ELCHE. El Gobierno central ha aprobado la utilización del superávit de 2024 a las administraciones públicas para 2026 y 2027. Supone la vuelta de las viejas Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS), inversiones que se permitieron con la denominada regla de gasto para que los Ayuntamientos pudieran hacer uso de sus ahorros municipales en el año en ejercicio, pero con mesura, solo para proyectos tangibles de infraestructura o elementos de interés general. Aunque hay ciertos matices porque se trata del uso del superávit y no del remanente, que suele ser de más envergadura una vez se liquida el ejercicio. Sin embargo, el Consistorio ilicitano, sobre el papel, no podría utilizarse por el déficit de la administración local en 2024, por los 8,5 millones de euros de déficit que han desembocado en el actual plan de ajuste.
Precisamente desde el equipo de gobierno venían reivindicando que el Estado permitiera de nuevo eliminar la denominada 'regla de gasto' de época de Montoro para poder utilizar el remanente libremente no solo para IFS, sino también para gasto corriente (como ocurrió en la pandemia con las reglas suspendidas), de forma que el Ayuntamiento pudiera disponer de los ahorros municipales.
Sin inversiones extra
Sin embargo, de forma paradójica, aunque ahora el Ejecutivo central ha aflojado la exigencia, permitiendo utilizar superávit para estas inversiones, lo que supone posibles inversiones extra, Elche no podrá sumarse en principio por la inestabilidad presupuestaria en que incurrió al excederse en el gasto de acuerdo a las normas contables al haber superado estos a los ingresos con el uso del ahorro municipal. Unos fondos extra que vendrían bien al Consistorio precisamente por el alto nivel de proyectos pendientes de sufragar e impulsar en 2026, de ahí que se plantee pedir un préstamo de hasta 32 millones de euros.
Indicativo es que ni el alcalde ni el edil de Hacienda Francisco Soler han mencionado nada al respecto estos días de presentación de las cuentas ante los medios o el Consejo Social. Así, aunque el bipartito ha estado defendiendo lícitamente la gestión del presupuesto día a día, y que el gasto era necesario para el mantenimiento de la ciudad o impulsar proyectos —o sin ir más lejos, el edil de Vox Samuel Ruiz resaltaba de las cuentas que son buenos gestores—, la contrapartida al haberlo estirado al máximo es no disponer ahora de esta herramienta que brinda el Real Decreto.
En cualquier caso, el Ayuntamiento ha estado durante 2024, en diferentes fases, utilizando el remanente para gasto corriente como Fiestas, refuerzos de personal, dietas o conservación de inmuebles, hasta que con el plan de ajuste se comprometió a no disponer más de él.