Manifestación de hosteleros en Alicante contra las restricciones de Sanidad. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Que el sector de la hostelería es uno de los más castigados por la pandemia del coronavirus, probablemente al mismo nivel que el hotelero u otros relacionados con el turismo (como las agencias de viajes), es algo que nadie discute. Pero al margen de la percepción intuitiva, las cifras oficiales empiezan a dibujar la auténtica dimensión del desastre. En el caso de la provincia de Alicante, el cierre total de marzo a mayo y las restricciones actuales aprobadas en agosto se han traducido en una destrucción del 20% del empleo en el sector.
Así lo recoge la estadística del Ministerio de Trabajo sobre el segundo trimestre del año, cuyos datos han sido analizados por el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca): en julio de 2020 había un 20% menos de afiliados en el sector de la hostelería que en el mismo mes de 2019. Según los datos del Ministerio, en la provincia estaban dados de alta en este sector 68.969 trabajadores al cierre del segundo trimestre, cuando el año anterior esa cifra se elevaba a 87.005 trabajadores.
Es decir, la pandemia y sus efectos colaterales han provocado que una de cada cinco personas de la provincia que trabajaba en la hostelería se haya quedado sin trabajo este verano, tal como subraya el director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis, en conversación con Alicante Plaza. "Hay que tener en cuenta que los trabajadores incluidos en un ERTE siguen computando como afiliados, por lo que probablemente el número de personas que no ha trabajado en la hostelería este verano es mucho mayor", considera Llopis, quien también destaca que "sin los ERTE, el agujero habría sido aún más grande".
El responsable de Estudios de Ineca apunta otra clave para entender el comportamiento del empleo en este sector, fundamental para el PIB de la provincia de Alicante. "El cierre del primer trimestre ya fue peor que el de 2019, rompiendo una tendencia de varios años en los que cada dato mejoraba el anterior". Es decir, que la hostelería ya flaqueaba en el primer trimestre, un periodo que incluye la segunda quincena de marzo, con el cierre total tras el decreto del estado de alarma por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La actividad de la hostelería siempre alcanza su valor máximo en cuanto al número de afiliados a la Seguridad Social en el segundo trimestre del año, cuando se computan los contratos firmados para la temporada de verano (que suelen expirar al final de agosto). En 2019, se contabilizaron en dicho periodo un total de 87.005 trabajadores. En cambio, en el año actual, esta cifra se ha reducido hasta los 68.969 trabajadores. Con estos valores, "la hostelería es la actividad que más está sufriendo la crisis, con un descenso anual del 20,7%, cuando el dato global para todas las actividades se sitúa en el -7%".
Es decir, la destrucción de empleo en la hostelería, en términos relativos, triplica la media del resto de sectores. La consecuencia inmediata es que este sector, que recoge actualmente al 11,1% de todos los afiliados a la Seguridad Social, según los datos facilitados por Ineca, pasa a ocupar el tercer puesto en trabajadores, por detrás del comercio, con el 20,8%, y la industria manufacturara (el 12%); el año pasado, con el 13%, ocupaba la segunda posición. Los últimos datos, de hecho, dejan a esta actividad con un número de trabajadores inferior a los que había en el 2015 (70.899 afiliados).
Como ha contado este periódico, las asociaciones de empresarios hosteleros ha protagonizado varias movilizaciones en agosto, desde que el Gobierno y las comunidades decidieron restringir sus horarios, ampliar la distancia entre mesas, o cerrar los locales de ocio nocturno, entre otras medidas. El sector ha acudido a los tribunales en varias ocasiones, sin éxito hasta el momento, pues los jueces han validado hasta ahora las medidas articuladas por el Consell, que ya anunció hace una semana que va a prorrogarlas.
