Juanjo Berenguer, alcalde de El CampelloEL CAMPELLO. En los últimos días, El Campello está siendo escenario de fricciones políticas. El movimiento más reciente lo han protagonizado las cinco formaciones opositoras pidiendo la dimisión de la concejala de Bienestar Social y Tercera Edad, Mercé Pairó (Cs). Pero las tensiones no son exclusivas del ámbito político, pues en el terreno social también se están sucediendo las discrepancias.
Durante los primeros días de septiembre, la Asociación de Mayores exigía al Ayuntamiento más aulas en el Centro Social para poder llevar a cabo las actividades que tenían previstas para este 2020. Una solicitud a la que el Consistorio respondió de manera positiva tras una reunión entre ambas partes, prometiendo revisar y reestructurar los espacios de 'El Barranquet'.
Fue el pasado miércoles 16 de septiembre cuando tuvo lugar otro suceso: una concentración a las puertas del Ayuntamiento organizada por la asociación 'El Campello se Ayuda', en la que se sumaban a la reivindicación del cese de competencias de Mercé Pairó al frente de sus concejalías y añadían también la dimisión del alcalde, Juanjo Berenguer (PP). Unas exigencias que justificaban alegando una "falta de acción de los Servicios Sociales municipales para socorrer a las familias más vulnerables del pueblo".
Ante estos reclamos, el primer edil se ha manifestado tildando de "injusto y alarmista" decir que en El Campello hay familias que pasan hambre. "Es una falsedad que deja en mal lugar la labor que desarrollan las asociaciones que desde el principio de la pandemia se han puesto el mono de faena repartiendo alimentos a cientos de familias vulnerables". Además, señala que entre Cáritas y la Iglesia Evangélica Milo "-a quienes ellos minusvaloran por pertenecer a religiones- han repartido más de 20 toneladas de alimentos, en colaboración siempre con el Ayuntamiento".
La ayuda del Consistorio no se resume únicamente en cooperar con ambas entidades, pues la administración municipal ha dispuesto más de un millón de euros "de los que ya se han repartido, aproximadamente, la mitad", apunta Berenguer. A su vez, recuerda que "es mucha gente la que hay implicada en ayudar para que todos los campelleros salgan de la crisis generada por el virus y no precisamente los que a última hora se postulan como salvadores oportunistas y aseguran que ellos dan de comer al pueblo. Politizar de forma partidista los efectos de la pandemia nos parece de lo más ruin".
"La gente no es tonta y prueba de ello es la poquísima capacidad de convocatoria que ha tenido la concentración de hoy, concejales de algunos partidos de la oposición incluidos", manifiesta. Y concluye resumiendo que "mientras unos se dedican a hacer pancartas, manifestarse y pedir dimisiones, otros nos centramos en ayudar a las familias".
