a 10 y 5 años vista; la electrificación se acompañará de doble vía

Conectar el aeropuerto con el Cercanías costará sobre 350 millones; electrificar el tramo Alicante-Elche, 47

2/04/2022 - 

ELCHE. Es una de las reivindicaciones comunes que se llevan escuchando años tanto desde la política como desde la sociedad civil y entidades de Alicante, Elche y resto de provincia: la conexión de la red de Cercanías con el aeropuerto. Un proyecto plagado de promesas y compromisos que ha ido pasando de largo de PGE en PGE. El pasado año, y de cara a los nuevos presupuestos, en los que se arrancaron del Estado 300 millones para infraestructuras de toda la comunidad, el Consell intenta que el Ministerio de Transportes, el Mitma, priorice algunas infraestructuras clave. Una de ellas es la ansiada conexión del ferrocarril con El Altet, y que la conselleria de Política Territorial asume como objetivo en borrador final del Plan de Movilidad Metropolitana Sostenible del área de Alicante-Elche (PMoMe). Una enorme intervención que se calcula en 350 millones de euros, y también la electrificación de la conexión entre la estación de Alta Velocidad de Matola con Alicante, calculada en 47 millones.

La inclusión de sendos proyectos en el plan, que depende de Renfe y Adif, lo fija como objetivos prioritarios para la provincia, aunque evidentemente no garantiza su ejecución a corto plazo al depender del Mitma. De hecho, las propuestas para la denominada 'Variante Torrellanohan pasado de largo en los últimos presupuestos generales, a pesar de la inclusión de las enmiendas conseguidas por Compromís, que suponían el compromiso —ya incumplido— de la conexión simultánea desde Elche y Alicante con 65 millones hasta 2024 con importantes anualidades. Precisamente este mismo mes, a raíz de una pregunta de un senador del partido, Carles Mulet, trascendía que Adif ha iniciado este año la redacción del pliego para para licitar la Fase I por 500.000 euros. El pasado años el propio Puig trasladaba algunas de estas actuaciones prioritarias a la ministra Raquel Sánchez, tras años de predicación en el desierto a la espera de mejora de unas infraestructuras cada vez más desfasadas que suponen tanto la pérdida de pasajeros como de impacto económico.

Implantación a una década vista que depende de Renfe y Adif

El calendario de implantación es de hasta una década, teniendo solo en cuenta que se ha empezado a elaborar el pliego para la redacción del proyecto. Después vendrán las licitaciones para las obras, la propia ejecución de las mismas... un proceso administrativo de muy largo recorrido teniendo en cuenta ejecuciones, exposiciones públicas, informes sectoriales o posibles alegaciones, entre otros. Como indica el plan, a la red de Cercanías Alicante-Elche (Línea C-1) le falta intermodalidad, tiene bajas frecuencias y retrasos constantes, obsolescencia del material móvil y de la infraestructura y los elevados tiempos de recorrido, entre otras cuestiones. Además, el CIVIS, servicio que reduce el recorrido entre las dos ciudades en 5-8 minutos, no pasa por Torrellano ni Crevillent. La realización de esta variante evitará la inversión de marcha en el apeadero de San Gabriel y redundará en una reducción del tiempo de recorrido.

Conexión del AVE con el casco urbano de Elche

Asimismo, la obra consta de dos partes, además de la Variante para conectar la red con el aeropuerto, la otra es la conexión de la misma con el apeadero del AVE en la pedanía ilicitana de Matola. De este modo la línea ya no tendrá paso por la actual estación de Crevillent, que se encuentra a las afueras del municipio, a una distancia similar a la estación de AVE de Elche, por lo que esta pasará a dar servicio al municipio de Crevillent y por tanto deberá tener una buena conexión con el mismo. Esta variante para conectar la Alta Velocidad potenciará el aprovechamiento de esta nueva estación y del Cercanías de forma conjunta, en vía doble de ancho internacional y electrificada. 

