VALÈNCIA. La comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de este viernes recordó en gran medida a aquellas largas y tediosas peroratas que se repetían sistemáticamente durante las jornadas de confinamiento. Llamadas a la "disciplina social", al "espíritu de equipo" y a la "moral de victoria" que no se concretaron en ninguna medida del Ejecutivo pese al récord de contagios que ha acumulado España durante la semana (21.000 casos registrados el jueves, 20.000 el viernes y más de un millón en el acumulado).
Así, el presidente del Gobierno se limitó a avisar de lo que pocos desconocen: "La situación es grave y empeorará con la llegada del invierno". Nada que no hubiera advertido el ministro Salvador Illa el día anterior por la mañana cuando dijo que se avecinan "semanas muy duras". Un winter is coming que no se apoyó, pese a que muchos lo esperaban, en un anuncio del estado de alarma -y el consiguiente 'toque de queda'- para toda España que muchas de las Comunidades Autónomas (CCAA) ya están adoptando por su cuenta utilizando las herramientas jurídicas que tienen a su alcance.
El retraso en la medida es llamativo a las puertas de un fin de semana cuando lo que se está proponiendo desde las CCAA son medidas de limitación de reuniones sociales, la mayoría de las cuales se producen en fin de semana.
Eso sí, hubo respaldo especialmente remarcado de Sánchez para las regiones que han decidido coger el toro por los cuernos y lanzarse a adoptar medidas por su cuenta como la restricción de movilidad nocturna que anunció este jueves el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para la Comunitat Valenciana. Ahora bien, durante la tarde de este viernes, lo que esta y otras regiones como Castilla y León ya habían pedido, se convirtió casi en un clamor de diversas CCAA.
Extremadura, Asturias, La Rioja, Navarra, Cataluña y Euskadi solicitaron públicamente a Sánchez que decretara el estado de alarma para sus territorios, si bien, al igual que apuntó Puig el jueves, en los dos primeros casos apuntaban a que lo "lógico" es que se instaurara en todo el territorio nacional. Una postura que indica que varios gobiernos autonómicos esperaban del presidente del Gobierno una medida concreta y no una sesión de coaching.
No obstante, Sánchez decidió, pese a que ya conocía la posición favorable de muchas regiones, mantener su hoja de ruta de que sean las CCAA las que soliciten al Gobierno el estado de alarma. Fuentes socialistas consultadas por este diario opinaron que el presidente podría estar manteniendo esta postura para recabar el mayor consenso y compromiso posible de cara una declaración de estas características.
Cabe recordar que el estado de alarma puede decretarse por el Gobierno como máximo por un periodo de 15 días pero, posteriormente, solo podrá ser prorrogado tras un debate y votación a favor en el Congreso. Una situación que ya se vivió durante la etapa de confinamiento y para la que, si ha de repetirse, Sánchez quiere tener los apoyos bien atados por un periodo determinado de tiempo. O lo que es lo mismo, evitar cada 15 días una pelea en la Cámara Baja por los votos necesarios para renovar la medida.
De hecho, esta tesis viene respaldada de alguna manera en la que tampoco se descarta siquiera una reacción del Gobierno a corto plazo. En esta línea, según Europa Press, fuentes del Ejecutivo señalaron que Sánchez había decidido dar "algo de tiempo" a las CCAA para ver cuántas de ellas se sumaban a la solicitud del estado de alarma que habían realizado algunas regiones. En la última hora del viernes y después de que la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, anunciara su respaldo a la medida, se barajaba la posibilidad de convocar un Consejo de Ministros este mismo domingo o incluso el sábado por la tarde para tomar la decisión.
Más allá de estas reflexiones, todo indica que, pese a la situación agravada de los últimos datos sanitarios, España vivirá otro fin de semana libre de medidas más gruesas a escala nacional.
En lo que se refiere a la Comunitat Valenciana, fuentes del Ejecutivo aseguraron que este mismo viernes, el Gobierno valenciano se encontraba trabajando en la resolución para sacar adelante el 'toque de queda' anunciado por Puig, aunque existían dudas de si estas medidas tendrán el aval jurídico necesarios.
Cabe recordar, que Euskadi solicitó ayer el estado de alarma después de que la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco no autorizara la limitación a seis personas de los encuentros sociales en lugares públicos y privados, al considerar que vulnera derechos fundamentales y no tiene cobertura legal.