ELCHE. Cuatros años después del anuncio del entonces centro de diseño y moda del calzado, oficialmente puede empezar ahora el trabajo para diseñar conceptualmente el proyecto que promueve la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), que ha encargado a la consultora bilbaína Carsa este objetivo. Eso sí, como ya se ha venido contando, el edificio de Correos adquirido por la Generalitat Valenciana albergará una learning factory, que debería hacer de puente entre la nueva tecnología y la industria valenciana, una suerte de laboratorio de pruebas que traslade técnicas innovadoras o disruptivas de empresas o entidades a la fase productiva.
Carsa (Consultores de Automatización y Robótica SA) ha sido la escogida para ese diseño, que tendrá un plazo de 18 meses desde que se formalice el contrato, trámite que está pendiente ahora que la Agencia le ha propuesto como adjudicataria. La consultora de Bilbao se ha impuesto a la Technische Universität Darmstadt, la universidad alemana en la que se había fijado la AVI para el desarrollo del proyecto y de la que incluso un investigador de la misma estuvo explicando al grupo de trabajo impulsor cómo funciona el Centro de Productividad Industrial (CiP) de esta universidad. Esta última había presidido hasta diciembre de 2021 la Asociación Internacional de Learning Factories. Tan solo quedaban ambas en el procedimiento ya que Kamar Ingeniería y Servicios fue excluida y la ilicitana Eunova 2001 se retiró del mismo.
La firma se ha hecho con el concurso al ofrecer un precio más competitivo, lo que ha sido decisivo, ya que en la parte técnica la universidad tenía ligeros mejores resultados. En total, de los 100 puntos, los primeros han logrado 90 puntos frente a los 88,03 de los segundos. Asimismo, sobre Carsa, una "consultoría estratégica en innovación", nació en Bilbao en 1987, al calor de la reconversión industrial de Euskadi, empezando centrados en el apoyo a la automatización y robotización de procesos a empresas de marcado carácter industrial. Con la progresiva aparición de nuevos mercados, actualmente se han consolidado como un referente en materia de innovación y el desarrollo tecnológico trabajando a nivel europeo en la definición o análisis de Centros Tecnológicos, Digital Innovation Hubs, clústeres sectoriales u otras plataformas de dinamización económica. No obstante, la mesa de Contratación, a pesar de la propuesta, planteó algunas dudas en el proceso:
A la hora de valorar la oferta presentada por Carsa, la documentación que se aporta ofrece dudas en cuanto a que el Centro de Excelencia en el desarrollo de soluciones de fabricación cero defectos (ZMD) responda al objetivo final del contrato que es crear un modelo educativo cuyo propósito principal sea el aprendizaje. El objetivo principal que busca la AVI no es el generar unas infraestructuras para ofrecer un portafolio de servicios tecnológicos dirigidos a la digitalización de las pymes, ni el mostrar infraestructuras y sistemas avanzados de fabricación inteligente, ni el desarrollo de tecnologías para la toma de decisión y control de procesos.
Así pues, tras el centro de diseño, la propuesta de integrar a las universidades (se presupone que la UMH) que gustaba en la AVI —y que es en parte el modelo del proyecto alemán—, y el grupo de trabajo previo con entidades tecnológicas, profesionales y ayuntamientos implicados para lanzar ideas, finalmente toda esta conceptualización quedará vista para sentencia cuando se firme el contrato. Carsa se encargará de darle forma a este proyecto de innovación con el que hay altas expectativas por parte de las administraciones. Eso sí, con el plazo de ejecución de año y medio, la entrega será en la siguiente legislatura, puede que con otro Gobierno (o no), dado que hay comicios autonómicos en abril de 2023.