Elche

La Generalitat avala el plan de ajuste de Elche, cuya deuda se situará en el 24% tras amortizar préstamos

El alcalde y el edil de Hacienda, Francisco Soler, satisfechos por el respaldo al plan para acabar el año en estabilidad presupuestaria, aunque Soler reconoce la dificultad de controlar el gasto que exige el alcalde

  • Ayuntamiento de Elche -
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ELCHE. La Dirección General de la Administración Local, dependiente de la Generalitat Valenciana, ha dado el visto bueno al plan de ajuste del Ayuntamiento de Elche, un Plan Económico Financiero (PEF) que ha tenido que elaborar tras el desfase de 8,5 millones de euros a finales de 2024, al haber utilizado ahorro y arrojar el presupuesto inestabilidad presupuestaria (más gastos que ingresos). Este visto bueno es para el alcalde Pablo Ruz un ejemplo de que "el trabajo ha estado bien hecho a nivel financiero", recordando que en el año 2020 el anterior Ejecutivo local, PSOE y Compromís, también tuvo que elaborar uno. Para el alcalde, la gestión ha implicado "inversión de cifra récord y bajada de impuestos", enmarcando este plan en la normalidad municipal. Por su parte, el edil de Hacienda y vicealcalde, Francisco Soler, esgrime que la deuda se situará al 24% (por lo que ahora es mayor) una vez se ejecute una amortización de 5 millones de euros cuyo expediente ha empezado ahora.

Primera amortización real de deuda, de 5 millones

Sobre esta cuestión, Soler apunta a que se ha iniciado el expediente de amortización de 5 millones de euros de deuda provenientes de créditos que se pidieron con anterioridad, aquellos de los que era más rentable amortizar porque o bien no se van a disponer en su totalidad o porque hay sobrante de los mismos. Ahora, una vez se apruebe esta amortización de deuda, la primera de la legislatura —sin contar la 'anticipada' que se hizo del préstamo reciente cuando aún no se había concedido, que pasó de pedirlo por 30 millones a la mitad—, la "deuda legal", como indica el concejal, será del 24%. Es decir, la que computa en el ejercicio fiscal según la legislación estatal y en la que se tienen en cuenta por ejemplo los créditos solicitados, aunque no se hayan utilizado. Teniendo en cuenta lo que sí se ha utilizado, la "deuda real", como señala, es del 11%. Aunque sin especificar cuántos millones representan estos porcentajes.

Las medidas tomadas para el PEF: recorte de partidas, renuncia a otras y restricción en contrataciones

Para el concejal, esta aprobación es un respaldo al trabajo que se ha hecho en su área, haciendo repaso a las distintas medidas que se han tomado para la elaboración de este PEF, cuyo objetivo, para este año y lo que resta de 2026, es situarse en estabilidad presupuestaria, evitando, a efectos contables, un desfase entre los ingresos y los gastos municipales. Hasta ahora, las medidas tomadas han sido esa reducción de la previsión del préstamo de este año, que ha pasado de 30,5 millones a 15,7. Una reducción que el Consistorio califica como "amortización anticipada del préstamo". También el recorte de inversiones previstas este año, con eliminación o minoración de partidas por valor de 4 millones (modificación 13 del presupuesto), la eliminación de inversiones o gastos previstos con la venta de suelo por 3 millones de euros que no se ha producido (solo se ha colocado un solar por más de 200.000 euros). Asimismo, también se declaró la indisponibilidad de 1,7 millones de euros del presupuesto, en este caso, referentes a previsión de subvenciones europeas cuya resolución aún no se conoce, como las de los mercados de Plaza Barcelona y Madrid.

En cuanto a otras medidas sin repercusión económica, aunque incluidas en el plan por la previsión de gasto o no gasto que pueden suponer, está la de la racionalización de Recursos Humanos por parte de las concejalías, con movilidad del funcionariado entre departamentos y sin renovar contratos temporales. Y a nivel de tasas, en el PEF se incluye también el aumento de ingresos por el tasazo de la basura, que se regula en las ordenanzas fiscales, la inspección del padrón por el pago de tasa de residuos, para que afloren personas físicas o jurídicas que no pagan acorde a su situación. Y también, como octava medida, como las dos anteriores, incluida por voluntad municipal, la revisión de la categoría fiscal de las calles. Esto implicará cambios en el pago de la tasa de recogida de la basura, de mesas y sillas o de ocupación de la vía pública. Soler habla de "barrios nuevos que están en una situación muy por debajo del valor que le corresponde"; una corrección que asegura está ya bastante avanzada y al caer para su aprobación.

Sin utilización de remanente

Asimismo, el concejal, preguntado por la cuestión, confirma que con el plan de ajuste activo no se utilizará más remanente para financiar determinados gastos o inversiones, como se ha hecho en algunas ocasiones en los primeros compases del año. "El remanente no se puede utilizar y tenemos el compromiso de no tocarlo". No obstante, precisa que parte de él sí se podría utilizar —aquí la legislación tiene este asunto tasado, sí se podría utilizar el de años anteriores pero no el más reciente del pasado ejercicio—, "como ya hemos hecho, moviendo partidas del Capítulo 8 al 9, y que no computan". Aun así, y siendo "rigurosos", especifica que por la situación de excepcionalidad que vive el Ayuntamiento ahora tras el ciberataque, no se puede descartar o saber qué vendrá más adelante según las necesidades. Se da por hecho, como dijo el alcalde, que sí habrá trasvase del Capítulo 2 de Gasto Corriente al 1 de Personal para cuadrar las cuentas y que estén en estabilidad económica a final de año. Como ya advirtió la Interventora, utilizar el remanente ahoar que están las reglas fiscales activas, implicaría volver de nuevo a caer en inestabilidad y en otro plan de ajuste. La pescadilla que se muerde la cola.

Soler reconoce la dificultad de controlar el gasto que exige el alcalde

Por último, cabe destacar que la eliminación de partidas o parte de ellas en las inversiones, en la práctica no significa que el equipo de gobierno renuncie a distintos proyectos, sino que se aplazan, en la práctica, como se preveía que pasaría por el nivel de gasto que ha producido este desfase monetario. Ante todo, el concejal de Hacienda insiste en que "no hay ningún problema económico en el Ayuntamiento", en referencia a que no hay "ningún agujero de 8,5 millones", aunque sí ese desfase que ahora han tenido que cubrir o tapar —según el léxico escogido— con las medidas económicas enumeradas. El edil recuerda que utilizar los ahorros municipales genera inestabilidad, y que no falta dinero para pagar las nóminas de la plantilla.

Como curiosidad, ha reconocido una evidencia que se comenta en los mentideros de la Plaça de Baix, y es que "el alcalde es hiperactivo con el gasto y no me lo pone fácil", en referencia al gasto en general, ya no solo de inversiones, sino de contrataciones que se han venido realizando en estos años, horas extra y demás, y que a la postre han generado este desfase. Pero para ambos, una consecuencia colateral y casi 'necesaria' para llevar a cabo proyectos en el término municipal.

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