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los problemas de la línea murcia-alicante

El Cercanías, el gran olvidado: retrasos, material obsoleto y 800.000 pasajeros menos en diez años

4/11/2018 - 

ELCHE. Hace varias semanas, después de que el ministro de Fomento José Luis Ábalos se comprometiera con el empresariado valenciano a que el AVE llegaría después de verano a Elche, volvió a retrasar la cita hasta primavera de 2019. Así pues, una vez más, todo el mundo con la línea de Alta Velocidad en mente, generando ruido y comentando el enésimo retraso del proyecto. Sin embargo, mientras que las miradas desde la alta política se dirigen hacia el AVE, reorientando las propias agendas discursivas de dirigentes locales y/o plataformas, que también han reivindicado las obras necesarias en las líneas de Cercanías, estas son las gran olvidadas de estos planes. Y los datos hablan por sí solos, de los 3,1 millones de pasajeros que utilizaban la línea C-1 del Cercanías Murcia Alicante en 2008, en 2017 fueron 2,3 millones —las cifras son de 1,5 millones y 1 para la C-2 entre Murcia y Águilas—.

Pérdida de viajeros y demoras considerables

Nada más y nada menos que 800.000 son los pasajeros que ha perdido la red de Cercanías en prácticamente diez años. Una pérdida de pasajeros que ha ido aumentando progresivamente. El problema que subyace a esto es la evidente desidia por parte de los diferentes gobiernos al no haber hecho las inversiones pertinentes en una línea que lleva muchísimo tiempo sin una inyección de dinero. Algo inexplicable teniendo en cuenta el flujo de estudiantes, trabajadores y gente en general que utiliza este trayecto a diario debido a las universidades que hay de por medio, al aeropuerto o al Parque Empresarial. “Todo funciona a la espalda de esto”, como señalan trabajadores de Renfe. Un olvido que se convierte en retrasos importantes: por cada 43 trenes programados al día en la línea C1 hay 10 retrasos; 126 en los 430 al mes y 1548 de los 10.343 anuales.

Una falta de apuesta por la línea diaria, la más importante, que va sufriendo pérdida de viajeros por un cúmulo de factores: las obras en los nuevos accesos a Murcia —que retasan más la llegada a Elche, que no tiene la frecuencia adecuada desde Alicante—, la supresión de algunos horarios, vías sin duplicar que suponen maniobras largas y la influencia en las líneas locales de los trenes de larga distancia; prácticamente cualquier incidencia se traduce en un retraso. Alguno de esos pequeños ejemplos se encuentra en la eliminación de horarios clave. De Murcia a Alicante se ha quitado el tren de las 7:25, que venía bien para ir a la universidad, por lo que ahora sólo queda el de las 6:45. Es decir, un horario disuasorio, que viene a justificar el importante porcentaje de uso de utilitarios entre Alicante y Elche, que asciende a un 58% según el Consell.

Vías aceptables, pero trenes anticuados y sin electrificar

Por otra parte, el material de las estaciones se ha quedado obsoleto. Principalmente los trenes, que son de 1982. Inaugurados para el Mundial, eran buenos para aquél tiempo porque eran de calidad, pero se han quedado anticuados. Normalmente llevan cinco motores, uno para la climatización y demás y cuatro de tracción. Sin embargo, ahora mismo van con tres para la tracción muchas veces, por lo que si hay una avería, puede costar bastante arreglarlos dada su antigüedad, o incluso que no se fabriquen porque son muy viejos. En ese sentido, o se hace una gran rectificación de este motor diésel y el carenado, o se trabaja con lo que se puede, que es lo que sucede. Además, se trata de una línea sin electrificar, por lo que las aceleraciones para volver a arrancar después de las numerosas paradas es lenta. Algo que podrían revertir precisamente los nuevos motores eléctricos.

Además de la prioridad de electrificar, en opinión del sindicato ferroviario de CCOO, habría que aumentar por ejemplo la frecuencia a Elche, ya que actualmente los horarios están enfocados  que la gente coja el AVE, “antes el tren era siempre a y 5 y el IBIS a y media, ahora ha variado mucho y a la gente le altera”, señalan desde el sindicato. Antes, al paso por El Reguerón, antes de Murcia, había doble vía, y ahora única —se está acondicionando la otra para el ancho internacional, por donde pasa el AVE—, por lo que al haber una única vía las obras murcianas afectan y cualquier retraso en líneas como el Talgo demoran el Cercanías, llegando hasta los diez minutos. Por otra parte, otro cambio necesario es apostar por la duplicidad de la vía, lo que permitiría acotar los tiempos y ser flexible. Un ejemplo claro es el tiempo que se pierde en el cambio de sentido que se realiza en la parada de San Gabriel. Y si por ejemplo viene gente de Murcia, que irradia mucho cercanías sobre Orihuela, si va hacia Alicante tiene que esperar bastante porque los cruces no van bien y hay una única línea. De hecho, mientras que antes llegaban a Alicante a las 22:20, ahora llegan a las 22:33, diez minutos más que por ejemplo son claves para los estudiantes, que muchas veces pierden el autobús porque este horario no concuerda con el del autobús urbano. En general, antes se tardaba menos en los trayectos, por eso se ha ido expulsando, junto con el resto de problemas, a los usuarios.

Falta de frecuencias y conexiones con puntos clave

Asimismo, luego hay otros temas fundamentales como la falta de conexión con el aeropuerto a pesar de estar preparado para la estación con su última ampliación, un TRAM en Alicante que se queda en Luceros a pesar de haber unas vías montadas bajo la Avenida de la Estación, no hay conexión en el Parque Empresarial —y para disuadir a sus vehículos hace falta un Cercanías de calidad— o que la nueva estación Dama de Elche tampoco tiene acceso a las cercanías ni fácil acceso al Centro, además de que está al lado de la autovía, lejos y casi más cerca de Crevillente. Así pues, desde las estaciones de la provincia están pendientes de qué pasará en la línea C1 —Murcia-Alicante— cuando llegue el AVE, si a su llegada se va a electrificar el tramo de Alicante Crevillente, puesto que la línea convencional hay que electrificarla a 3.000 kv, cuando el AVE va a 25.000 y se va a tomar prestada la plataforma convencional. ¿Se cortarán unos meses el servicio hasta que esté la nueva línea con el ancho europeo? Es una de las preguntas que se hacen desde el sindicato.

En resumidas cuentas, para este núcleo de Cercanías, que antes estaba entre los 5-6 más transitados del país, no se ha hecho una vía independiente, de ancho europeo para el AVE, y que invade la línea convencional en Orihuela Murcia. Se especula con que la línea Alicante Murcia se va a explotar en ancho internacional, pero aún está por ver. En cualquier caso, la realidad, indican los trabajadores del sindicato ferroviario, es que “el Cercanías está olvidado, y lo utilizan millones de personas al año para ir a trabajar o estudiar, mientras que el AVE sólo ofrece servicio para Madrid”, por lo que es fehaciente el olvido que lleva sufriendo desde hace mucho tiempo. A todo esto hay que sumar que de personal por ejemplo en la estación de Alicante van justos para realizar todas las tareas; en noviembre se retiran dos maquinistas, y si hay bajas inesperadas en algún puesto eso también se nota, también con repercusión en el servicio.

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