ALICANTE. Confusión e incertidumbre en el proceso de liquidación de Wintermere Canal, o lo que es lo mismo, la histórica empresa de transportes alicantina Autocares Ríos Alicante. El titular del juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante aprobó en febrero el plan de liquidación presentado por el administrador concursal, del despacho Andreu y Gómez Soler, que incluye la cochera de la empresa. Pero dicha inclusión se basa en la sentencia de un incidente concursal que aún no ha adquirido firmeza.
Así lo hace notar el administrador concursal en su último informe sobre la liquidación de la mercantil, en el que actualiza la realización de activos y los pagos contra la masa realizados, y en el que advierte de que la nave de la calle Río Turia representa el activo de mayor valor del inventario. Sin embargo, al no ser firme la sentencia del incidente concursal presentado por la propiedad para excluir la cochera del inventario, el administrador señala que por ahora no puede ponerla a la venta.
El embrollo es importante, pues en el mismo incidente concursal constan dos diligencias de ordenación contradictorias: la primera señalaba que la sentencia que incluye la nave en el inventario (y en el plan de liquidación) ya era firme, pero la segunda, posterior, dice justo lo contrario. La administración concursal, de hecho, ha recurrido esta segunda diligencia, que tiene fecha de 9 de febrero, una semana después de que el mismo juzgado aprobase el plan de liquidación que incluye la nave), el 2 de febrero.
La confusión respecto al futuro de la nave, que depende de que la sentencia sobre el incidente concursal en cuestión adquiera firmeza, paraliza por el momento los planes de liquidación del administrador concursal, pues poco más queda en el activo de la mercantil por realizar. Según el informe, se han ingresado cerca de 400.000 euros entre la liquidez, algunos derechos de cobro y la venta de los autocares de la empresa por 170.000 euros, como adelantó este diario. Por contra, se han pagado casi 78.000 euros de créditos contra la masa y gastos de liquidación, básicamente salarios.
Autocares Ríos Alicante (distinta de la empresa del mismo nombre con sede en Murcia, aunque en origen tenían el mismo propietario) comunicó a finales de noviembre de 2019 a su plantilla y a sus clientes que cesaba su actividad, tras perder el concurso de transporte escolar, y a finales de enero despidió a casi toda la plantilla. Durante un tiempo intentó colocar sus rutas a otras firmas, en busca de una posibilidad de supervivencia. No obstante, un mes más tarde se abría el concurso de acreedores en el juzgado de lo Mercantil 1 de Alicante, que en abril de 2021 desembocó en su liquidación.
La deuda pendiente con los empleados despedidos antes y durante el concurso podría acercarse a los dos millones de euros, como ha contado este diario, si bien es cierto que dichos empleados tienen que obtener el reconocimiento de cantidad en sentencia de lo Social para acudir luego como acreedores a la liquidación, tal como indica el administrador en su informe. En los últimos meses las sentencias publicadas por los juzgados de lo Social reconocen unos 400.000 euros, mientras la Seguridad Social ha ordenado ejecutar a la empresa por impago de cuotas (si bien al estar concursada, la ejecución se dirime en la fase de liquidación).
Actualmente, el Fogasa se ha subrogado algunos créditos concursales y contra la masa relacionados con las reclamaciones de salario de empleados, al haberles abonado el salario y la indemnización. A fecha de apertura de la fase de liquidación, el crédito contra la masa del Fogasa superaba los 350.000 euros. En total, según el último informe del administrador concursal, dicho crédito contra la masa (el generado después de la apertura del concurso, a comienzos de enero) asciende a 1,6 millones de euros, la mayoría por salarios.