ALICANTE. La empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) pone el contador a cero para el inicio de las obras de la estación central del tranvía en Alicante: la de mayor tamaño respecto a las tres preexistentes (Marq, Mercado y Luceros) y con mayor número de vías (cuatro, en lugar de dos) como base para una futura expansión de la red Tram con la creación de nuevas líneas hacia los barrios de la zona sur, sobre las que se estaría barajando distintas alternativas tanto en lo que respecta a su trazado como en lo que se refiere a su modalidad (tranvía, bus guiado, etc.).
El compromiso adquirido por la Conselleria de Agua, Medio Ambiente, Infraestructuras y Transportes preveía que los trabajos comenzasen a lo largo de este mes de octubre. Y, según fuentes consultadas, se prevé que puedan abordarse a partir de la próxima semana con las primeras actuaciones de reordenación de servicios (canalizaciones y cableado) en el emplazamiento delimitado para su construcción: el recinto que ahora ocupa el estacionamiento de vehículos propiedad de Adif y gestionado por Saba, que deberá retranquearse para permitir que pueda excavarse el edificio soterrado de la nueva terminal.
Hasta ahora, no se ha concretado cuándo podría producirse el cierre del acceso a ese aparcamiento desde la avenida de Salamanca, aunque, en principio, se espera que se materialice en los próximos días. Con todo, seguirá estando operativo -aunque, provisionalmente, con un menor número de plazas- con entrada desde la calle Alcalde Rafael Millá Santos.
Esa será -al menos por ahora- la única modificación por lo que respecta a la redistribución de los tráficos, ya que el operativo concertado entre el departamento autonómico, el Ayuntamiento de Alicante y la adjudicataria de la obra (una UTE compuesta por Rover y Germanía) no contempla que vaya a ejecutarse el corte de ejes esenciales para la movilidad urbana como las avenidas de Salamanca y de Aguilera. En todo caso, según fuentes consultadas, únicamente se contemplarían posibles restricciones puntuales en alguna fase de la obra en el caso de que se considerase imprescindible.
Lo cierto es que el arranque del grueso de los trabajos no se espera hasta principios de 2025, una vez se haya completado la reposición de servicios y la reubicación de parte de las plazas del aparcamiento perdidas con motivo de la ejecución de las obras. En todo caso, la intervención que se pretende abordar desde la próxima semana comenzará a computar como parte del plazo de realización del proyecto, establecido en 52 meses: más de cuatro años.
El objetivo del Consell y de la propia adjudicataria es acortar esos tiempos en la medida de lo posible para que la nueva estación pueda entrar en funcionamiento con antelación: previsiblemente, entre finales de 2027 y principios de 2028. No obstante, se da por seguro que, en algún momento de su desarrollo, la intervención coincidirá con otra obra de ejecución paralela proyectada por Adif, que se encuentra en su última fase de contratación, al margen de que también pueda llegar a simultanearse al menos con los trabajos iniciales vinculados al proyecto de la estación intermodal y del Parque Central, ahora pendiente de que se cierre el diseño de su ordenación pormenorizada.
Esa segunda intervención que ya no depende de más trámites previos, y que, por consiguiente, debería arrancar durante el primer semestre de 2025 (para terminar en un plazo de 21 meses), no es otra que el proyecto de ampliación de vías promovido por el Ministerio de Transportes para dotar a la Estación Alicante Término de seis nuevas vías de ancho estándar que se sumarán a las cuatro vías actuales, lo que permitirá dar cobertura a una futura ampliación de líneas y de frecuencias.
Se trata de una intervención con un presupuesto de licitación de 21,7 (impuestos incluidos, aunque inicialmente se anunció que la inversión ascendería a 25), que permitirá que la estación mejore su capacidad para absorber nuevos tráficos en los servicios que se presta en la actualidad: las líneas ferroviarias de alta velocidad entre Madrid-Alicante, que a su vez conecta con la LAV Monforte del Cid-Murcia; y las de ancho convencional Alicante-El Reguerón (conexión con Murcia) y La Encina-Alicante (conexión con Albacete/Valencia).
En la actualidad, para los servicios de larga distancia, se dispone de 4 vías en ancho estándar y 2 de ancho convencional a las que dan servicio 3 andenes. Por su parte, los tráficos de media distancia y Cercanías disponen de 5 vías de ancho ibérico y 3 andenes, como informó este diario el pasado mayo, cuando se aprobó la convocatoria del concurso para contratar el proyecto de ampliación.
Con la ampliación propuesta, la estación de Alicante dispondrá de 10 vías de ancho estándar (mediante la construcción de 4 nuevas y la conversión de 2 en ancho convencional) dotadas de 5 andenes; y 4 vías de ancho convencional con 2 andenes. Y se implementarán otras mejoras en la funcionalidad del edificio de tratamiento de pasajeros para gestionar el incremento del número de usuarios.
Al proceso de licitación promovido por Adif concurrieron 15 empresas. Y, de forma inicial, la oferta que quedaría mejor posicionada, a la espera de que se concrete una propuesta de adjudicación definitiva, sería la formulada por otra UTE compuesta por Rover Rail SA, Rover Infraestructuras SA y Elecnor Servicios y Proyectos. Esa alianza empresarial habría obtenido 47,18 puntos en la baremación de los criterios de valoración técnica no evaluables mediante fórmulas, seguida de la propuesta registrada por FCC, con 45,92. No obstante, todo depende de la valoración de la oferta económica, en la que FCC plantea un precio más ventajoso para el interés público, de 15,9 millones (sin impuestos) frente a los 16,7 ofertados por Rover y Elecnor.