ALICANTE. La ruptura de las relaciones de convivencia entre Guanyar y EU (su socio mayoritario, además de ERPV, de Alianza Socialista, de militantes de Podemos a título particular y de activistas de otros movimientos sociales) depara un futuro incierto sobre el funcionamiento de la plataforma electoral, sobre los procesos de toma de decisiones y sobre cuál puede ser ahora el punto de referencia al que se dirija y siga el grupo municipal a la hora de coordinar su acción política en el Ayuntamiento. Por el momento, todo son incógnitas que ni la corriente afín a la cúpula de EU, ni el sector crítico (que controla la mesa de coordinación de Guanyar) son capaces de resolver.
En principio, tras el desarrollo de la asamblea del martes, todos los procesos de renovación siguen en marcha: la selección de las personas que deben asesorar al grupo municipal en esta nueva etapa en la oposición; la elección de nuevos componentes para la mesa de coordinación de Guanyar (que, según sus estatutos, debía haberse producido cada seis meses y no se ha materializado nunca desde 2015) y la votación de los miembros del nuevo consejo político de EU. En los tres casos, sigue y -salvo cambios improbables- seguirá instalada la división. División en Guanyar, división en EU y división en entre los cinco concejales del grupo municipal.
En la asamblea de este mismo martes se desaprovechó la oportunidad en la que se había trabajado desde diciembre para tratar de cerrar heridas. La cita, que se había trabajado internamente para que nadie perdiese, acabó derivando en un pulso que nadie quería perder y, finalmente, concluyó con una derrota de todos. Al menos, en términos de imagen pública. Y aunque, en principio, los dos sectores aseguran que se seguirá trabajando en busca de la unidad, las fuentes consultadas también reconocen que esa cohesión ya casi es inalcanzable, que a Guanyar y EU y a sus sectores enfrentados ya sólo les queda coexistir sin que pueda precipitarse ninguna hipotética expulsión ni ruptura oficial que pudiese tener consecuencias organizativas en el Ayuntamiento. Por lo pronto, la dirección de EU no se plantea una posible salida de Guanyar. El objetivo, como poco, es que la situación no pase a mayores: que se mantenga el status quo hasta 2019 cuando la plataforma electoral parece condenada a extinguirse. Al menos en su formulación actual. Otra cosa es la batalla interna que pueda plantearse en el órgano de dirección de EU.
-El acuerdo: El pacto gestado a lo largo del mes de diciembre tanto en Guanyar como en EU preveía, en realidad, la puesta en marcha de esos tres procesos de renovación. La intención era promover cesiones por parte de todos: se aceptaba la elección de nuevos asesores y se retiraba la impugnación del acuerdo de la asamblea registrada por el coordinador local de EU, José Luis Romero, y se renovaban tanto la mesa de coordinación de Guanyar como el consejo político de IU. Sobre ese acuerdo, se puso en marcha el proceso de selección del personal de confianza. La recomposición de la mesa de coordinación debía abordarse este martes, pero el asunto quedó aparcado hasta la próxima asamblea. Y la elección del nuevo órgano de dirección de EU, está programada para el 16 de febrero.
-El pacto entre concejales: Además, se negoció un acuerdo paralelo en el seno del grupo municipal por el que se garantizaba la continuidad de Miguel Ángel Pavón como portavoz y se reconocía su liderazgo hasta el punto de que se le concedía un peso preponderante en la votación para elegir al menos a uno de los cargos de confianza, que quedaría directamente ligado a prestarle apoyo en sus funciones como portavoz. Igualmente, se llegaba a una especie de pacto de no agresión para que ningún miembro del grupo municipal pudiese maniobrar para desacreditar la labor de otro a nivel interno o ante la opinión pública. Ese pacto no hacía referencia explícita a nadie ni como autor-promotor ni como receptor de esas críticas.
