ALICANTE. El edificio del antiguo cine Ideal, en pleno centro de Alicante, queda más expuesto que nunca a permanecer en el limbo por tiempo indeterminado. Dieciocho años después de su cierre, y a solo cuatro de cumplir un siglo de existencia (se construyó en 1925), sigue sin uso definido, a la espera de que se disipe el futuro de la última propuesta planteada para dotarlo de una segunda oportunidad; una nueva vida distinta a la de la exhibición cinematográfica. Se trata del proyecto promovido por el Grupo Baraka para rehabilitarlo y transformarlo en hotel de 60 habitaciones, después de haber alcanzado un acuerdo de opción de compra por un importe próximo a los 6 millones con la familia propietaria, como adelantó Alicante Plaza en octubre de 2019.
El grupo empresarial fundado por Trinitario Casanova espera ahora respuesta a la petición de licencia que registró en diciembre de ese mismo año, tras ajustar el proyecto a las especificaciones técnicas planteadas por los técnicos de la Concejalía de Urbanismo. Por lo pronto, la propuesta quedó reconocida por la Agencia Local de Desarrollo como proyecto de interés prioritario en junio de 2020. Sin embargo, según fuentes municipales, la concesión del permiso de obra sigue en estudio, ahora en una situación más que incierta, después de que un requerimiento de la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura haya reforzado sus condiciones de protección del inmueble, que ya había quedado reconocido como Bien de Relevancia Local (BRL) con grado de conservación integral en el nuevo catálogo de protecciones aprobado de manera inicial por el pleno de la corporación en septiembre.
"Nos engañaron y ahora estamos bloqueados", aseguran los propietarios del edificio, agrupados en una sociedad familiar. "Nos dijeron que pretendían visitar su interior solo para emitir una opinión y resulta que ahora el informe que han emitido diciendo que se debe proteger la estructura interna en base a no sé que elementos va a ser vinculante", añaden. "Por el momento, seguimos a la espera de que alguien nos aclare algo, porque hemos solicitado varias reuniones con representantes del equipo de Gobierno y con el concejal de Urbanismo y nos dan la callada por respuesta", recalcan.
"Nadie nos ha planteado una propuesta de compra, ni con este alcalde, ni antes"
¿Qué es lo que concluye Cultura? En concreto, su requerimiento da cuenta del informe elaborado tras la inspección del edificio en el que se reseña que cualquier posible intervención que pretenda llevarse a cabo "debe preservar la estructura metálica roblonada portante de los graderíos y palcos de la primera y segunda planta, con sus refuerzos, y las barandas que recorren el frente de gradas y palcos, con su ornamentación, mejor conservadas en el segundo piso que en el primero".
El dictamen concreta, además, que "también se conserva, pese a su deterioro, el gran lienzo ornamental adherido al cielo raso que cubre el patio de butacas", así como "las volumetrías y los elementos materiales preservados" que se considera que "poseen relevancia cultural, como parte del diseño original del cine y de su evolución histórica como espacio para la proyección cinematográfica y la celebración de espectáculos".
Tanto los representantes del grupo Baraka, como la familia propietaria del antiguo cine no comparten las conclusiones de ese informe. "Aquí ya no queda nada de lo que fue el cine original, no sabemos a qué se refieren con lo de proteger los palcos, cuando quedaron eliminados en los años sesenta para instalar las máquinas de aire acondicionado", señalan.
"El proyecto de Baraka recrea la ambientación de un cine y respeta hasta el escenario en el que se encontraba la pantalla"
"El espacio de la pantalla también se modificó; ese lienzo ornamental del que se habla en el informe es imposible de restaurar porque se está cayendo a pedazos y los pilares que sustentan la estructura de los graderíos están oxidados. Además, también quedaron destrozados cuando se colaron okupas y tuvimos que forzar su desalojo", detallan. "Las butacas se retiraron cuando se decidió cerrar el cine, porque al exhibidor ya no le resultaba rentable, y el resto de elementos quedaron demolidos después de que concertásemos otro acuerdo de alquiler con la empresa Ocio Teatro, en su intención de reconvertir el edificio en una sala de fiestas", concretan.
