ALICANTE. La dirección de Podemos en Alicante comienza a sentar las bases para afrontar la próxima campaña electoral con la determinación, esta vez sí, de concurrir por la Alcaldía de la segunda ciudad de la Comunitat. Ahora, con una estructura consolidada (a diferencia de lo que sucedía en 2015), la agrupación local que coordina Pascual Pérez como secretario general trabaja ya en la confección de los ejes de su propuesta de programa y planea abrir una ronda de contactos a lo largo del próximo cuatrimestre en busca de la confluencia con EU y Compromís.
Podemos considera que "la suma de fuerzas del mismo espectro ideológico con las que ya se viene trabajando para compartir información y asesoramiento" es la mejor opción para lograr una mayor representación en la próxima corporación municipal. Es más, esa confluencia no debería ser sólo política. A juicio de Pérez, "el objetivo deseable sería alcanzar una confluencia social con colectivos vecinales, ecologistas o de cualquier otra índole de los que trabajan por Alicante" para multiplicar el potencial de la candidatura. "Esa es nuestra primera opción", insiste el líder local del partido de Pablo Iglesias.
Ahora bien, no será a cualquier precio ni habrá rendición. Podemos plantea que la hipotética futura lista de esa candidatura conjunta debe quedar configurada mediante un reparto proporcional de componentes. Se trata de evitar a toda costa que pueda volver a suceder lo que ocurrió en 2015, cuando se trabajó por la integración en la agrupación electoral Guanyar Alacant (EU, ERC, Alternativa Socialista y diversos colectivos sociales). En esa plataforma, Podemos -que decidió no acudir a la convocatoria y facilitó su apoyo a esa suma de siglas- sólo contó con un representante en los primeros puestos de la lista: la actual edil no adscrita, Nerea Belmonte, expulsada del grupo municipal y del equipo de Gobierno en marzo de 2016, después de que trascendiese que había concedido contratos menores a personas afines.
Para Podemos aquella confluencia ya no tiene validez. Tanto es así que considera que ya no les representa formalmente en el Ayuntamiento -aunque se continúe colaborando con sus cinco concejales- desde el momento en el que se ha estado manteniendo el pacto de gobierno con PSOE y Compromís "pese a los reiterados incumplimientos de los acuerdos de ese pacto por parte del PSOE", insiste Pérez.
El partido de Pablo Iglesias contemplaría, incluso, que el cabeza de cartel no fuese de ninguno de los partidos confluyentes, sino que se optase por un un referente social
Así que Podemos aboga por una nueva fórmula, en la que podría contemplarse, incluso, que el cabeza de cartel no fuese de ninguno de los partidos confluyentes, sino que se optase por un independiente, "un referente social" capaz de aglutinar y de representar a todos.
¿Qué ocurriría si esa confluencia no es posible? Podemos lo tiene claro: salvo mandato expreso de la dirección nacional, hoy por hoy la segunda alternativa es la de concurrir en solitario con candidatura propia. "Podemos ya es una partido sólido con estructura local propia y con la suficiente entidad para ir a las urnas", recalca Pérez. "Que nadie tenga dudas de que Podemos presentará lista, si no hay confluencia o una improbable directriz en sentido contrario", concluye.