ALICANTE. ¿El ex presidente del Elche Juan Anguix actuaba en interés del club o lo hacía en interés de la mercantil Eventos Petxina con su proceder en relación a la factura de 363.000 euros (IVA incluido) emitida por esta sociedad para su pago por el primero a cuenta del traspaso del futbolista Jonathas a la Real Sociedad? Lo anterior fue objeto de encendido debate este jueves en la Audiencia Provincial de Alicante, concretamente en su Sección Undécima con sede en Elche.
El intento de pago de la citada factura mediante transferencia el 29 de julio de 2015, con el club franjiverde en situación de preconcurso, esperando que el Juez de lo Mercantil estimase su petición de concurso de acreedores voluntario, con su primer equipo recién descendido de Primera División por la deuda en situación irregular con la Agencia Tributaria y a dos días de poder ser expulsado de LaLiga por mantener deudas impagadas con clubes y, especialmente, futbolistas de su primera plantilla era objeto de juicio este jueves.
A las magistradas de la citada Sección Undécima les corresponde ahora decidir si el que fuera máximo mandatario del club del Martínez Valero es culpable o no de una tentativa de administración desleal y, en consecuencia, si cabe imponerle o no una pena y cuál. Si merece reproche penal uno de los hechos más controvertidos de los apenas tres meses que duró la segunda etapa de Juan Anguix en el Elche (hubo una primera, en la que fue vicepresidente y que se extendió entre diciembre de 2011 y mayo de 2013), una de las más convulsas en los 101 años de la entidad (pero no solo por lo sucedido en ese trimestre, también por sufrirse en ese lapso de tiempo buena parte de las consecuencias de los años anteriores).
Tanto la Fiscalía como el Elche (acusación particular) lo tienen claro y piden para Anguix una condena a 11 meses de prisión y multa el primero y a un año de cárcel y multa el segundo por considerarlo autor de un delito de administración desleal en grado de tentativa (artículo 252 del Código Penal en relación con la modalidad agravada de los ordinales 4 y 5 del aparatado primero del 250). Así lo sostenían este jueves durante la única sesión del juicio cuya denominación formal es Procedimiento Abreviado 1991/18.
Por espacio de cinco horas, el director financiero del Elche Ramón Villagordo, el exsecretario del consejo de administración franjiverde Ramón Segarra, un directivo de la extinta Caja Murcia y el administrador y socio único de Eventos Petxina Basilio López fueron respondiendo a las preguntas de las acusaciones y de la defensa de Anguix, quien fue el primero en ser interpelado sobre los hechos... y también aprovechó su oportunidad de cerrar la vista ofreciendo su punto de vista tras escuchar las declaraciones de los anteriores en calidad de testigos.
Hay una serie de cuestiones que son incontrovertibles:
- Que Eventos Petxina giró una factura al Elche el 28 de julio por 363.000 euros (impuestos incluidos) con el 50% del beneficio del Elche por el traspaso de Jonathas a la Real Sociedad como concepto y en virtud del acuerdo de 2011 por el que se había hecho con ese derecho a cambio de 800.000 euros.
- Que ese día Juan Anguix dio traslado al director financiero Ramón Villagordo de una orden para pagar dicha factura mediante transferencia, con cargo a una de las cuentas que tenía el Elche en la anteriormente citada entidad financiera una vez se ingresasen en ella los 600.000 euros que le correspondían percibir al club del Martínez Valero de una operación con Jonathas como protagonista y por un montante total de 7,2 millones, suma que fue en su mayoría a las arcas de terceras entidades, por tener derecho a ello.
- Que también la mañana del 29 de julio el director financiero del Elche se personó en una sucursal de Caja Murcia en el centro de Elche para interesarse por la ejecución de la citada orden de transferencia que le había avanzado por fax, respondiendo el director de la misma que debía ser firmada en su presencia por Anguix, algo que no se produjo, no ejecutándose la transferencia.
- Que el expresidente se encontraba en las inmediaciones de dicha sucursal junto a aquellas personas que el acompañaron en su segunda y última etapa en el Elche, que conoció del director financiero del club lo que le manifestaba el apoderado de Caja Murcia y que declinó entrar en la oficina, dirigiéndose a continuación al Martínez Valero para apoderar al equipo gestor que hizo la corta transición hasta la aprobación de la declaración de concurso el 6 de agosto, pero durante la que se consiguió evitar un segundo descenso, este a Segunda B al conseguir reunirse 3,3 millones de euros (a partir de la citada suma de 600.000) y consignarlos en la cuenta de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), levantándose las denuncias que impedían la inscripción en el segundo escalón del fútbol español del primer equipo franjiverde.
