Es difícil no perder la paciencia. El galimatías del Estado de Alarma con las eternas e infinitas prórrogas a razón de seis meses propuestas por Pedro Sánchez y las distintas restricciones según la Comunidad Autónoma dónde se viva, las idas y venidas de los socios de investidura con los PGE negociándose con nocturnidad, o la dinámica de la oposición con un Pablo Casado envalentonado, conforman un panorama desolador
El Gobierno está dispuesto a que, al cabo de cuatro meses, el 9 de marzo, la Conferencia de Presidentes autonómicos pueda pedir que se levante la medida.
Sánchez aseguró que están "listos" para tomar las medidas que haga falta e Illa confirmó que buscan "apoyos claros" para garantizar posibles prórrogas