ELCHE. El Palacio de Congresos de Elche vuelve a estar en el candelero. Aunque eso sí, no como gustaría al bipartito: la Diputación de Alicante, junto al Consistorio de la capital, han solicitado al Puerto (al menos desde finales de 2020) el uso de los muelles 7 y 9 para un palacio de 5.500 metros, que además sería la sede de nueva sede de Suma. Una propuesta concreta y más o menos cerrada, pero en definitiva, avanzada, mientras que el proyecto ilicitano, comprometido por la Diputación, sigue paralizado.
Una situación que ha irritado mucho al bipartito, y en particular al alcalde Carlos González, quien ha venido requiriendo en el tiempo al presidente de la entidad provincial el proyecto, que está además atascado, a la espera de que la Universidad Miguel Hernández (UMH) finalice su análisis. Algo que no puede controlar porque es la Diputación la que financia este estudio y lo puso como condición, ya que es quien pone el dinero para el proyecto, para la financiación. Así pues, tras un primer jarro de agua fría, al consignar una testimonial partida de 50.000 euros en el presupuesto de la Diputación, ya que se esperaba más para poder empezar con la licitación de la redacción del proyecto —altas expectativas que tenía con ello el regidor, o bien una OPA para obligar a que Mazón tomara posiciones—, ahora se ha visto que desde hace más tiempo se estaba fraguando el proyecto alicantino que sería un obvio competidor.