ELCHE. En el mismo marco que el de la vivienda a nivel provincial, el sector en la ciudad ha reducido su crecimiento. Sigue habiendo unas cifras que muestran una estabilización, lejos de los años de la burbuja, pero equiparables en comparación con la fase posterior de recuperación. Así lo atestiguan por una parte la creación de compañías ligadas al sector del ladrillo en 2019, una veintena menos que en 2018, y las licencias de vivienda nueva solicitadas también con respecto al ejercicio anterior: 25 menos que el año pasado. Eso sí, hasta el 15 de noviembre, que es la última fecha de la que el Ayuntamiento tiene registro.
En total las cifras de este año son de 301 licencias de vivienda nueva solicitadas hasta mediados de noviembre. Todas fueron de renta libre. De hecho, salvo seis licencias en 2017 y 28 en 2018, todas las licencias de Protección Oficial (VPO) que se han otorgado han sido referentes al proyecto de renovación de San Antón con los nuevos bloques —74 en 2015, 120 en 2016 y 118 en 2018—. De estas 301, 270 licencias de nuevos pisos fueron en la ciudad, 21 en el casco urbano de las pedanías y 10 en suelo rústico.
En comparación con 2018, el año pasado se otorgaron 326 licencias, 183 fueron en el casco urbano, 50 en las pedanías y tan solo 3 en suelo rústico (chalets). Eso sí, si bien hasta mediados de noviembre de 2019 es el año en el que menos licencias de vivienda nueva se han otorgado desde que gobierna la izquierda —en 2015 fueron 468, en 2016 343, en 2017 305 y en 2018 326—, este año es de largo en el que más permisos se han otorgado para construir en el casco urbano de la ciudad con esas 270 licencias. El impulso de las nuevas licencias en las pedanías que también se había registrado se ha frenado en seco durante este año. Un indicador en consonancia con las promociones nuevas en el casco urbano o de los proyectos que han vuelto a reactivarse después de años parados por la crisis inmobiliaria.
En cuanto a licencias de obra para otras cuestiones que se han otorgado durante este 2019, fueron 235, 138 dedicadas a reformas y renovaciones de viviendas o locales, y 97 a licencias de nueva planta, es decir, a construcciones diversas. De nuevo, donde más reformas se han registrado ha sido en la ciudad, con 69, frente a las 24 del casco urbano de pedanías, 15 en suelo rural o 30 en "otros", que suelen referirse a piscinas o instalaciones de otro tipo. Asimismo, al igual que este año ha sido en el que menos licencias de vivienda nueva se han solicitado desde el gobierno de los socialistas, es el segundo en el que más reformas se han pedido teniendo en cuenta el registro desde 2015.
