ELCHE. La firma ilicitana Simplicity Works, compañía tractora del proyecto Eco Challenge que aspira a captar fondos Next Generation EU para la reconstrucción tras la pandemia, continúa dando pasos adelante con su tecnología 3D Bonding, llamada a suponer un salto disruptivo en el calzado ya que ensambla el zapato de una pieza, ahorrando diversos pasos manuales. Ahora ha dado a conocer un primer gran grupo de calzado al que proveerá pares con esta tecnología: la multinacional alemana Wortmann Schuh-Holding.
Como explica a este medio el CEO de la compañía, Adrián Hernández, Wortmann no es la primera firma que ha firmado un contrato con la empresa ilicitana, pero sí la primera que se ha dado a conocer oficialmente para proveer desde Elche. Concretamente, desde la nave que van a construir, que será un complejo para emplear directamente hasta a 100 trabajadores, aunque será en una fase futura, conforme se vayan adhiriendo a esta tecnología más compañías. "A partir del año que viene irá alcanzando su capacidad instalada", apunta. Por lo pronto, esa nueva nave, en la que se invertirán 2,5 millones de euros, incluyendo la maquinaria, tiene que materializarse durante 2021: "Este año tenemos que estar ya fabricando pares", relata Hernández.
Entre otras cuestiones, porque el contrato firmado con la multinacional alemana ya exige que empiecen a recibir su producto este año. Wortmann supone uno de los primeros clientes de esta futura planta, de la que aún no se conoce la ubicación, aunque todo apunta a que se ubicará en Elche Parque Empresarial. "El destino del calzado es Alemania pero ellos venden a nivel internacional" —sobre todo Europa y en EEUU—, explica el CEO, quien añade que "hemos firmado un contrato marco que se irá revisando año a año, temporada a temporada". La distribuidora germana apuesta por una línea tradicional de calzado de moda y confort, que a su vez distribuye marcas como Tamaris, S. Oliver, Marco Tozzi, Jana y Caprice.
A este respecto, los pares contratados y el coste son confidenciales, así como una próxima marca ya 'atada', aunque no se hará público hasta septiembre. Como apunta el fundador de la empresa, "son compañías grandes las que apuestan por este futuro y están alineadas con el concepto del Eco Challenge". Sobre esta cuestión, el grupo alemán fabrica en todo el mundo, incluyendo Asia y Europa, "pero sobre todo Asia", matiza Hernández, quien indica que esta es una de las primeras empresas que apuesta con la tecnología 3D Bonding por relocalizar parte de esa producción asiática. Aunque el propietario prefiere hablar de 'localización inteligente': "Un producto cercano al consumidor, que consiste en usar al máximo las materias locales y fabricar para el consumo cuanto menos regional o continental".
Sobre este innovador proceso, eliminará parte del proceso tradicional y manual del calzado, el aparado casi en su totalidad, y todo el montado, incluyendo el conformado o el pegado de la suela. No obstante, el CEO asevera que no sustituirá al empleo local porque "se ganarán empleos aquí, no se reemplaza al calzado tradicional, ese no es nuestro segmento, ya que por coste no se puede hacer aquí", y explica que sobre todo va dirigido a las grandes empresas que tienen una ingente cantidad de producción que permite que puedan financiar la inversión en molde de su tecnología y que fabrican fuera. "Es aquí donde entra el rescate de esa producción asiática", aclara. Según esgrime, por tanto, "es una tipología diferente, no quitará producción aquí".
A este respecto, no todas las compañías de calzado del consorcio tienen por qué estar en el proyecto por esta forma de producción zapatera, puede ser en otros aspectos como el de la economía circular u otras tecnologías. En el futuro se verá si esta tecnología se hace más accesible para empresas más pequeñas aquí o no. En cualquier caso, explica el gerente que acuerdos como el firmado con los alemanes dará más sentido a la economía circular, que es una de las vertientes del proyecto europeo para captar los fondos: producir localmente para utilizar al máximo la materia prima, reutilizando el residuo para otras materias primas y productos, cosa de la que se encargará Greene con su tecnología de syngas, incluida en el Eco Challenge y en otros tantos proyectos de fondos europeos.
Asimismo, este proceso con Wortmann es muy similar al que se ha cerrado en Mexico con Berrendo, empresa de fabricación del mencionado país que también fabrica para terceros. Allí se enviaron a finales de 2020 las máquinas para la tecnología de ensamblaje de Simplicity y a partir de enero han estado haciendo preseries de producción que arrancará ahora. En otra nave como la que se levantará en Elche y en la que se fabricará para una conocida firma estadounidense. Actualmente, la compañía mexicana produce calzado para marcas del país norteamericano como Timberland o Keen Footwear.
Por otra parte, y sobre el proyecto para canalizar los fondos europeos, asevera que ellos seguirán con él independientemente de que su propuesta sea una de las elegidas. "Seguiremos con la escalabilidad", apunta Hernández, quien explica que también dependerá del resto de inversores que están en el consorcio si siguen adelante o no tras saber si logran los fondos. "Es nuestro plan y el de otras empresas con otras tecnologías que irán confirmando". Un proyecto al que recientemente han incorporado a la mallorquina Camper.