La misma permitirá la mejora de la oferta de transporte para los viajeros que utilicen la estación de Elche Alta Velocidad, que podrán trasbordar a la línea de Cercanías para acceder al centro de Elche o a los municipios de la Vega Baja. De este modo, "servirá como nodo de conexión tanto con los servicios de AVE hacia Madrid y el interior de España, como en el Corredor Mediterráneo, con servicios futuros de Alta Velocidad hacia Valencia y Barcelona al norte, y Almería al Sur, como posible servicios AVANT Murcia-Elche-Alicante-Valencia-Castellón, previstos en los diferentes estudios realizados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y ADIF", señala el informe. En todo caso, como contó este diario, los asesores de Fomento desaconsejaron la conexión del apeadero con el casco urbano por la elevada inversión y la baja demanda. Un coste que ya se conocía que se estima ahora en 37,8 millones de euros y de los que presupuestaron 5 millones para el estudio del proyecto en 2020 en los Presupuestos Generales del Estado pero no ha habido más noticia.

Electrificacíon y doble vía del AVE de Elche a Alicante

Por último, aunque de estos proyectos ya se ha hablado, se ha intentado presupuestar y hay unos trámites mínimos, también está el objetivo, de nuevo de competencia ministerial, de la electrificación y duplicación de la vía entre Alicante y Elche (desde la Alta Velocidad en Matola), que tiene un coste estimado de 47 millones de euros. Eso sí, se ha fijado el calendario de implantación en 5 años, lo que hablando de este tipo de proyectos y las promesas en balde, sería poco tiempo. Otra cosa será cuándo llegue esa implantación final o que al menos se empiece a tramitar. Queda por hacer todo: el estudio de expropiaciones y ocupación de suelo y las obras, tanto duplicar como electrificar el tramo. 

La línea C-1 Alicante-Murcia se encuentra en declive por una infraestructura obsoleta de vía única y sin electrificar. A ello se debe sumar los problemas del material móvil, con trenes ya muy viejos —con nuevos en una larga licitación de compra para vehículos de todo el país— y con problemas de mantenimiento, además de la escasa frecuencia de los servicios, de una hora en horas valle y de media hora en horas punta. Por ello presenta unos tiempos de viaje entre las dos ciudades nada competitivos, lo que favorece el vehículo privado. Con esta propuesta, el tramo pasaría de vía única a vía doble, y llevaría aparejada la reducción del tiempo de recorrido en un 27%, "además de conseguir un aumento de frecuencias, con trenes cada 20 minutos en hora punta. Se verán beneficiados principalmente los usuarios de los municipios de Alicante, Elche y Crevillente, además de los usuarios del AVE".

Un declaración de intenciones ambiciosa que se quiere compaginar con otros macroproyectos

Propuestas todas ellas que llevan muchos años encima de la mesa —la propia 'variante Torrellano' tenía proyecto completo con estudio ambiental favorable en 2006, ya caducado—, y que requieren de unos niveles de tramitación, local, nacional o autonómica, que sumada a otras iniciativas pueden hacer que una década parezca poco. Aún está por conocer la pedrea de ese fondo extraordinario de infraestructuras de 300 millones de euros, con los que Puig se ha comprometido a culminar el fin de la Ronda Sur y a plantear quizá una financiación de parte de la conexión del tren con el aeropuerto. Paralelamente, de entre 5 a 10 años, con la Variante Torrellano y la conexión del AVE entraría otra reivindicación, la parada en el Parque Empresarial, el otro gran núcleo de trabajadores (12.000) junto a los del aeropuerto (7.000). Y otras actuaciones importantes en Alicante con el Tram y en Elche con la plataforma anunciada de buses de alta capacidad entre ella y Crevillent, a diez años vista también con 65 millones de inversión. Un cúmulo de actuaciones con las dudas de siempre: si es un calendario viable, si se logrará esa inversión o si quedará en más compromisos olvidados.

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