El pasado martes, Alicante Plaza, y por extensión, el grupo Ediciones Plaza, presentó el Anuario de la Provincia de Alicante, una edición extraordinaria de 108 páginas en la que se analiza de manera minuciosa cómo ha sido este 2021 en materia económica y las turbulencias que sigue generando la crisis sanitaria. Por si fuera como ese mismo martes tuvimos otro excepcional testimonio de cómo afrontar los retos que están por venir, o para volver a la normalidad, desde el entorno. Ahí quedaron las intervenciones de Eva Toledo, presidenta del Círculo – Directivos Alicante; Javier Reina, presidente de Terciario Avanzado; Juan Bautista Riera, presidente Cámara de Alicante; Maite Antón, presidenta de AEFA; Perfecto Palacio, presidente de CEV Alicante, y Rafael Ballester, presidente de Ineca. Agilidad y valentía para crecer de otro modo fueron las conclusiones.
También tuvimos la mirada global, de la mano de Eva Ivars Buigues, la CEO Alain Afflelou, quién destacó el potencial que tienen la pymes para adpatarse a los nuevos tiempos sin son ágiles, se digitalizan y están espabiladas. Y la respuesta institucional a todo ello, con tres respuestas diferentes, pero con puntos en común como las que nos ofrecieron la consellera de Innovación, Carolina Pascual; el alcalde de Alicante Luis Barcala y el presidente de la Diputación, Carlos Mazón.
A todos ellos, y la más de 200 personas que nos acompañaron, pese a las circunstancias, tan sólo puedo darles las gracias. Y decirles que esta es la respuesta y el objetivo que se marcó el diario -y el grupo editorial- hace cinco años: otra manera de contar la realidad y aportar valor añadido en el análisis y en la crítica.
Y en ese análisis, que hicieron tanto los representantes empresariales, como la propia Eva Ivars, y los políticos, se identifica Alicante Plaza. Y para ello les aconseja su propia fórmula, si se puede considerar de éxito.
Miren, hace cinco años nació Alicante Plaza, un proyecto editorial digital que venía a ser la segunda pieza de ese puzzle informativo que había iniciado años antes Valencia Plaza. Después vinieron más piezas (Castellón y Murcia). Alicante Plaza nació con el objetivo de ensanchar la mirada sobre la realidad y poner el foco en la economía y las empresas, sin dejar atrás otras cuestiones importantes. Nuestro reto era y es aportar transparencia sobre las empresas y, en la mayoría de las ocasiones, en positivo, aunque eso supusiera un choque de intereses con la propia compañía interesada. Esa mirada fue disruptiva en el ecosistema de la provincia de Alicante, como en su día fue la Valencia Plaza. No sólo por el formato, sino también por incluir contenidos, como los movimientos empresariales o accionariales, al que el propio ecosistema no estaba acostumbrado. No fue fácil inculcar esta manera de informar, pero fue aceptada poco a poco hasta convertir, modestamente, a Alicante Plaza en un referente informativo. El diario, la redacción, el equipo comercial y el administrativo, todos, tuvimos que sufrir una disrupción constante hasta encontrar ese equilibrio entre oferta y demanda, que además fuera serio, riguroso, huyendo de los clicks fáciles, y aportando, en la mayor de las veces, valor añadido, que es de lo que se trata para no ser un medio más, sino para cumplir ese reto que nos marcamos en nuestro número cero: ser un soporte con otra manera de contar la realidad.
No queda otra que ser valientes, afrontar los desafíos de cara, salir de las zonas de confort y buscar los mercados, que los hay, y ofrecerles productos (contenidos, servicios) de calidad. No es una cosa que se haya inventado con la pandemia, pero que quizás ahora requiere de una actitud más activa que nunca. No descubro nada, lo dijo la propia Eva Ivars que maneja una compañía con más de 300 puntos de vista, con todas las turbulencias que ha generado una pandemia.
A los de siempre, sólo cabe desearles suerte; a los que no tienen miedo a los cambio, valentía. No queda otra. Quejarse en estos tiempo sirve mientras el mundo no se mueve; si se mueve, ya pierdes el tiempo. Sólo queda pendiente ese reto que puso sobre la mesa Perfecto Palacio: que los representantes públicos respondan a los intereses de la circunscripción por la que han sido elegido. Buen deseo el de Palacio si no fuera porque muchos de ellos (políticos, y también algún que otro empresario) obedecen a los intereses de un ser supremo cuya sede está en el centro y, que como todos los centros, la miopía del confort les ciega y no mira más allá. Esto no va solo de decir, también de hacer.
Pese a ello, gracias a todos ustedes, a lectores y anunciantes, por confiar en Alicante Plaza. Si existe el éxito, en este caso, es compartido.