ALICANTE. La firma alicantina de energías renovables Prosolia Energy, especializada en la instalación de cubiertas solares en industrias, ha disparado su negocio en 2020, pese al confinamiento y la caída de la actividad económica, tras relanzar su actividad en España con el fin del 'impuesto al sol'. La empresa, con casi dos décadas de trayectoria y que potenció su presencia internacional durante los años en que las renovables estuvieron 'dormidas' en España, cuenta en estos momentos con 15 MW de potencia en ejecución (en proyectos en marcha o a punto de empezar), y en los últimos meses ha completado la instalación de otros 6 MW, según explica su General Technical Manager, Antonio Ramón.
Aunque implantada en Alicante y en València, Prosolia trabaja con clientes en todo el territorio nacional, además de Portugal, Francia e Italia en el extranjero. Aunque diseñan e incluso promueven parques solares (plantas fotovoltaicas pensadas para volcar la energía a la red), en estos momentos su principal línea de negocio es el autoconsumo industrial, en el que trabajan con clientes como Decathlon o E.Lecrerc, entre otros. Su último proyecto, del que Alicante Plaza informó en su día, es la instalación de 179 kW en la cubierta del Matadero de Orihuela, para suministrar energía a sus cámaras frigoríficas. Un proyecto que se financió mediante crowdfunding a través de Ecrowd!
A los 6 MW de potencia instalados en menos de un año y los 15 que están ejecutándose en estos momentos, se suma una cartera de otros 13 MW en España, que se instalará a corto plazo. La firma, que ha crecido en recursos humanos y en metros cuadrados en plena pandemia (la oficina central de Alicante se ha trasladado al Pla de la Vallonga, a la nave donde trabajan la mayoría de sus técnicos, al quedarse pequeño el despacho en la calle Ángel Lozano), se encarga tanto del proyecto como de su ejecución, si así lo requiere el cliente, aunque también presta el servicio de asesoramiento para otros instaladores.
Entre sus últimos proyectos en España, destacan las pérgolas fotovoltaicas que ha instalado para Decathlon, o las instalaciones de autoconsumo para E.Lecrerc. Asimismo, ha llevado a cabo la ejecución de una cubierta solar para el fabricante de snacks Risi, una de las mayores que ha llevado a cabo en este segmento, con 1,1 MW de potencia. Habitualmente, sus clientes buscan el beneficio económico del autoconsumo (al reducir de forma notable la factura eléctrica) pero también el componente medioambiental, al reducir con el autoconsumo su huella de carbono. En cualquier caso, "es muy difícil que una empresa pueda desengancharse del todo de la red", explica Antonio Ramón.
La firma, como ha contado también este diario, impulsa una planta fotovoltaica en el entorno de Fontcalent, que en este caso se conectaría a la red para volcado, y que ha vendido a la francesa Prosomnes, aunque el 95% de su actividad se concentra en el autoconsumo para empresas. Habitualmente, la empresa alicantina vende la instalación al cliente, aunque también trabaja con el modelo de prestación de servicio (mediante acuerdos de PPA o venta de energía a largo plazo) hasta que amortiza la inversión, momento en que la instalación pasa a manos del cliente.