ALICANTE. La agrupación local de Esquerra Unida (EU) en Alicante da el pistoletazo de salida a su particular carrera de fondo: la que debe preparar el terreno ante las próximas elecciones municipales, de 2019. La coalición ha convocado ya una reunión de su consejo político -su máximo órgano de dirección- el próximo martes, 6 de febrero, con el propósito de fijar la fecha de la asamblea para su propia renovación. En principio, esa cita podría desarrollarse diez días después, el viernes 16. Pero no sólo eso. Todo parece indicar que en ese consejo político previo se concretará cómo transcurrirá el proceso en sí mismo: es decir, si habrá una candidatura única o no.
Hasta el momento, la opción más probable es que la militancia (en torno a 300 afiliados) tenga que elegir entre dos listas diferentes. La salida de Guanyar (la plataforma electoral que lidera EU) del equipo de Gobierno ha agravado las tensiones internas entre las distintas sensibilidades que ya preexistían en el seno de la organización hasta el punto de que su actual consejo político se ha roto por la mitad en algunas de sus últimas deliberaciones. Es lo que sucedió, literalmente, a la hora de abordar el acuerdo aprobado por la asamblea de Guanyar para que se convocase un nuevo proceso de selección del personal de confianza que debe prestar asesoramiento a sus cinco concejales.
De hecho, esa crisis sigue sin resolverse: dicho proceso de selección se ha puesto en marcha (según las fuentes consultadas, se habrían inscrito más de una decena de aspirantes) pese a que el grupo de militantes alineados con el actual coordinador local, José Luis Romero, y con el portavoz municipal de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, entre otros, sigue sin reconocer la legitimidad de las bases de ese procedimiento. Sobre todo porque consideran que en el grupo municipal se había alcanzado un pacto sobre el sistema de baremación de los candidatos que no se ha respetado.
En parte, esa crisis de los concejales -que, desde parte de la militancia, se interpreta como un pulso por el control político de la acción municipal y, a la postre, del propio partido- es la que habría propiciado la convocatoria del actual proceso de renovación de la dirección de EU que, en principio, no tocaba. De hecho, la cúpula actual fue elegida por unanimidad el pasado 30 de junio tras las confección de una candidatura única, de modo que no ha cumplido ni un año de mandato. Con todo, no es menos cierto que, al margen de ese conflicto interno, se consideraba necesaria su renovación para limitar su número de miembros. En este momento, se aduce, no es operativo, ya que está compuesto por 22 personas (eran 23, pero se registró una renuncia). Ahora, se sopesa que el consejo se reduzca a entre 15 y 13 personas.
Fuentes de las dos sensibilidades sostienen que se está tratando de alcanzar un acuerdo para evitar la votación y que se pueda trasladar una imagen de enfrentamiento ante la opinión pública. Pero, igualmente, las dos sensibilidades admiten que las diferencias están demasiado acentuadas como para llegar a ese hipotético pacto. Así que es más que probable que haya una lista con afiliados próximos al actual coordinador y otra con militantes alineados con su predecesor y con gran parte de los componentes de la mesa de coordinación de Guanyar.
En ese escenario, la lista ganadora tendrá que integrar en el consejo a miembros de las restantes candidaturas, de modo proporcional al apoyo conseguido, pero siempre conservando la mayoría de miembros. Eso garantiza capacidad para elegir al nuevo coordinador local. Esa será la primera función del nuevo consejo y, en consecuencia, el segundo paso del proceso.
Hasta el momento, nadie se ha postulado abiertamente para desempeñar esa responsabilidad, aunque no resulta descabellado que Romero opte a reeditar el cargo (precisamente, para poder poner en práctica la hoja de ruta política que trazó en junio).
¿Qué pasará después, una vez elegido al nuevo coordinador? El tercer paso y último, aunque todavía sin plazos concretos, es el de la apertura de contactos formales para explorar posibles confluencias con otras formaciones políticas. Entre ellas, con Podemos, que -como ha publicado Alicante Plaza- se ha abierto a la búsqueda de alianzas para unir fuerzas en las municipales de 2019. Y en ese horizonte, Guanyar ya no será interlocutor válido. Como mínimo, así lo considera la propia dirección de Podemos, completamente desvinculada de esa plataforma a la que sí dio apoyo externo en 2015.