Ronda Sur de ElcheELCHE. El manido asunto de las infraestructuras vuelve a salir a la palestra una vez más, aunque sin ninguna novedad sobre alguna de las obras que llevan años pendientes: desde la ansiada y siempre retrasada llegada del AVE a Elche hasta la renovación de los trenes de Cercanías o la finalización de la Ronda Sur. Precisamente para intentar cambiar la dinámica, buscando un golpe de efecto, que habrá que ver qué recorrido tiene, el equipo de gobierno ha elaborado un 'Plan Municipal de Infraestructuras Estratégicas'. Llevarán esta versión preliminar al Consejo Económico y Social buscando un respaldo con el que luego volver a tocar a las puertas de Fomento y de la Generalitat para reivindicar todas las infraestructuras pendientes.
Una cuestión que sale a relucir cada cierto tiempo y que tras alguna reunión con la Dirección General de Fomento, sigue sin fructificar ni tener avances. Ahora, con los trámites administrativos levantándose y con otras prioridades sociales y económicas, será aún más difícil lograrlo. A priori, cuando más cerca se estuvo de lograr alguna partida importante fue en el intento de aprobar los Presupuestos Generales de 2019 del Gobierno, con esos 60 millones para la primera fase de modernización de la red de Cercanías. Si bien el margen para sacarlos adelante era escaso, como se comprobó más tarde, en él se proponían inversiones de calado.
Sin embargo, no hubo presupuestos, y por lo tanto, avances en las infraestructuras. En cualquier caso, el bipartito es consciente de que es un plan a medio y sobre todo largo plazo, con el objetivo de lograr unas infraestructuras "para la competitividad y la sostenibilidad". Y que todo junto supone una inversión estratosférica para una sola ciudad; algunas tardarán mucho en llegar, si llegan, por muy lógico que sea preguntarse por qué no hay una parada de tren en Elche Parque Empresarial donde trabajan sobre 13.000 personas, o por qué no hay diseñada una conexión de Cercanías con el aeropuerto o la estación del AVE en Matola.
Como explicaba el alcalde, para hacerse una idea de lo caras que son estas actuaciones, el tramo final de la Ronda Sur, pendiente desde hace años, puede suponer una inversión de unos 25-30 millones de euros, mientras que la primera fase de la modernización de la red de Cercanías Alicante-Murcia unos 60. Son actuaciones que se han incluido dentro de un plan que está nucleado por 18 propuestas de actuación, nueve vinculadas a las infraestructuras viarias y el resto a infraestructuras ferroviarias. El bipartito cuenta con todas estas actuaciones como parte de una palanca de reconstrucción tras la crisis del coronavirus.
Las actuaciones prioritarias en materia viaria son la finalización de la Ronda Sur, la liberación del peaje de la segunda circunvalación Alicante-Valencia, la conexión directa de Elche Parque Empresarial con la A-70, la duplicación total de la carretera Elche-Santa Pola —actualmente en marcha— y la conexión directa de la estación del AVE con el tramo de la A-70 entre Elche y Crevillent.
En cuanto a las infraestructuras ferroviarias, figuran la entrada en funcionamiento del AVE entre Elche y Madrid, la modernización de la red de cercanías Alicante-Elche-Murcia, la conexión ferroviaria con el aeropuerto, la conexión entre la red de Cercanías y la estación del AVE y la creación de una estación en el nodo Torrellano-IFA-Parque Empresarial, que provoque la conexión entre la ciudad y ese nodo socio-económico. La única novedad importante reciente fue la de que Renfe retirará los viejos trenes diésel y renovará la línea de Cercanías de Elche y Alicante con híbridos, aunque sin plazos.
Salvo actuaciones como la del desdoble de la carretera de Santa Pola, ya en marcha, o la ampliación de los accesos al aeropuerto —empezaron antes de la pandemia, o la pasarela encima de las vías en Altabix, que finalmente ejecutará el Ayuntamiento y está tramitándose, el resto de actuaciones llevan tiempo enquistadas: algunas como la supresión del paso a nivel en Torrellano lleva cayendo tiempo en saco roto, y como esta, otras que ni se han planteado desde otras administraciones, sean la autonómica y sobre todo la estatal, que son las que tienen que ejecutarlas. Y las más relevante o de mayor interés que están activas, llevan años de retraso. Y de obras comunes como la conexión del Cercanías con el aeropuerto no tienen novedad ilicitana. En el estudio de detalle de la Variante Torrellano se habla de Alicante y no de Elche.
Después de varias visitas a Fomento y promesas caídas —del actual Ejecutivo, pero también del anterior— en saco roto en los últimos años, no solo del actual gobierno local, sino de miembros de la oposición a través de sus partidos con representación nacional, e incluso de algún colectivo cívico, han sido escasos los avances. El Ejecutivo intenta lograr un respaldo del tejido económico y social local a través del Consejo Social —donde puede utilizar la posible influencia de patronales, sindicatos, instituciones y otros partidos— para tener un documento final en septiembre que consensúe esas actuaciones prioritarias que llevan mucho tiempo esperando para intentar hacer de lobby en Valencia y Madrid, que a la postre son quienes tienen que decidir.