Sea como fuere, lo cierto es que el requerimiento de Cultura ya ha tenido consecuencias. Tras su recepción, la Concejalía de Urbanismo acordó paralizar el expediente de concesión de licencia hasta poder incorporar las nuevas precisiones apuntadas por Cultura en la ficha del catálogo sobre el edificio. Fuentes municipales indicaron que ese trámite no se producirá hasta que el catálogo haya superado la supervisión de la Generalitat y regrese al ayuntamiento para que se puedan incluir posibles modificaciones, antes de promover su aprobación definitiva. Por el momento, según fuentes de la Conselleria de Política Territorial, el catálogo sigue en fase de evaluación ambiental.
"Están impidiendo que se haga nada y, al final, se va a quedar como está"
Toda esa cadena de acontecimientos es la que ha llevado a la familia propietaria al hartazgo, hasta el punto de denunciar "una situación bloqueo" en la que sólo ven "intereses políticos". "Están impidiendo que se haga nada y, al final, se va a quedar como está", añaden. En esta línea, aseguran que nadie del Ayuntamiento ha intentado negociar una posible compra con la intención de darle un uso público: el planteamiento que se viene reiterando desde hace años, y que incluso se ha materializado en acuerdos políticos aprobados por el pleno. Es más, el propio bipartito sigue dejando abierta esa posibilidad, en sus últimas valoraciones al respecto, pese a que en el presupuesto de 2021 no se incluye ninguna partida específica para abordar esa posible adquisición, más allá de la creación de una partida con una dotación simbólica de un euro destinada de forma genérica a la adquisición de inmuebles.
"Nadie nos ha hecho un ofrecimiento real sobre una posible compra; ni ahora, con el actual alcalde, ni antes; y lo que está claro es que no podemos aceptar una posible propuesta que se plantee con el valor de tasación de poco más de 1,8 millones que, según parece, se recoge en un informe técnico municipal elaborado en 2018", recalcan. "No se puede entender que este edificio valga 1,8 millones y que luego se valore el Teatro Principal en más de 14", argumentan. "¡Si solo el valor catastral que la propia administración usa de base fiscal ya es más del doble de esos 1,8 millones!", enfatizan. "Venimos asumiendo el pago de esos impuestos, a razón de más de 17.000 euros anuales en IBI, y también afrontamos la rehabilitación y consolidación de fachada cuando nos lo requirieron, así que no podemos aceptar una oferta que no permita cubrir siquiera esos gastos", sentencian.
"El problema es que ellos mismos se han metido en este problema con una tasación a la baja y ahora no van a ser capaces de resolverlo porque ningún técnico va a cambiar esa tasación: ni actúan ni dejan actuar, así que al final el edificio se quedará ahí. Por el momento, nosotros nos plantearemos la posibilidad de ejercer acciones legales por ese bloqueo", añaden. "De momento, el grupo Baraka ya ha anunciado que estaría dispuesto a llegar al juzgado por todos los gastos que ha tenido que asumir en la ejecución del proyecto en el caso de que ahora se les diga que no lo pueden desarrollar", avisan.
"Nos plantearemos ejercer acciones legales por ese bloqueo; el grupo Baraka ya ha anunciado que estaría dispuesto a llegar al juzgado"
En esta línea, sostienen que la propuesta elaborada por Baraka "respeta todas las indicaciones que les marcaron", incluso por lo que atañe a la limitación de dos alturas. Además, señalan que "su proyecto recupera la ambientación de un antiguo cine". "Se recrea una especie de patio de butacas y hasta se mantiene el escenario en el que se situaba la pantalla como espacio para eventos", detallan. "Ahora, todo eso que a la propia empresa se le había asegurado que sí era viable, resulta que ya no lo es. Está claro que al final acabarán ahuyentándolos", aseguran. "Ya pasó con un fondo francés que también se había interesado por la compra del edificio antes que Baraka, que también había llegado a un acuerdo con NH para convertirlo en hotel", apuntan.
En su opinión, el hotelero es el único uso viable para el edificio. "Aquí se ha especulado mucho sobre el supuesto interés del grupo Inditex para abrir una tienda de Zara o de una clínica dental, pero la única propuesta real fue la de Ocio Teatro, que el ayuntamiento no autorizó, en 2003", detallan. "Y se vuelve a insistir en la propuesta de compra para darle un uso cultural, pero ¿qué administración está dispuesta a invertir la suma millonaria que hace falta para rehabilitar el edificio en el contexto en el que estamos?", se cuestionan.