Foto: PEPE OLIVARES.BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm ha rechazado la petición de la propietaria de un edificio en el casco histórico que solicitaba eliminar su vinculación de singularidad. Lo hacía con el propósito de reformar el inmueble y convertirlo en uso hotelero. Sin embargo, los informes técnicos mantienen esta distinción, y frustra la obra a pesar de las argumentaciones de la compañía con las que justifican que está "descontextualizado del trazo urbanístico de la época". Se trata del edificio número 42 del Paseo de la Carretera, que data de 1910. Y entre otros asuntos, la carencia de un Catálogo de Protecciones está detrás de la decisión.
En la actualidad, el inmueble está incluido dentro del Artículo 9: Vinculaciones singulares de la Ordenanzas particulares de la edificación y de los usos de suelo urbano. Esto implica que solo se admiten obras de restauración, conservación y demás obras, incluidas las de restauración parcial o total "excluyendo las fachadas exteriores y la demolición parcial a ellas aparejadas y en todo caso respetarán la configuración básica y estilística original" además de "sus actuales planes de fachada exterior e interior de las cubiertas", tal y como recoge la norma local.
Esto impide que Benitelmo, la empresa propietaria y promotora de la reforma, pueda acometer la reforma que plantea. A grandes rasgos, además de su rehabilitación, requiere duplicar la superficie, pasando de los 394 metros cuadrados construidos, a los 616 metros cuadrados. Esto implicaría que pasara de las dos plantas actuales, a las cuatro. Para la empresa, su condición de singularidad afecta precisamente a la edificabilidad máxima.
Para ello, pedían al Ayuntamiento la modificación del Plan General de Ordenación Urbanan (PGOU) con el objeto de eliminar este edificio del inventario de singulares, que se compone de ocho inmuebles en todo el casco antiguo.
Con tal fin, presentan un estudio de un informe patrimonial realizado por una arqueóloga y antropóloga firmado en 2021. En él, la experta recuerda que ya hay un antecedente, el antiguo ayuntamiento se desvinculó en 2009 de su singularidad para convertirse en lo que a día de hoy es el Museo Boca del Calvari.
En comparación a las construcciones de la zona, más allá del propio inventario, el único de la misma época es el situado enfrente, construido en 1909, un año antes que el de la familia Moll. Aunque éste no está incluido en el inventario. El informe explica que en la actualidad se encuentra rodeado de dos edificios de 'gran volumetría', a la derecha de su fachada existe uno más moderno de cinco plantas y destinado a hotel. Al lado del residencial de su derecha está situado otro 'singular', pero fue demolido en 2004 y construido de nuevo en 2008 (donde ha estado en los últimos años la tienda Cool).
En sus conclusiones, la autora del informe considera que el bloque está "completamente descontextualizado del trazo urbanístico de la época", donde hay construcciones realizadas en "los primeros años del siglo XXI y del último tercio del siglo XX, por lo que ha perdido todo su contexto e identidad". Aunque reconoce que sí que conservan elementos singulares como es el alero del remate de la cubierta a dos aguas y ménsulas de madera para soportar el vuelo y la doble crestería de cerámica típica de la época, "que debería integrarse en la reforma".
El pasado 18 de septiembre la empresa, vinculada al exconcejal del PP Salvador Moll, interpuso un recurso contencioso administrativo contra la denegación de la solicitud por presunto silencio administrativo ya que no habían obtenido respuesta después de casi dos años. Como contestación, ahora el Ayuntamiento en su informe técnico considera que el estudio "es una recopilación del estado actual (extraída de los datos de Catastro)". Al mismo tiempo, explica que no se ha cambiado el trazado del caserío anterior al Plan General, sino la ordenación, que cambia el contexto, pero su identidad no se altera "como afirma al describir los elementos singulares que contiene".
Con todo, el Consistorio menciona que meses antes de la petición de la empresa, en enero de 2021 (la petición es en noviembre de ese año) la Conselleria de Educación, Cultura y Deportes conmina a la administración local a suspender cautelarmente cualquier demolición en este ámbito. El motivo no es otro que la carencia de un Catálogo de Protecciones, lo que conlleva la aplicación directa de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano, considerando todo el Casco Histórico Tradicional como Bien de Relevancia Local.
Finalmente, se deniega la solicitud de la empresa por la falta de motivación de interés público y la imposibilidad de alterar el planeamiento unilateralmente por parte del Ayuntamiento.
