ALICANTE. El sistema de estacionamiento controlado de Alicante -conocido como ORA o zona azul- continuará en manos de la alianza empresarial que asume su gestión desde 2013: una UTE formada por Pavapark y Vectalia. El equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), se ha visto forzado a prorrogar la prestación más allá del pasado 25 de enero (la última fecha límite establecida hasta ahora tras el vencimiento de la duración inicial del contrato) toda vez que no se ha promovido todavía la convocatoria de un concurso público para adjudicar el nuevo contrato.
De hecho, el servicio quedará a cargo de los mismos concesionarios hasta que pueda formalizarse esa próxima contratación. A priori, la licitación debería activarse en la primera mitad de este año, aunque no se ha definido todavía un calendario para su puesta en marcha. Esa convocatoria queda sujeta al cierre de los informes previos sobre las condiciones que se pretende imprimir con esa renovación, entre las que se incluye la ampliación de plazas de estacionamiento regulado en barrios situados en torno al perímetro del Centro Tradicional como fórmula para garantizar la rotación de vehículos y de promover el uso del transporte público como alternativa sostenible para la movilidad urbana.
El estudio de viabilidad sometido a exposición pública a cierre de 2024 como parte del proceso de licitación del nuevo contrato plantea como hipótesis probable que puedan llegar a crearse hasta 3.077 plazas nuevas de estacionamiento controlado, respecto a las 1.873 existentes en la actualidad (1.121 plazas de zona azul básica, 216 de zona azul de media estancia, 78 de zona azul comercial y 458 de zona naranja).
En ese escenario preferente, se alcanzaría un total de 4.950 plazas de estacionamiento en superficie sobre la vía pública. Además, se identifican otras dos posibilidades con cifras superiores: una intermedia, con 4.062 plazas nuevas para llegar a un total de 5.935, y otra opción de máximos, con 5.935 plazas nuevas para sumar hasta 7.808 plazas.
Predominio de zona naranja gratuita
Eso sí, el estudio señala que gran parte de ellas serán plazas habilitadas como zona naranja, con la novedad de que no resultará obligatorio el pago de ticket por parte de los residentes a diferencia de lo que sí sucede en la actualidad, cuando sí deben abonar una suerte de tarifa bonificada, prácticamente simbólica, por un importe inferior al previsto para la zona azul, así como para los no residentes.
Hasta ahora, el precio por el estacionamiento en zona naranja queda fijado en 30 céntimos al día entre semana, y en 15 los fines de semana, siempre que se disponga de la denominada tarjeta ciudadana, en lugar de los 70 céntimos por una duración mínima de 30 minutos, y los 1,40 euros por el máximo de 60 minutos establecido para el estacionamiento de los no residentes que aparquen en zona naranja. En el caso del estacionamiento en zona azul, las tarifas vigentes son de un mínimo de 30 céntimos por 30 minutos hasta un máximo de 1,80 euros por dos horas de permanencia.
Con todo, está por ver cómo acaba cuadrando el reparto en la distribución de esos nuevos huecos para el estacionamiento en la vía pública entre plazas de zona azul y de zona naranja. Y cuál será el mapa definitivo en el que se acabe extendiendo su creación. Por el momento, el estudio de viabilidad publicado el pasado octubre -sujeto a variaciones que no se han despejado- planteaba que el estacionamiento regulado pudiese expandirse en calles de los barrios de Oliveretes-San Francisco; Ensanche-Mercado; Centro Tradicional; Ensanche-Diputación; Ensanche-Séneca; Benalúa Este-Alipark; Benalúa Juzgados; Benalúa Sur; Princesa Mercedes Juzgados; San Blas Alto; San Blas Bajo; Campoamor Altozano y Carolinas Bajas.