ALICANTE. El equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Alicante pisa el freno y se desmarca del consistorio de València a la hora de afrontar la nueva regulación sobre el funcionamiento de las plataformas de Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) en los límites del término municipal. La consigna por ahora es la de la cautela: no se decidirá qué medidas corresponde adoptar hasta que se conozcan todos los detalles del Decreto-Ley autonómico que la Conselleria de Obras Públicas comenzó a tramitar oficialmente este jueves, con la exposición del borrador de ese texto a su fase de información pública.
Así, las partes directamente interesadas (como las asociaciones del taxi y de las VTC, los sindicatos, la CEV, la FMVP o las organizaciones de consumidores) dispondrán de un plazo de diez días para formular aportaciones a ese decreto, antes de que la propuesta definitiva se eleve a informe de la Abogacía de la Generalitat y de que, después, se remita al pleno del Consell para su aprobación.
Por lo pronto, en esa propuesta de normativa autonómica se plantean las condiciones para el funcionamiento de las VTC solo en sus servicios interurbanos, ya que son los que recaen bajo competencia autonómica. Es decir, el texto deja la puerta abierta a que sean los ayuntamientos quienes "regulen, ordenen e intervengan en los servicios urbanos", según precisaron fuentes del departamento que coordina María José Salvador.
Eso sí, como ha informado Alicante Plaza, en ese borrador de decreto sí se sientan algunas bases que, de algún modo, acabarán teniendo repercusión en el ámbito municipal. Entre ellas, por ejemplo, figura la exigencia de un periodo mínimo de 15 minutos de precontratación del servicio, "un periodo que los ayuntamientos pueden incrementar en el ámbito urbano si así lo consideran necesario", según precisó Obras Públicas a través de un comunicado.
De hecho, se trata precisamente del escenario al que prevé acogerse el Ayuntamiento de València. Su edil de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, comunicó este miércoles, tras alcanzar un acuerdo con la Federación Sindical del Taxi en la Comunitat Valenciana, que en esa ciudad se ampliaría el plazo de precontratación desde los 15 minutos que prevé el decreto del Consell hasta llegar a una hora de antelación para concertar el servicio de VTC.
El edil de Movilidad de Alicante, José Ramón González, precisó, no obstante, que antes de planificar y acordar una regulación municipal al respecto se debe conocer la letra pequeña del texto autonómico. En todo caso, además, añadió que antes de plantear nada, se convocaría a los colectivos implicados para informarles sobre esa posible propuesta.
Entre el resto de pormenores que incluye el borrador del decreto autonómico, que también podrían tener incidencia sobre el ámbito municipal, se incluye la prohibición de que se capten vehículos que circulen por las vías públicas en busca de clientes ni los sistemas de geolocalización. Por último, también se concreta que los vehículos que presten este tipo de servicios deben tener menos de 10 años y que, en caso de ser sustituidos, deberán reemplazarse por vehículos menos contaminantes.
La decisión que tome el Ayuntamiento, como en el caso de València, puede determinar el futuro de las dos principales plataformas de VTC en la ciudad: Uber y Cabify. La segunda ya opera en la ciudad con unos 30 vehículos operativos, de los 500 que circulan por toda la Comunitat Valenciana. Su director general en Europa, Mario Silveyra, ya advirtió recientemente en una entrevista con Alicante Plaza que, si se impone una precontratación de 15 minutos, la empresa dejará de trabajar en la región. El plan de crecimiento de Cabify en la Comunitat, en este sentido, preveía llegar a los 2.500 conductores a medio plazo.
Por su parte, Uber ya lo tenía todo preparado para aterrizar en Alicante este mismo mes de febrero, pero los avances en el texto del decreto que prepara el Consell paralizaron los planes. "El término correcto es abortar el lanzamiento", explica una fuente conocedora de los planes de la empresa. Como ha venido contando este diario, Uber iba a empezar a circular por Alicante con 20 conductores el pasado fin de semana, y preveía alcanzar el centenar de vehículos (y aproximadamente el doble de trabajadores) a medio plazo entre la capital alicantina y Elche. De momento, la empresa norteamericana no ha renunciado a implantarse en Alicante, y de hecho ha alquilado ya instalaciones y aparcamientos en la ciudad, pero ha suspendido la selección de personal y la formación que venía impartiendo hasta que el escenario legal se aclare.