Ahora bien, las partes difieren sobre las razones que movían a algunos de los anteriores:
- Tanto la Fiscalía como el Elche sostienen que Anguix actuó de manera indebida, se extralimitó en sus funciones y lo hizo en interés de Eventos Petxina y no del club ("Intentó aplicar el patrimonio del club a un fin distinto a sus intereses", decía en sus conclusiones el letrado del Elche después de hacer suyos los argumentos del Ministerio Fiscal): que ordenó el pago de esa factura siendo no solo conocedor de la situación de preconcurso, también de lo vitales que resultaban los 600.000 euros con cargo a los que se iba a pagar a Eventos Petxina en un momento en el que había que reunir 3,3 millones para evitar un segundo descenso administrativo que hubiese supuesto la desaparición de la entidad. Y que lo anterior respondía a su vinculación con Basilio López, cuyo acuerdo con el club había conllevado su entrada en el consejo de este en 2011. Una vinculación que entienden que no solo quedó de manifiesto en relación al intento de pago de la citada factura (algo que también suponía actuar en contra de la interpretación que se defendía del contrato que articuló ese acuerdo: un préstamo y no una venta de derechos sobre futbolistas, algo que el Elche mantuvo en sede judicial hasta las últimas consecuencias, hasta en su recurso de casación ante el Tribunal Supremo luego desestimado), también en cómo resolvió la reclamación que hizo Petxina semanas antes para cobrar 3.000.000 de los 6.000.000 euros del traspaso de Carlos Sánchez, por medio de un acuerdo por el que Petxina renunciaba a la mitad de esa suma pero le facultaba para embargar parte de los ingresos por cesión de derechos audiovisuales, aunque luego no consiguiera ejecutarlo -y cobrar- al entrar en concurso el club.
- Anguix, por su parte, sostenía que cuando se convirtió en presidente y consejero delegado a finales de noviembre se le ocultó desde la decisión de 12 días antes del Juez de Disciplina Social de LaLiga de descender al equipo a Segunda A por la deuda en situación irregular a otros muchos problemas, empezando por impagos de nóminas tanto a los futbolistas de la primera y segunda plantilla como a trabajadores y otras deudas como la que se mantenía con la Tesorería de la Seguridad Social. Recordaba que en junio capitalizó la entidad con 75.000 euros primero y 60.000 después con cargo a su bolsillo para conseguir que los trabajadores cobrasen sus nóminas o que los futbolistas del Elche Ilicitano levantasen sus denuncias ante la AFE. Defendió la quita consensuada con Eventos Petxina sobre los 3.000.000 euros que reclamaba del traspaso de Carlos Sánchez, al tiempo que argumentó que si hubiese querido favorecer a Basilio López" habría aceptado en el mercado de invierno de la 2012/13 alguna de las muchas ofertas recibidas por futbolistas de la plantilla" (el acuerdo con Petxina estaba ya vigente) y, especialmente, sostuvo que en ningún caso dio orden de que se pagaran los 363.000 euros el famoso 28 de julio, firmó la orden pero condicionando su ejecución a que previamente se culminase con acuerdo la negociación con el fondo Cerberus, que había mostrado interés en entrar en el club (con objetivos más inmobiliarios que deportivos) y que permitiría salvar la situación de insolvencia (empezando por pagar los 3,3 millones de euros que se adeudaban a los jugadores antes del 31 de julio).
La mañana en la Ciudad de la Justicia de Elche, concretamente en la sala 10, donde se celebraba el juicio, sirvió para conocer algún detalle de lo sucedido la mañana del 29 de julio de 2015 y escuchar a Juan Anguix proclamarse víctima junto a la entidad de los impagos de obligaciones en la etapa de José Sepulcre, pese a ingresarse del orden de 60 millones de euros por temporada. Por ejemplo, el director de la sucursal de Caja Murcia explicó que emplazó a que se firmase la orden de transferencia en su presencia (cosa que no ocurrió) "para cumplir con la normativa" y que esa mañana recibió "numerosas llamadas de terceros interesándose por la ejecución o no de la misma, pero no de Anguix", a quien Ramón Villagordo atribuyó la amenaza (no cumplida) de "acudir con un notario a levantar acta" de que no ejecutaba la orden firmada por él, después de negar como acababa de decir el entonces presidente que el pago de los 363.000 euros estaba condicionado: "Me dijo que se hiciera inmediatamente y luego se interesó por las razones que llevaban a que no se hiciera (...) estaba alterado". Además, Ramón Segarra le adjudicó a juan Anguix la frase de "tienes que entender que esos 300.000 euros me los tengo que llevar", que según él habría pronunciado en la sala de juntas del Martínez Valero cuando se iba a firmar el traspaso de poderes, algo que sostuvo que el empresario valenciano retrasaba "pese a las múltiples presiones" porque "estaba esperando que se hiciera la citada transferencia", llegando incluso a confesar que había recibido días después una llamada de una abogada de València interesándose por la citada transferencia y su educación evitó que le contestara de mala manera.
Por su parte Anguix, quien llegó a hacer referencia al famoso 'pagaré trucho' (por el que, precisamente, se tendrá que sentar en el banquillo) asegurando que fue engañado, insistió en sus diferentes intervenciones en que en su ánimo estuvo siempre protagonizar "una nueva etapa" en la entidad en la que "las cosas se hicieran bien, se cumplieran los compromisos y no se engañara a la gente", que fue su afán por lo anterior y poner fin a situaciones la que le llevó a estar en el punto de mira de terceros: "El Elche fue siempre lo primero; por delante de mi familia, de mis amigos, por delante de todo lo demás", sentenciaba.
Visto para sentencia.