ALICANTE. El grupo alicantino de energías renovables Prosolia Energy desatasca el proyecto de planta fotovoltaica que impulsa desde hace dos años en el entorno de Fontcalent en Alicante. Prosolia, como adelantó este diario, tiene previsto promover una planta fotovoltaica de 13 MW de potencia instalada en la zona, a través de su filial NRG Park 2017 I SL, y desde 2020 tramitaba la Declaración de Interés Comunitario (DIC) para poder construir la central en suelo rústico. Sin embargo, la afección al saladar motivó las alegaciones de los ecologistas y, finalmente, ha determinado la redefinición del proyecto.
Como publicó este diario, el principal problema de la planta solar que promueve Prosolia (cuya sede central está en el Pla de la Vallonga, muy cerca de la zona donde se construirá) era que se introducía en el saladar de Fontcalent, zona reconocida en el catálogo de protecciones del Ayuntamiento. El nuevo proyecto, según ha constatado el portavoz de Ecologistes en Acció en Alicante, Carlos Arribas, ya no afecta a esta zona de alto valor ecológico.
De esta forma, la mercantil promotora ya ha solicitado la autorización de implantación en suelo no urbanizable, la autorización administrativa previa y la autorización administrativa de construcción, en base al decreto del Consell de 2020 para agilizar la instalación de plantas fotovoltaicas, y ha comenzado su exposición al público. La central fotovoltaica se denominará FV Fontcalent, constará de una potencia instalada de 13,6 MWp, e incluirá sus infraestructuras de evacuación.
La redefinición del proyecto permite a Prosolia vencer las objeciones de los colectivos conservacionistas a su instalación, y el recurso a la nueva fórmula administrativa para agilizar los trámites habilitada por la Generalitat allana, en principio, la inversión de 7,6 millones de euros prevista para llevar a cabo la ejecución de la central fotovoltaica. La planta estará compuesta por un campo generador de 25.256 módulos fotovoltaicos de 540 Wp, montados directamente sobre el suelo en estructura fija. Estos módulos fotovoltaicos se conectarán con 72 inversores de 215 kW, para evacuar la energía generada en una nueva subestación, STR Castellet, que conectará con la línea San Vicente-Altabix.
Muy cerca de esta planta, así como del proyecto de central de 1 MW que impulsó la firma local Granjas Solares del Mediterráneo y que el año pasado adquirió Univergy, se proyecta una tercera planta, en este caso impulsada por la suizo-murciana EBL Spain, tal como adelantó Alicante Plaza el martes. Este nuevo proyecto, de casi 9 MW de potencia y con un presupuesto de inversión de 6,4 millones de euros, también ha puesto en guardia a Ecologistes y al grupo Amigos de los Humedales del Sur (AHSA), que tienen previsto alegar, al introducirse un 50% de la superficie de la planta en la zona reconocida como saladar.
Esta segunda planta está compuesta por un campo generador de 14.560 módulos fotovoltaicos conectados con 40 inversores de 215 kW. La potencia nominal instalada será de 8,6 MWp, y la línea de evacuación, subterránea, volcará la energía generada en la subestación transformadora de San Vicente del Raspeig. Su promotora, Besolar Energy, pertenece al mismo grupo que construyó la central termosolar de Calasparra, Murcia. EBL adquirió Besolar Energy a la valenciana Green B2E, una consultora especializada en poner en marcha proyectos fotovoltaicos, en agosto de 2021, cuando la planta de Fontcalent ya estaba definida y había iniciado sus trámites.
En cuanto a Prosolia, la firma alicantina está especializada en instalaciones de autoconsumo 'llave en mano' y en diseñar, construir y operar parques fotovoltaicos. Con presencia en España, Portugal y Francia, el año pasado firmó un acuerdo con Iberdrola para construir cinco centrales solares en la Península. Prosolia instaló 6 MW durante 2020 y otros 15 durante el pasado año, y sigue ampliando su cartera. El proyecto de Fontcalent, como también adelantó este diario, ha sido adquirido por la francesa Prosomnes, pero será la firma alicantina quien se encargue de su ejecución.