Foto: PEPE OLIVARESALICANTE. La crisis de demanda que se prevé que provoque la inflación desbocada durante el ejercicio 2022 aún no ha empezado a insinuarse en sectores como el inmobiliario, que con la particularidad de que en este nuevo ciclo el protagonismo recae sobre todo en la vivienda usada, sigue siendo uno de los motores económicos de la provincia de Alicante. De hecho, el sector inmobiliario firmó en el tercer trimestre de 2022 su mejor verano desde antes de la anterior crisis, con récord de compraventas y de facturación entre julio y septiembre.
El ladrillo alicantino prolonga así la espiral virtuosa en la que entró tras la retirada de las restricciones por la pandemia en 2021, y suma ya tres trimestres consecutivos (todos los que se han cerrado desde que comenzó el presente año, a punto de terminar), con cifras récord que solo se recuerdan en los tiempos previos al estallido de la burbuja en 2008. Concretamente, en el caso del tercer trimestre, que siempre suele ser algo más flojo que el resto por el 'efecto verano' en entidades financieras y notarías, hay que remontarse a 2006, cuando ni siquiera se atisbaba el duro golpe que llegaría dos años después con la quiebra de Lehman Brothers, para hallar una cifra de operaciones superior.
Así, según la estadística oficial del Ministerio de Agenda Urbana (antes de Fomento), que toma los datos de los registros de la propiedad territoriales, la provincia de Alicante registró 14.540 compraventas de vivienda en el tercer trimestre de 2022, algo menos que en el trimestre anterior (16.243 operaciones) por el citado efecto verano, pero en cualquier caso la mejor cifra interanual (comparando con el tercer trimestre de ejercicios precedentes) desde, como se decía, 2006. Es más, este número de transacciones supone un incremento del 22% respecto al verano de 2021, que ya supuso todo un 'rebote' tras la pandemia.
El buen verano redondea las cifras de los primeros nueve meses del año 2022, de manera que la provincia de Alicante ha registrado hasta septiembre un total de 44.130 compraventas de vivienda, lo que supone un aumento del 39% respecto al mismo periodo de 2021 (entonces fueron 31.800 las viviendas transmitidas en la provincia). Comparado con 2019, año previo a la pandemia, el incremento es incluso superior al 40%, pues de enero a septiembre de ese año (con algunos síntomas de agotamiento tras crecer ininterrumpidamente desde 2014), el sector inmobiliario de la provincia registró 31.000 compraventas.
En cuanto al volumen económico generado por estas transacciones, y teniendo en cuenta que la estadística del Ministerio solo contempla las compraventas de vivienda libre (la protegida no computa en esta variable, aunque sí en el total de transacciones), el verano de 2022 supuso un nuevo récord. Así, el valor de las citadas 14.500 compraventas ascendió a 2.260 millones de euros, o lo que es lo mismo, una media de 156.000 euros por vivienda. Una cifra, la de los 2.260 millones, que supone sin ir más lejos el doble que la que se registró en el mismo trimestre de 2019 (1.180 millones de euros).
En los nueve primeros meses del año, el volumen económico movido por el sector inmobiliario de la provincia asciende a 6.650 millones de euros, según la estadística del Ministerio. Es decir, un 47% más que en el mismo periodo de 2021 (4.515 millones de euros), o un 71% más que en los tres primeros trimestres de 2019, antes de la pandemia (cuando la facturación fue de 3.882 millones de euros). Todo ello, teniendo en cuenta que las compraventas de obra nueva suponen solo en torno al 10% del total, es decir, alrededor de 4.500 viviendas en lo que va de año.
