ALICANTE. El equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Alicante confirma su hoja de ruta y tratará de exprimir la recta final del mandato con otro acuerdo económico de calado. Los populares ultiman ya la convocatoria de un postrero pleno extraordinario antes de las elecciones municipales del 26 de mayo con el propósito de impulsar un primer paquete de las llamadas inversiones sostenibles: es decir, obras a financiar con cargo al remanente (dinero no gastado) del presupuesto de 2018. Se trata de algunas de las actuaciones incorporadas como compromiso político en la declaración institucional que se aprobó junto al documento del presupuesto ordinario de este año, el pasado 11 de marzo.
El propio edil de Hacienda, Carlos Castillo, ratificó este martes que se está finalizando la instrucción del expediente de modificación de créditos, con la que se incorporaría el remanente de 31 millones de las cuentas de 2018 y se daría pie a la licitación de esas inversiones (la convocatoria de los concursos), para poder celebrar ese último pleno (en lugar de la sesión celebrada este martes, sobre el sorteo de la composición de las mesas electorales) a mediados de este mes.
En un principio, se había barajado que dicha sesión para lanzar las inversiones sostenibles podía celebrarse entre los días 6 y 8 de mayo. Sin embargo, según las fuentes consultadas, la concatenación de varios festivos (Semana Santa, 1 de mayo y Santa Faz) ha impedido que se completase el trabajo administrativo a tiempo. Así, todo parece indicar que el debate sobre dicha propuesta pueda convocarse en torno al día 15. Es decir, en plena campaña de las municipales.
Por lo pronto, el resto de concejalías ya han remitido a Hacienda el listado de proyectos que ya están preparados para poderse sacar a licitación. A partir de ahí, el equipo de Gobierno deberá discriminar cuáles resultan prioritarios. Para ello, se espera que, como mínimo, se abra una fase de consultas con los grupos de la oposición.
De hecho, el PP requiere de la participación del resto de fuerzas con representación política para que su planteamiento prospere. Como en el caso de la aprobación del presupuesto ordinario, los populares (8 ediles en una corporación de 29) necesitan sumar más votos a favor que en contra para que su iniciativa quede aprobada. En el debate sobre el presupuesto, el PP contó con el voto favorable del edil no adscrito, Fernando Sepulcre, y las abstenciones determinantes de Guanyar, Ciudadanos (Cs) y Compromís, que abogaron por una posición de responsabilidad institucional con el fin de no perjudicar el funcionamiento de la ciudad. El PSPV-PSOE, por su parte, votó en contra al expresar su desconfianza en la gestión económica del PP.
No obstante, no hay nada escrito sobre la posición que todos ellos podrían adoptar ahora, en un momento especialmente sensible como la campaña electoral en el que está en juego la composición de la próxima corporación municipal y del próximo gobierno. Los grupos que ahora ejercen la oposición podrían considerar que no corresponde conceder una ventaja política al PP en la antesala de la cita con las urnas, cuando los resultados se presumen más abiertos que nunca.
Como ha contado Alicante Plaza, el PSPV-PSOE fue la primera fuerza para los electores de la ciudad de Alicante tanto en el escrutinio de las generales como en el de las autonómicas. Además, Cs superó al PP y se convirtió en el segundo partido más votado. Esa tendencia no tendría por qué repetirse de manera forzosa en la convocatoria del 26 de mayo, ya que la ciudadanía discrimina el sentido de su voto en función de cada caso. No obstante, lo cierto es que la traslación de esos resultados a las municipales daría pie a la configuración de un posible tripartito compuesto por PP, Cs y Vox.