ALICANTE. Despedida y cierre a cuatro años de intensa actividad municipal y controversia política. El Ayuntamiento de Alicante ha celebrado este miércoles el último pleno del mandato 2015-2019 con una sesión de carácter especial en la que sólo había un único punto a tratar: el formalismo de la aprobación de las actas de los tres últimos plenos desarrollados durante el mes de abril. Se trata de los celebrados los días 16, 25 y 31 de abril: el primero y el tercero fueron de carácter extraordinario.
En el mes de mayo, en el que tuvieron lugar las elecciones municipales, no se convocó ninguna sesión. Es más, el equipo de Gobierno, del PP, renunció a convocar el pleno que había barajado para aprobar la primera modificación de crédito del presupuesto ordinario de 2019 con el fin de poder licitar un primer paquete de las llamadas inversiones financieramente sostenibles, a ejecutar con el remanente del presupuesto de 2018. Como viene informando este diario, se cuenta con una suma de 31 millones de euros disponibles para lanzar obras.
La sesión de este miércoles se ha resuelto en menos de dos minutos, ya que no ha habido espacio para las intervenciones ni para el debate. Tan solo se ha reconocido la validez de las actas para zanjar el proceso administrativo de manera formal.
Con su desarrollo, se da por disuelta de manera oficiosa la actual corporación municipal, surgida de las elecciones municipales de hace cuatro años. Desde entonces, el pleno ha estado constituido por 8 concejales del PP, 6 de PSPV-PSOE, 5 de Guanyar, otros 5 de Ciudadanos (Cs) y 3 de Compromís.
Los dos concejales restantes hasta completar el pleno de 29 representantes son los ediles no adscritos Nerea Belmonte (exrepresentante de Guanyar) y Fernando Sepulcre (exedil de Cs). La primera fue expulsada de su grupo político y del equipo de Gobierno a principios de 2016, después de que trascendiese que había concedido contratos menores de manera directa a empresas participadas por personas afines, sin que se abriese ninguna investigación municipal ni judicial al respecto. En abril de 2018, su voto en blanco fue definitivo para que Luis Barcala se convirtiese en nuevo alcalde de la ciudad, tras la dimisión del socialista Gabriel Echávarri (procesado por los llamados caso Comercio y caso despido).
Sepulcre, por su parte, abandonó las filas de Cs después de que se le abriese un expediente disciplinario por el uso de los fondos asignados al grupo político del partido en la Diputación Provincial.
El mandato se abrió con la formación de un pacto de gobierno tripartito formado por PSPV-PSOE, Guanyar y Compromís, bajo la Alcaldía del socialista Gabriel Echávarri. Ese pacto se rompió en noviembre de 2017 tras un cúmulo de diferencias entre los tres socios y la resistencia de Echávarri a presentar su dimisión tras su doble procesamiento.
Su abandono acabó produciéndose en abril de 2018 y fue el popular Luis Barcala quien le relevó en el cargo, después de que las negociaciones entabladas para investir alcaldesa a la candidata socialista Eva Montesinos no fuese capaz de sumar los 15 votos que resultaban necesarios. Los 5 ediles de Cs, que también apoyaron la investidura de Echávarri en 2015, se votaron a sí mismos, y la edil no adscrita, Nerea Belmonte, modificó el voto que emitió en 2015 para decantarse por una abstención. Barcala ha gestionado en situación de minoría hasta la actualidad.
Los 29 concejales que han formado parte del pleno en este último tramo del mandato han sido: Luis Barcala, Mari Ángeles Goitia, Carlos Castillo, Mari Carmen de España, Israel Cortés, José Ramón González, María Dolores Padilla y Marisa Gayo (por el PP); Eva Montesinos, Fernando Marcos, Carlos Giménez, Gloria Vara, Rosana Arques y Miguel Castelló (por el PSPV-PSOE); Miguel Ángel Pavón, Julia Angulo, Dani Simón, Marisol Moreno y Shaila Villar (por Guanyar); Yaneth Giraldo, Antonio Manresa, Vicente Buades, María José Molina y Juan Francisco Escudero (por Cs); Natxo Bellido, María José Espuch y Sonia Tirado (por Compromís); además de los ya citados Belmonte y Sepulcre.
A lo largo de estos últimos cuatro años, al margen de las renuncias (previas a su toma de posesión) de Asunción Sánchez Zaplana, José Císcar y Mari Carmen Sánchez, se han producido las dimisiones por distintos motivos de José Luis Cifuentes (Cs), Víctor Domínguez (Guanyar), Gabriel Echávarri (PSPV-PSOE) y Sofía Morales (PSPV-PSOE).
La nueva corporación emanada de las urnas para el mandato 2019-2023 quedará constituida este sábado 15 de junio con 9 representantes del PP, 9 de PSPV-PSOE, 5 de Cs, 2 de Unides Podem EU, 2 de Compromís y 2 de Vox. De los actuales regidores, sólo repetirán seis. Esta será la nueva composición del pleno.
Por el PP: Luis Barcala Sierra; Carlos Mazón Guixot; Julia Llopis Noheda; María del Carmen de España Menárquez; Manuel Jiménez Ortiz; Antonio Peral Villar; Manuel Villar Sola; José Ramón González González y Lidia López Rodríguez.
Por el PSOE: Paco Sanguino Oliva; Trinidad Amorós Fillol; Miguel Millana Sansaturio; Lara López Pérez; Raúl Ruiz Corchero; Dolores Vílchez López; Manuel Marín Bernal; Llanos del Mar Cano Ochando; y Manuel Martínez Martínez.
Por Cs: Mari Carmen Sánchez Zamora; José Luis Berenguer Serrano; Antonio Manresa Balboa; Adrián Santos Pérez Navarro y María Vicenta Conejero Requena.
Por Unides Podem EU: Xavier López Díez y Vanessa Romero Algaba.
Por Compromís: Natxo Bellido Suay y Sonia Tirado González.
Y por Vox: Mario Ortolá Martínez y José Juan Bonet Durá.
Hasta el momento, se desconoce quién ocupará la Alcaldía y qué grupo o grupos políticos formarán parte del equipo de Gobierno. El PP fue el partido más votado en las elecciones del 26 de mayo, aunque empatado a 9 concejales con el PSPV-PSOE. En estos momentos, existe una negociación en curso entre PP y Cs para compartir competencias de gobierno, con una alianza entre sus 14 concejales.
No obstante, no existe acuerdo definitivo. Se cierre un pacto en ese sentido o no, el popular Luis Barcala retendrá la Alcaldía, salvo que se dé un acuerdo para investir alcalde a otro candidato que sea capaz de reunir el voto de 15 concejales: la mayoría absoluta en un pleno de 29 ediles. Por ahora, el PSPV-PSOE mantiene su intención de ofrecer máxima generosidad a Cs, lo que incluiría la investidura de su cabeza de lista, Mari Carmen Sánchez, con el propósito de cerrar el paso al PP y evitar que los dos votos de los ediles de Vox puedan acabar condicionando el resultado de las votaciones en el pleno, según arguyen.