ELCHE. Parecía que la venta del emblemático inmueble de los ya extintos cine Capitolio y Zara —respectivamente en los últimos tiempos— en el centro de Elche estaba en punto muerto. Con un precio de salida del edificio de tres millones de euros —como publicó en exclusiva Alicante Plaza—, Amancio Ortega, dueño del mismo y del imperio de Inditex, y sin la necesidad de una venta inmediata, hacía presagiar que iba a ir lento. Sin embargo, según ha podido saber este medio, el gran interesado en adquirir las instalaciones es la Universidad Cardenal Herrera CEU, que ya estaría negociando con el empresario gallego.

Eso sí, fuentes oficiales de la universidad tan solo declaran que actualmente están buscando alternativas y fórmulas para ampliar su presencia en la ciudad. No obstante, otras fuentes confirmaron a este medio que es la mencionada fundación quien está interesada en implantarse en una de las joyas de la corona de la ciudad. Obviamente para ampliar el programa académico de la misma. En este sentido, cabe esperar que no se pueda desligar ese supuesto punto muerto de la negociación con la universidad católica privada.

En retrospectiva sobre los hechos, como ha venido contando este medio, el representante y encargado de gestionar los bienes de Ortega en la zona tenía encima de la mesa varias ofertas, una de ellas prioritaria, rechazada, y otras de operadores que estaban interesados en adquirir en pack este inmueble junto a otros de Zara en otros puntos del país. Sin embargo, el elevado precio que se pedía, unos tres millones de euros, espantaba a estos operadores, que buscan comprar este tipo de edificios para después alquilarlos a terceros. Y de hecho en esta ecuación veían con buenos ojos arrendarlo al Consistorio, que se llegó a preguntar por la situación del edificio aunque sin pretensiones monetarias; su postura anunciada acerca de un posible uso cultural del mismo era por parte de otros, no a nivel municipal. 

La ventaja del CEU: su carácter educativo

Sin embargo, el CEU cuenta con ventaja por ser una fundación universitaria, es decir, una institución con unos fines muy distintos a los de este tipo de grandes operadores cuyo fin es especular. Los tres millones de euros que se les pide a estos están fuera de mercado, y desde el sector estiman que el valor real actual de este inmueble puede ser de entorno al millón o millón y medio de euros. El vender las instalaciones a una fundación, un ámbito en el que se suele mover, le permitiría a la universidad no tener que competir con los elevados precios que pide Ortega al sector profesional.