Edificio en construcción en Elche / RAFA MOLINAELCHE. Como era previsible y lógico, la pandemia ha afectado decisivamente al sector de la construcción, uno de los que mejor han aguantado el impacto económico tras el confinamiento y el Estado de Alarma. Aunque en mayor o menor medida el resentimiento ha sido diferente, mientras que por ejemplo Alicante ha aguantado mejor, en el caso de Elche la bajada de las licencias de obra nueva para vivienda —y en general— ha sido notoria. Durante el primer semestre de este año se han concedido 74 licencias para la construcción de 110 viviendas. Una cifra que frena en seco la buena trayectoria de la ciudad a este respecto.
Si bien es cierto que si se comparan estas cifras con las del mismo periodo de 2018, en el que se concedieron 64 licencias para 113 casas —que a final de año acabaron siendo 326—, el informe realizado por el Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de Alicante (Coaateia) revela que en el segundo trimestre del año solo se registró el inicio de la construcción de 35 viviendas, mientras que en el mismo periodo de 2019 fueron 207. De hecho, a mitad del año pasado, se solicitó tan solo una licencia más que en 2018, 65, pero para 257 viviendas.
Así que en el actual contexto, parece lógico esperar que la cifra de nuevas licencias a final de año sean notoriamente inferiores a las de 2019, con 301 nuevas viviendas, o a las 326 del mencionado 2018, a pesar de que a mitad de aquel curso, fueran más o menos las mismas solicitudes que en este ejercicio. Lejos quedan las 343 nuevas viviendas de 2016 o las 468 de 2015.
Como apunta el informe de Coaateia, Elche mostró un buen comportamiento al inicio del año pero en este segundo trimestre se desplomó con un descenso del 83% de la construcción de casas. Así lo corroboran los datos municipales, ya que en enero se solicitaron 31 licencias para 70 para viviendas nuevas de las 110 que se han registrado en el primer semestre. Es decir, el 63%. Aunque es cierto que la pandemia ha hecho mella, con tan solo 3 nuevas viviendas en marzo, 8 en abril y 6 en mayo, la realidad es que en febrero tan solo se solicitaron licencias para seis nuevas casas; un mes antes de la paralización de la actividad económica.
Dado que los tres meses han afectado también al sector, aunque menos que a otros a la vista de los datos, no se podrá comprobar si lo de febrero dibujaba una trayectoria o era simplemente un mes con poca demanda. En cualquier caso, en junio, con la recuperación de cierta normalidad, la construcción de nuevos hogares ha empezado a remontar ligeramente, con la solicitud para 17 nuevos, aunque en cifras lejanas de la media de otros años.
En cuanto a los permisos de construcción de vivienda nueva, de las 110 nuevas, todos fueron para casas de renta libre: 100 en el casco urbano, 3 en suelo urbano de las pedanías y 7 en suelo rústico. Mientras que en el segundo semestre tan solo se solicitó para la edificación de 31, en el primero fueron 79, una cifra sobre todo sostenida por enero y su solicitud para 70 casas.
La única cifra que no se ha visto alterada en el segundo semestre son las licencias de obra para reformas. En la primera mitad del año han sido 37. Apenas hay cambios relevantes entre el primer trimestre, con 24 licencias solicitadas para estas otras obras, y el segundo, con 13. En cualquier caso, aunque a su ritmo, siguen brotando nuevas promociones, y ha habido alguna creación de promotora potente. Lo que se ha rescatado completamente es la obra pública.
