ALICANTE. Alicante escapa, por el momento, a la revisión de importes por la prestación del servicio de recogida y eliminación de la basura que ya se está poniendo en marcha en varios de los principales municipios de la provincia con incrementos porcentuales de dos dígitos (por encima del 10%). Así lo confirmó el vicealcalde y edil de Limpieza y Gestión de Residuos, Manuel Villar, este martes, en la comparecencia pública posterior a la reunión de la Junta Local, en la que señaló que "no es una cuestión que ahora mismo esté sobre la mesa", aunque reconoció que, como en la mayoría de poblaciones, los ingresos por el cobro de los recibos no cubren el coste del servicio.
En todo caso, el equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), persiste en lo que sus representantes vienen defendiendo como política de fiscalidad blanda (tampoco se han promovido incrementos del IBI, IAE, ICIO o IVTM) y no contempla abordar esa actualización de precios con la que se debe equilibrar los ingresos y gastos reales por la recogida y tratamiento de los residuos en el horizonte de 2025, como se recoge en dos leyes de reciente aprobación. Se trata de la ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, aprobada por el Gobierno central el 8 de abril de 2022, y la Ley 5/2022 de residuos y suelos contaminados para el fomento de la economía circular en la Comunitat, aprobada por la Generalitat el 29 de noviembre de 2022.
La hoja de ruta trazada por los populares consiste en adaptar, en primer término, la actual ordenanza de limpieza, ya en proceso de revisión con el impulso de un segundo periodo de participación pública para la presentación de aportaciones. Entre otros objetivos, con esa revisión de la normativa se trata de fomentar prácticas responsables en el depósito de residuos, como la separación y el reciclaje. Es decir, la base con la que se pretende impulsar, en paralelo, la extensión del sistema de bonificaciones o reducciones fiscales por el correcto uso de los contenedores específicos destinados a cada tipo de residuo.
En esa meta juega un papel esencial la implantación de la recogida selectiva del biorresiduo (los restos de comida) que ya se ha comenzado a desplegar en el distrito de Playa de San Juan como primera de las 12 rutas en las que se ha dividido el término municipal, una vez distribuidos los nuevos contenedores de color marrón destinados a acoger esa fracción de los desechos domésticos en ese primer ámbito del casco urbano.
La planificación trazada por el departamento municipal de Limpieza y Gestión de Residuos contempla la puesta en marcha de una segunda ruta entre los barrios de La Torreta y Juan Pablo II para el mes de diciembre. Y su implantación continuará de forma progresiva en el resto de la ciudad con el fin de que quede completada en torno al próximo verano.
Ese nuevo sistema específico sobre los restos orgánicos conlleva la introducción de la tarjeta electrónica de identificación personal como mecanismo de apertura de los contenedores. Cada tarjeta está asociada al propietario de cada vivienda que paga el recibo de la basura. Con ello, se permite registrar el uso indicado de esas instalaciones por parte de cada titular, lo que posibilita que puedan aplicarse descuentos en el pago de la tasa como incentivo para un uso responsable, y como fórmula de implicación en el reciclaje. Eso sí, todavía no se ha cuantificado el importe que alcanzarían esas reducciones o descuentos en el pago de la tasa.
La tasa actual oscila entre los 22,27 y los 56,59 euros, según los importes fijados en la ordenanza fiscal aprobada en 2015
En principio, el uso de la tarjeta electrónica de apertura quedará limitado al uso del contenedor marrón. Con todo, se prevé que, en una segunda fase, pueda estudiarse también la implantación de los sistemas de cierre automático también en el de color gris, destinado a la fracción resto del residuo (los elementos no reciclables de la basura doméstica) para fomentar, igualmente, su uso en los horarios autorizados.
De ahí que la pretensión del equipo de gobierno sea avanzar, en paralelo, en la revisión de la tasa de la basura con el propósito de que su actualización se haga efectiva en cuanto puedan aplicarse las reducciones. Hasta el momento, no se ha concretado el incremento que podría producirse en el importe de los recibos, aunque como mínimo el mismo Villar sí anticipó, en una entrevista concedida a Radio Alicante este lunes, que con los ingresos de los recibos solo se cubría en torno al 30% del coste anual del servicio. En la actualidad, la tasa oscila entre los 22,27 y los 56,59 euros, en función de la superficie de cada vivienda y del tipo de vía en el que se encuentre situada, según la ordenanza fiscal aprobada en 2015.