Deportes

Del descenso administrativo al efecto Messi: el largo viaje del Elche CF al paraíso de la mano de Bragarnik

Hay clubes que solo han probado el sabor dulce del éxito y otros que viven instalados en el sufrimiento, víctimas tanto de la pelota caprichosa como de la torpeza de sus dirigentes. Y luego está el Elche, que ha transitado sin descanso entre ambos extremos, como si la Magrana del Misteri agitara una historia que, por otra parte, comparte muchos rasgos con la de tantos equipos mediterráneos

  • Messi y Bragarnik posan con la camiseta del Elche CF
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ALICANTE. Solo los elegidos por el dedo divino conocen el éxito y entre ellos se encuentra Lionel Messi, quien con solo trotar sobre el verde del estadio Martínez Valero este jueves convertía al Elche CF y a Elche en portada de diarios e informativos a nivel mundial.

“El cielo en la tierra” decía el eslogan turístico de la ciudad con motivo del reciente Año Jubilar que ha celebrado hasta el pasado 1 de noviembre, pero el mismo se veía prolongado esta semana gracias al club franjiverde y al entrenamiento de puertas abiertas de Argentina: a primera hora de un día laborable y no solo desde Elche y otros puntos de la provincia de Alicante (el que escribe se cruzó en la capital con varios vecinos que volvían con la elástica albiceleste “de ver a Messi”), también desde muy variados rincones de la geografía española (empezando por Barcelona) y europea (desde Alemania pidieron el martes información al club franjiverde sobre cómo asistir) finalizaba en las gradas del Martínez Valero una peregrinación de aficionados al fútbol que deseaban ver al mesías del fútbol, con permiso de Diego Armando Maradona.

  • Así estaba el Martínez Valero este jueves

Aunque a más de uno le hubiese gustado irse a la cama con él y hubo de conformarse con verle entrenar, Messi correspondió con creces el apoyo recibido, reafirmando su categoría de astro dentro y fuera de los terrenos de juego. Y el Elche CF, con su propietario Christian Bragarnik a la cabeza, sonrió. El empresario argentino no da puntada sin hilo y la jugada le salió redonda porque. además de posar por enésima vez con Messi, mostró con ello al mundo el brillo que tiene no solo una de las plazas en las que reina, exactamente aquella que es capital del imperio de su negocio futbolístico, al tiempo que sofocó de un plumazo la polémica despertada en el franjiverdismo  por el precio de las entradas para el encuentro ante el Real Madrid del domingo 23.

Dicen que cualquier tiempo pasado es mejor y a buen seguro que en su centenaria historia el Elche CF, que ha perdido recientemente a pilares de la misma como Diego Quiles y Juan Carlos Lezcano, los ha vivido mejores. Eso sí, también mucho peores.

El club franjiverde tiene su deuda reducida a cero y un presupuesto anual que ronda los 50 millones de euros; su primer equipo compite en LaLiga EA Sports por cuarta temporada de las últimas seis y lo hace desplegando un fútbol que elogian tanto propios como extraños y ofrece buenos resultados; cuenta con 27.000 abonados; está reformando su estadio y a punto de iniciar las ansiadas obras de su ciudad deportiva, actuaciones que comportan una inversión total de más de 47 millones de euros… Nada que ver con aquellas épocas de urnas petitorias en las puertas del estadio antes de los partidos, de asambleas de salvación o, sin ir más lejos, el descenso administrativo de 2015 por una deuda en situación irregular con la Agencia Tributaria, el deportivo de 2017 a la extinta Segunda B y el concurso de acreedores que acompañó a todo aquella, incluida una guerra con la Generalitat por el control de la mayoría accionarial. Todavía hay algún litigio pendiente de resolverse (que se lo digan a Juan Anguix) en relación a esos años oscuros del Elche, no tan lejanos en el tiempo, pero que parecen prehistoria gracias al buen desempeño en el campo del equipo, los tres ascensos conseguidos desde 2018 y, especialmente, las citadas ya cuatro temporadas en la elite.

  • Messi saluda a la entregada afición

Hay clubes de fútbol solo que conocen el éxito y otros que conocen exclusivamente el sufrimiento, en gran medida por la caprichosa pelota, pero también por irresponsabilidad e incapacidad de sus gestores. Luego está el Elche, que se ha movido entre esos dos estados de ánimo sin solución de continuidad, como si La Magrana del Misteri agitara su historia, tan común por otro lado a la de muchos otros conjuntos mediterráneos.

  • Un momento de la celebración del ascenso del pasado junio

 

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