elaborado con restos de su producción y mermas del calzado

Recreus lanza un filamento flexible 100 % reciclado en su apuesta por la economía circular

1/03/2021 - 

ELDA. La startup eldense fundada y capitaneada por Ignacio García, Recreus, hace honor a su lema y acrónimo (“Recicla, crea, usa”) con el lanzamiento de un nuevo filamento para la impresión en tres dimensiones: Reciflex, un material plástico que, a diferencia de los presentados anteriormente por la firma, surge de la reutilización de restos de su producción y de las mermas de otras industrias, entre las que destaca el calzado.

Tras convertirse en la primera empresa del mundo en comercializar un filamento flexible para impresoras 3D (Filaflex) y conseguir que un gigante energético como Repsol invirtiera en ella en 2019, la compañía de Elda muestra ahora uno de los primeros frutos de su apuesta por la economía circular. Siempre, por supuesto, sin renunciar a su seña de identidad. “Hay filamentos de otras durezas, rígidos, que sí que son reciclados. Nuestra novedad es que, además de reciclado, es flexible”, señala el CEO de la marca.

El proceso productivo para la obtención del material que deseaban —cuenta García— no ha sido sencillo. El director ejecutivo calcula que les ha llevado unos seis meses de trabajo conseguirlo, pero admite estar satisfecho con el resultado y, sobre todo, con su versatilidad: “Este filamento es más difícil de producir, pero una vez hecho, permite fabricar carcasas para móviles y cámaras, protecciones para muebles y motocicletas, bolsos… Es un plástico muy resistente y con buenas propiedades mecánicas”. Reconoce, no obstante, que no reúne todas las cualidades de “un material de primera” —esto es, no reciclado—, pero sí entre el 70 y el 80 % de ellas, por lo que lo considera igualmente válido.

En un momento en el que la población general —lamenta García— “está demonizando los plásticos”, la creación de un material como Reciflex “era una necesidad”: “Llevamos tiempo queriendo hacer este filamento reciclado, porque no hay otra dirección que la de la sostenibilidad y la economía circular”. Para el eldense, vivir sin plásticos significaría, textualmente, “vivir en la Edad Media”. “El problema no es el plástico, sino el uso que le damos una vez ha terminado su ciclo de vida”, sentencia.

Como ejemplo, el director de Recreus apunta que la cantidad de CO2 emitida en la producción de una caja de cartón es equivalente a la que se expulsa al producir unos 5 kilos de plástico. La diferencia —señala— es que el cartón parece “más eco” porque procede de una fuente natural y se puede reciclar. Sin negar esta obviedad, García recuerda que “los plásticos, sobre todo los termoplásticos, pueden reciclarse no una, sino muchas veces”. “Tenemos que aprovecharnos de esa cualidad”, subraya. Una actuación que, para el empresario, debe ir acompañada de “una política de reciclaje sólida” y una mayor responsabilidad social.

Pese a todo, a la empresa de Ignacio García, la pandemia le ha servido de mucho. Cuando las fábricas estaban saturadas, marcas como la suya se lanzaron a producir equipos de protección individualizada para suplir el desabastecimiento en los hospitales. “El sector de la impresión 3D se ha revalorizado en esta crisis”, confesó el CEO de Recreus en el último foro de Alicante Plaza. Pero no solo eso. La nueva normalidad ha empujado a su negocio a repensar su modelo de producción: “Hemos profesionalizado muchos más procesos y hemos decidido orientarnos hacia una línea de productos más comprometidos con la sostenibilidad del planeta. Esa ha sido nuestra apuesta”, revela García. Y explica que, en su propósito de contribuir a la economía circular, también están extrayendo la humedad del ambiente y reutilizándola en las piscinas donde se enfría el filamento.

La revalorización del sector ha provocado, además, que en industrias como la del calzado, el demostrador 4.0 de Inescop (en Elda) o el fab lab de Simplicity Works (en Elche) tengan el foco puesto en la impresión 3D para renovar sus procesos productivos. Según confiesa el director de Recreus, “actualmente, no hay una colaboración estrecha” entre su empresa y estas iniciativas, pero sí un trabajo interno para “llegar a sus objetivos” y “contribuir a su compromiso” medioambiental en un futuro cercano.


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