SAN VICENTE DEL RASPEIG. Este año, el reloj de la iglesia San Vicente Ferrer de San Vicente del Raspeig (situada en plaza de España) dará las doce campanadas, pero sin público, sin música y sin uvas. En su lugar, habrá un dispositivo especial para garantizar la seguridad la última noche del año, pues la Policía Local reforzará la plantilla el 31 de diciembre para velar por el cumplimiento de las restricciones adoptadas por la Generalitat.
Los diferentes agentes patrullarán durante todo el día las calles céntricas del municipio para evitar aglomeraciones, pero será durante la noche cuando se refuerce el dispositivo. Entre las medidas que se llevarán a cabo figuran controlar los botellones en la vía pública y que se cumpla el toque de queda, publicado en el decreto 20/2020, establecido desde las 00:00h del día 01 de enero hasta las 06:00h del mismo.
Desde el Ayuntamiento de San Vicente, el alcalde, Jesús Villar (PSOE), recuerda que “este año, las celebraciones han de cumplir con las medidas sanitarias marcadas. Están siendo diferentes para todos y todas, pero esta es la única manera que tenemos de frenar los contagios”. El primer edil ha apelado a la sensatez y responsabilidad para que no solo sea una noche sin altercados sino para que las fiestas sigan transcurriendo con normalidad.
El concejal de Seguridad, José Manuel Ferrándiz (PSOE), ha señalado que “este dispositivo busca controlar que la gente respete el toque de queda y minimicemos las concentraciones de personas. Va a ser una nochevieja diferente, pero tenemos que cuidarlo. El refuerzo de nuestro cuerpo de seguridad comenzó el pasado 24 de diciembre y se extenderá hasta el 6 de enero de 2021”.
A partir de enero, los clubes de San Vicente podrán empezar a utilizar las instalaciones para sus entrenamientos.