Eso sí, para esta pequeña oficina no ha hecho falta ningún estudio. En el fondo, se trató de una pregunta simple a la que desde la consultora también se respondió de forma ídem: "porque es lo que pone el pliego". Cuenta alguno de los asistentes que provocó caras de circunstancia entre los dirigentes de la AVI, ya que la respuesta de Carsa daba a entender que se podría haber realizado en menos tiempo y que no era necesario ese año y medio. O puede que sí lo sea.
Desde el anuncio de Correos en el año 2018... ahora 18 meses de estudio para su desarrollo
En cualquier caso, ya es una iniciativa que llegó con dudas, en parte por los bandazos de la propia agencia tras un anuncio de hace años de Ximo Puig, que ahora se ve nítidamente precipitado, para construir un "centro de diseño y moda de calzado". Después pasó a ser un centro de diseño integral, y ahora esta learning factory que al menos hace unos meses algunas autoridades políticas tampoco parecían tener claro qué era cuando lo presentaron. A priori, una fábrica piloto donde probar nuevas tecnologías para poder implantarlas en el proceso productivo, la parte más compleja, además de formación laboral.