Sin embargo, justo este miércoles, el sector crítico de Guanyar emitió un comunicado desde una cuenta de correo no habitual en el que arropaba las decisiones adoptadas por su exconcejal de Limpieza, Víctor Domínguez, que fue sustituido por Pavón al frente de esa responsabilidad en septiembre. Ese reorganización -que se dijo pactada- se justificó en la necesidad de dar un nuevo impulso al control sobre la UTE concesionaria (FCC, Ferrovial, Inusa y Ortiz e Hijos). De hecho, sobre esta derivada de la crisis, también se debatió en la asamblea de Guanyar del martes, en la que se promovió un pronunciamiento a favor de la gestión de Domínguez (que no figuraba en el orden del día oficial), después de que, el sábado, el consejo nacional de EUPV rechazase su comparecencia para explicar el proceso de adquisición de contenedores de recogida selectiva de residuos orgánicos y la existencia de un supuesto sobrecoste en el precio de su compra (en realidad, en todo caso, una compra a un precio superior al de otras ofertas, pero sin ninguna revisión de precios posterior que sí daría lugar a un sobrecoste) a petición del sector que arropa a David Rodríguez como coordinador autonómico de la formación. El consejo nacional consideró que esa era una cuestión local que escapaba de sus competencias. Con todo, Domínguez intervino brevemente para sostener que había presentado un informe sobre ese tema y para negar que hubiese sobrecostes. Es más, defendió que, a la postre, la modificación del contrato por la que se acordó la puesta en marcha de ese programa de recogida selectiva se acompasó con la retirada del cuarto turno en el vertedero de Fontcalent y con una reorganización del servicio, de modo que llegó a suponer un ahorro de costes en la contrata.
Al margen de esa derivada de la polémica, ese acuerdo de no agresión en el seno del grupo municipal fue firmado por cuatro de los cinco concejales: todos menos Marisol Moreno. El martes, la asamblea de Guanyar no reconoció la validez de ese pacto entre los ediles. Entre otras cosas, porque se interpretó que era coartar la libre concurrencia y podía implicar el blindaje de alguno de los tres asesores actuales. Hubo votación y, por una diferencia exigua, se decidió mantener las bases del proceso de selección ya publicadas en redes sociales, sin tener en cuenta ese voto privilegiado de Pavón.
-Los asesores: La convocatoria de ese proceso de selección de los cargos de confianza sigue adelante. Como ha contado este diario, se trata de tres personas que se distribuirán las dos retribuciones completas que corresponden al grupo municipal para contratar a personal de apoyo. La duda es si el grupo completará el trámite de comunicación a los órganos administrativos del Ayuntamiento para que se produzca su contratación. En principio, esa sería una responsabilidad que le corresponde al portavoz del grupo, que no respalda las bases del proceso. No obstante, el grupo puede requerirle para que lo haga: serían tres concejales (Simón, Domínguez y Moreno) frente a dos (Pavón y Angulo).
-El consejo político de EU: En ese escenario, todo parece apuntar que la disputa principal será la de la elección de los nuevos miembros de ese órgano de dirección de EU, para el que no tocaba su renovación (fueron designados este verano). El cambio, según fuentes de EU, es más que necesario: se trata de un consejo de 22 miembros que no resulta nada operativo (demasiados componentes) y, además, con cifra par (tras la renuncia de uno de sus miembros), lo que impide llegar a acuerdos por mayoría. Podría darse la situación de que se presenten al menos dos listas y que se reproduzca la ruptura en forma de votación.
-La candidatura de 2019: En último término, será ese consejo político quien tendrá la batuta en la mano cuando llegue la cita electoral y llegue el momento de decidir si se apuesta por armar una nueva confluencia con otras formaciones para presentar candidatura al Ayuntamiento. En ese caso, según las fuentes de EU consultadas, las negociaciones se tramitarían entre las direcciones de esos respectivos partidos. Máxime si se tiene en cuenta que la agrupación local de Podemos ya ha anunciado su intención de concurrir en las próximas elecciones con lista propia o en confluencia y que ya ha dado por rota cualquier vinculación con Guanyar.
No obstante, esa no es la perspectiva que manejan los críticos de Guanyar, entre los que se encontrarían parte de los miembros de su mesa de coordinación. Este miércoles emitieron un segundo comunicado en el que sostienen que "a pesar de todos los problemas, errores, conflictos e imperfecciones, Guanyar Alacant es el instrumento más potente de que se ha dotado nunca la izquierda de Alicante para que las clases populares de la ciudad accedan al poder municipal". Y añade: "Por lo tanto, Guanyar Alacant, es decir, la Asamblea de Guanyar Alacant, es quien debe iniciar y pilotar inmediatamente un proceso de confluencia renovado de las izquierdas de Alicante". La batalla sigue.