ELCHE. Este miércoles se ha reunido la segunda Mesa de Trabajo sobre las fotovoltaicas en el Camp d'Elx, ya que había inquietud entre los vecinos del campo, así como colectivos ecologistas, por la suspensión que ha aprobado el equipo de gobierno, ya que esta no afecta a los proyectos en marcha, sino 'solo' a las nuevas solicitudes que las empresas quieran presentar en suelo rural. En la misma se han planteado cambios posibles para evitar posibles macroproyectos en algunas pedanías, y se ha puesto de relieve que el Ayuntamiento no cuenta con la actualización cartográfica del municipio en lo que a valor agrológico del suelo o Patricova se refiere.
En este sentido, en Santa Ana se estudiará si se califica como área residencial las viviendas diseminadas de la pedanía. Con ello se acotaría el terreno por ejemplo para instalar estas plantas. Una de las opciones sería un mínimo de espacio de instalación a 200 metros, como una suerte de servidumbre. Hay que recordar que en ella ha decaído el gran proyecto de Greenalia, mientras que sigue en trámite el de Eurener. La presidenta vecinal e integrante de la plataforma por una instalación racional, Anna Molina, ha señalado que "no se ha protegido todo lo que esperábamos" el campo con la suspensión solo de las nuevas licencias, y no de los proyectos en marcha, aunque da las gracias al Ayuntamiento por esta segunda mesa, y valora positivamente que el Ayuntamiento haya sentado a todas las partes implicadas y esté abierto a ampliar protecciones. "Las plantas solares se tienen que poner en sitios adecuados", explica, incidiendo en que están a favor de las renovables, "sobre todo del autoconsumo y las comunidades energéticas".